Sistema penitenciario ¿tiene solución?
Los penales federales como locales de México viven en un caos que amenaza la seguridad del país, por tanto es variable sumamente frágil en la lucha contra el crimen organizado.
Por encima de las declaraciones y los buenos deseos de autoridades, destacan las cifras. Especialistas aseguran que 3 de cada 5 reos que logran su libertad, van a ser detenidos de nueva cuenta y 4 de 5 regresan a las calles con problemas de adicciones y de salud.
Así, sólo 2 de cada 10 internos que logran su libertad, regresan al hogar y 6 de cada 10 morirán asesinados en los siguientes 10 años de su liberación. Son cifras que marcan la realidad de la supuesta readaptación social.
El gobierno federal cuenta con 7 centros, con una capacidad para recluir a 9 ,494 internos y con una población de 8,719; es decir, cuenta con supuestos 775 espacios disponibles. Mientras, el gobierno del DF tiene 10 centros de reclusión con una capacidad de 19,088 reos, pero en ellos cohabitan más de 40,000.
Los gobiernos estatales tienen 320 prisiones con una capacidad máxima de ocupación para 140, 211 personas; sin embargo, en ellos se encuentran casi 174,000 lo que significa que alrededor de 34,000 reos están de más..
En cuanto a los gobiernos de los municipios, estos tienen 92 centros penitenciarios para dar cabida a 3,625 reos, pero en ellos se encuentran recluidas en total 4,118 personas. En total, existe una sobrepoblación de más de 54 ,500 internos, que representan 31.64% de la capacidad instalada en todo el país.
Según el desglose, en 22 entidades federativas se registra una sobrepoblación en distintos grados, aunque los casos más agudos se registran en el DF y Sonora con 110.4% y 88.25%, respectivamente; Nayarit el 84.46%; Estado de México, 82.75%; Jalisco, 74.06%; Morelos, 63.05%, y Puebla, con 57.62%.
Del total de internos del fuero federal, que se calcula en alrededor de los 50,500 reos, la gran mayoría —cerca de 40,000— está en centros de reclusión estatales, más de 4,000 en los reclusorios del Distrito Federal, unos 300 en cárceles municipales y unos 6,500 más en los siete centros penitenciarios federales.
En cifras globales, cerca de 44,000 internos del fuero federal están recluidos en centros estatales, municipales o en el Distrito Federal; parte de ellos, debido al proceso al que se encuentran sujetos y otros, por el cumplimiento de sentencia dictada por jueces.
La semana pasada, en Moreria al interior de un penal de mediana seguridad y con 150 internos, se decomisaron más de 2,000 teléfonos celulares, dispositivos prohibidos y que son la principal herramienta para los reos que se dedican a la extorsión.
El Consejo Ciudadano de Seguridad, dio a conocer que en 2008 cada 24 horas se intentaban 4,400 extorsiones en algún penal del país. En el 2008 se intentaron un millón 314,000 extorsiones, de las cuales 34% de las personas afectadas pagaron la extorsión. Se empleaban más de 483,127 celulares para cometer este delito, y de las incidencias, 55% están en el DF.
En el 2010 se detectó que la actividad de los extorsionadores seguía incrementando, ya que se registraron 6,211 llamadas de extorsión cada 24 horas.
Esos son los números. Así, queda en evidencia que el problema no sólo radica en la impartición de la justicia, sino en el proceso de su penitencia. Un número representativo de delincuentes purgan sentencia, aún dentro de los penales y desde ahí continúan su carrera delictiva.
En este clima de sobrepoblación, los delincuentes no sólo no se readaptan a la sociedad, sino que su vida futura empeorará al ser sujetos a adversidades que incluso obligan a actuar en circunstancias ilícitas desde su reclusión
¿Por qué seguimos contemplando este tema sin afrontarlo de raíz?, Requiere una solución de fondo e integral. Todos los medios lo hemos expresado más sin embargo no hemos encontrado el cómo generar que se actúe en beneficio de la sociedad y de los propios reclusos y sus familias.