Hay vinos dulces, secos y semi-secos;
espumosos y frutales. El de hoy, es amargo.
(Utilizo el pensamiento de una muy querida amiga).
Definitivamente hoy es amargo, ya que, a pesar de tener un “hermoso país”, se ha permitido el saqueo de todos sus recursos.
Es increíble cómo suceden de forma cotidiana casos como La estafa maestra, Pemex, Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo, etc., y la impotencia que sientes como mexicano al observar que nos dan atole con el dedo; porque si bien es cierto que cada sexenio el encargado de la nación hace o da algún golpecito al sistema corrupto (en este caso el famoso huachicol), esto no lleva ninguna solución a nuestro gran problema. Podría decirse “pan y circo”, eso es lo que tenemos, ayudado por la gran carencia de patriotismo de jueces y abogados, que sólo piensan en llevar agua a su molino o, lo más preocupante: que no saquen sus trapitos al sol.
Hace poco escuché a un gran amigo decir que la pobreza es una enfermedad. Obviamente tuve que pedir mayor explicación y al final lo entendí: cuando estás enfermo de algún mal, el médico te receta algún fármaco y con ello logras la cura. Para ese grave tema que se desata en nuestro amado país, la medicina dista mucho de ser acciones como regalar dinero, artículos para el hogar o llevar servicios a las comunidades lejanas (es un deber del gobierno hacerlo, y no por ello se les debe aplaudir); la verdadera medicina sería desde mi punto de vista, la EDUCACIÓN: un pueblo culto, es un pueblo pensante (probablemente es por ello que, durante tantos años de decadencia en este México, no les haya sido ni sea conveniente que el pueblo piense: hay que tenerlos entretenidos solamente).
Cuando regalas algo no estás ayudando, más bien perjudicas, ya que la gente se acostumbra a estirar la mano y esperar a que llegue esa ayuda en automático: lo dan por un hecho. Pero ¿qué pasa cuando regalas educación, cultura, y los medios para un desarrollo sostenible? Eso sí es una ayuda real, ya que permite a la gente poder crecer y progresar, ser y sentirse productivos.
Pensé que los tiempos de la demagogia habían quedado en el pasado y que el populismo se podría erradicar (qué iluso soy), ya que veo con mucha tristeza que no sólo continúa existiendo, sino que se están incrementando y a un ritmo acelerado.
Después de esto, la gran pregunta que me hago es: ¿A dónde vamos a parar como país y sociedad? ¿A dónde llegaremos (o nos harán llegar)? La incertidumbre es lo más desesperante… ¿Tú qué opinas?
Nos leemos en la próxima.
Con la 4T saquemos lo mejor de nosotros mismos. Salvo las pensiones y la ayuda para discapacitados, todos los demás apoyos para el bienestar están orientados a la educación, la capacitación o la actividad productiva.
Todas las legislaciones con respecto a la corrupción estaban orientadas a lograr la impunidad. La judicialización de actos anteriores solo servirá para detectar esas mañas, mejorar la legislación y evitar la impunidad. El esfuerzo debe concentrarse en que ya no haya corrupción en adelante. El Punto Final es para evitar empantanarse y decepcionarse con juicios interminables. Tan solo el caso de los 43 de Ayotzinapa son 2 millones de fojas y miles de horas hombre. Debemos hacer presión para que los poderes, organismos y niveles de gobierno autónomos se autocorrijan y cumplan con su deber.
Se sabe mucho y se dice poco, como bien os dice pan y circo que han dado atención durante años. De repente hay que abrir los ojos y ver más allá de lo que se presenta, de cierto es que la educación es la clave del crecimiento y la medicina para el país , es fácil de explicar; cómo es que han hecho creer que el pueblo le roba al pueblo??? El huachicol?? La explosión de huachicoleros?? Por favor una vez más pagaron los platos rotos los menos desafortunados.
Valor se necesita para puntualizar el tema, por lo que se agradece un artículo así, que no se reprima la expresión y el desahogo de una visión de justicia. En espera de la segunda parte.
Decía Mafalda hace muchos años: “no me preocupa dónde iremos a parar, sino dónde iremos a seguir”. Triste historia la que estamos viviendo. El populismo terminará por acabar con lo que queda.
Totalmente de acuerdo, la base del desarrollo de los pueblos es la educación pero no sólo en la parte intelectual, considero que en estos tiempos la educación de casa en cuanto a los valores y principios que nos han inculcado marcan una gran diferencia del México que queremos del que estamos conociendo. La demagogia por su parte sólo cabe en un pueblo donde la educación y cultura escasea.
Excelente artículo para reflexionar.
Saludos.
Excelente artículo!!!
Excelente artículo para reflexionar y saber en que condiciones se encuentra el país!!!
Gracias Arq. por la reflexión.
Decía mi abuelita los valores y el amor son la base de la sociedad y empiezan en casa.
Desgraciadamente en nuestro País se han ido perdiendo poco a poco los valores, desde niños ya se ha perdido el respeto a los padres, hermanos, a los de tercera edad, y a uno mismo. Esto se da principalmente desde casa y se aplica en sociedad entera, Si no respetas a tu familia no vas a respetar a los demás, esto esta afectando mucho, sin valores hay delincuencia,violencia en las calles.
Nos quejamos de la delincuencia y la familia proteje a su delincuente, triste situación, amo mi país y me duele mi México.
Por desgracia la incertidumbre la hemos tenido desde hace muchos muchos años, pero aun mas alarmante es que para la gente que trabaja, gente consciente sobre lo que son los dirigentes, sobre un rumbo mas exacto de a donde “nos llevan”, para todos nosotros la incertidumbre es mayor y va creciendo conforme avanza este nuevo sexenio, y a pesar de todo aun en mi caso teniendo la fe de que las cosas no se salgan tanto de control y se recupere el camino porque es un hecho, todos queremos un cambio y por ese deseo fue que en julio del año pasado gano la izquierda. Dios nos ampare para que el rumbo sea el mejor para México.
¡Excelente artículo Arqui! ?