Las condiciones de los trabajadores en México ponen en riesgo el T-MEC, ya que una de las premisas para que se ratifique es que se apruebe una reforma laboral y ante esto, los demócratas tienen listas sus garras para frenar la entrada en vigor de este acuerdo.
Ciudad de México.- No es un tema al que le hayan puesto mucha atención, pero si el Congreso de México no aprueba una reforma laboral antes del 31 de diciembre, el T-MEC puede quedarse estancando.
A pesar de que ya está en la Cámara de Diputados la iniciativa con la cual se pretende acabar con el poder absoluto de los sindicatos y sus líderes, además de que permita que sean los trabajadores quienes decidan el tipo de contrato que mejor les convenga, parece que los tiempos se han agotado.
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Los demócratas no perdonan
Con el triunfo de los demócratas en las elecciones de noviembre pasado en los Estados Unidos, el panorama se tornó un poco más complicado para la ratificación del T-MEC, ya que esta fracción tiene la mayoría en la Cámara baja y tienen planes de vender muy caro su voto a favor de este acuerdo.
En ese sentido, Nancy Pelosi, líder de los demócratas en esta cámara, señaló en su momento que no habrá ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá hasta que no haya una reforma laboral aprobada en nuestro país.
“Estamos aun esperando a que México apruebe la prometida Ley sobre salarios y las condiciones de trabajadores mexicanos compitiendo con los trabajadores estadounidenses”, dijo Pelosi.
Y agregó: “La aprobación de esa iniciativa (en México) es fundamental para que nosotros avancemos y eso no ha ocurrido aún”.
Desde la perspectiva de los legisladores demócratas, es necesario y obligatorio que nuestro país modifique las condiciones laborales y permita que los derechos de los trabajadores tengan mayor peso específico, dejando así de lado el histórico poder que han acumulado los líderes sindicales, pasando en muchos casos incluso por encima de sus agremiados.
Por eso para Nancy Pelosi, “aunque hay cosas positivas en el acuerdo de comercio propuesto, éste sólo es una lista sin capacidad de aplicación de las protecciones laborales y ambientales“.
Ganar más no lo es todo para lograr bienestar
Las exigencias del T-MEC
Contemplando que las condiciones laborales en México son mal vistas por los Estados Unidos y Canadá, ya que consideran que esto le da ventaja competitiva a nuestro país por que los salarios son más bajos y los empleados no tienen posibilidades reales de defenderse, los candados en esta materia para aprobar el T-MEC son muy poderosos.
Tan es así, que en el Capítulo Laboral del T-MEC se incluyó un Anexo que dice que “la expectativa de las partes (EU y Canadá) es que México adopte la legislación descrita previamente antes del 1 de enero de 2019”.
Pero si esto no sucede en esta fecha, “se entiende además que la entrada en vigor del acuerdo puede demorarse hasta que dicha legislación entre en vigencia”.
Con esto las presiones tanto del Congreso como del gobierno de los Estados Unidos, aumentan de manera proporcional en la medida en que se agota el tiempo para México, pero las exigencias que vive nuestro país complican aún más la aprobación de la nueva legislación laboral.
Ya que como lo señala El Financiero, “la discusión y aprobación podría darse hasta febrero de 2019, pues en el periodo ordinario de enero se discutirá el dictamen de la Guardia Nacional”.
De esta manera, México está prácticamente obligado a crear el marco legal para un nuevo modelo laboral, pero la realidad es que se pronostica una batalla muy dura para combatir la larga historia de “charrismo”, la corrupción y malos manejos de los líderes sindicales, algo que ha afectado demasiado las condiciones de los trabajadores en México.
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