El presidente de la aún más poderosa nación sobre el planeta, Donald John Trump, dejaba el 9 de enero su reunión con demócratas por ser una “pérdida total de tiempo”. El magnate insistía que no pactará con sus adversarios políticos en el Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, para desbloquear el cierre parcial del gobierno, si no hay acuerdo sobre el muro en la frontera con México. “Pregunté ¿Qué va a ocurrir en 30 días si desbloqueo la situación, van a aprobar la Seguridad Fronteriza que incluye un muro o barrera de acero? Nancy dijo, NO. Dije ¡Adiós, nada más funciona!”, escribía el mandatario por twitter el 9 de enero.
Ese desplante pasaba a segundo plano dos magníficas noticias, procedentes del espacio extraterrestre, que inauguraban este año. A las 6:09 de la mañana del 31 de diciembre, la Agencia Nacional Aeroespacial de Estados Unidos (NASA) anunciaba que la nave Nuevos Horizontes ‒que pasó detrás de Plutón en 2015‒, viaja rumbo al objeto más distante nunca antes visitado en el sistema solar. Ese astro, llamado Última Thule, es un fragmento “prístino” del origen de nuestra constelación, explican los científicos.
Y a las 10:26 horas del 2 de enero, el vehículo chino Chang’e 4 –la diosa Luna en la mitología china‒ llegaba al lado oculto de ese satélite. Así se abría un nuevo capítulo en la exploración de la Luna por la humanidad. Esas tres noticias confirmaban que, bajo el cristal geopolítico, el año que comienza inaugura importantes movimientos en el juego por el poder e influencia de las potencias globales.
Expresión significativa de ese forcejeo es el nuevo affaire de espionaje entre Rusia, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. La detención en Moscú del estadounidense-canadiense Paul Whelan, acusado de espionaje, agita a Occidente. El exinfante de Marina y jefe de seguridad de automotores Borg Warner, viajó a Rusia por la boda de un amigo. Londres ha alertado que defenderá a Whelan y Washington sostiene su inocencia.
A la vez, tensiones diplomáticas entre Canadá y China por la detención de la directora financiera de la telefónica Huawei, Meng Wangzhou, acusada de violar las sanciones contra Irán. En un giro inédito, legisladores canadienses viajaban a Beijing, entre el 6 y 12 de enero, para avivar la relación bilateral.
En su imparable ofensiva diplomática, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu fortalecía su cooperación con Rusia en Siria, tras el retiro estadounidense del país árabe. Así lo acordaban luego de una conversación telefónica en la que el israelí aseguraba al jefe del Kremlin que mantendrá su esfuerzo “para impedir que Irán se atrinchere militarmente en aquel Estado”.
Y más de 2,580 kilómetros al norte, ocurría una explosión en la oficina de la ultraderechista organización Alternativa por Alemania en Döbein, Sajonia. Tal acto se interpretaría como una nueva dimensión al repudio contra la xenofobia en el país más industrializado de Europa y llamaba la atención a la creciente crispación social en el continente.
Entretanto, al comenzar este 2019, México solicitaba una “investigación exhaustiva” a la embajada estadounidense, y advertía que convocaría al Departamento de Seguridad Interna para reunirse en el Consejo de Prevención de Violencia Fronteriza. La causa eran los ataques con gas lacrimógeno, de fuerzas estadounidenses, contra miembros de la Caravana migrante en la frontera de Tijuana y San Diego entre el 25 de noviembre y el 1 de enero.
No lejos de esa zona, en Phoenix, se escenifica una guerrilla contra la inteligencia artificial. Ahí, los vecinos rechazan los autos autónomos (sin conductor) Waymo, del grupo Alphabet. Aunque la empresa afirma que los residentes respaldan esa tecnología, la verdad es que los arizonianos han atacado con piedras y ponchado las llantas de esos autos unas 21 ocasiones. La empresa Über también probó sus autónomos en Arizona, pero uno de sus vehículos atropelló a un peatón que falleció.
Como la ciencia también es geopolítica, una buena nueva es que ochenta científicas de todo el planeta (biólogas, oceanógrafas, matemáticas, una astrónoma e ingenieras) han logrado cruzar el Pasaje de Drake en su ruta hacia la Antártida. Ese paso marino, tiene las aguas más tormentosas del planeta y cuando las científicas de la expedición australiana Homeward Bound lo navegaron, las olas alcanzaban hasta diez metros y enfrentaban vientos de más de 150 kilómetros por hora. En unos meses conoceremos sus hallazgos.
Y como hoy el mundo es plural, multipartidista y multidimensional, estos son los consejos del teólogo brasileño, Frei Betto, a los militantes de izquierda: Mantenga viva la indignación. La cabeza piensa donde pisan los pies (pasar de la teoría a la práctica). No se avergüence de creer en el socialismo. Sea crítico sin perder la autocrítica. Sea riguroso en la ética de la militancia. Prefiera el riesgo de ‘errar’ con los pobres, a tener la pretensión de acertar sin ellos. Haga de la oración un antídoto contra la alineación. Veremos si son congruentes.