El freno que sufrió la inversión privada en México a inicios del sexenio no fue un hecho menor, siendo la incertidumbre la principal sombra que acompaño los primeros meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Remontándonos a tiempos de campaña, Andrés Manuel siempre fue duro en sus discursos contra el sector empresarial, una élite a la que incluyó en lo que llamó “la mafia del poder” y que una vez en el poder golpeó fuertemente con la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
De primera instancia, parecía que para López Obrador la lucha contra la corrupción y una política de austeridad en el sector público, serían suficientes para invertir en programas sociales, mejorar los ingresos de la base poblacional menos favorecida e invertir en la construcción de sus tres proyectos estrella de infraestructura; pero los números no alcanzaron y la salida de Carlos Urzúa como secretario de Hacienda pudo haber sido una señal clave para mejorar el diálogo con el sector privado.
También te puede interesar: Recursos en México hay
“No tenemos ninguna diferencia, ningún problema con el sector empresarial, hemos procurado mantener buenas relaciones y agradezco mucho que los representantes empresariales estén actuando con mucha responsabilidad,” fueron las palabras de Andrés Manuel López Obrador la mañana del martes ante empresarios después de que se presentara el Plan Nacional de Infraestructura.
La conferencia matutina del 26 de noviembre en Palacio Nacional se vio engalanada por la crema y nata del empresariado en México y que ahora están dispuestos a respaldar los 147 proyectos que de primera instancia conforman el acuerdo.
“Los empresarios tienen comunicación con nosotros, Carlos Salazar, lo mismo que Antonio del valle, que nos ayudan e intervienen cuando hay controversias como fue el caso del gas. Nos llevó un tiempo, pero no se tuvo que ir a tribunales internacionales, mediante diálogo se llegó a un acuerdo, esto garantiza que tengamos gas para 20 años”, afirmó el presidente y recordó que luego de ese conflicto se dialogó con las empresas y su gobierno respetó los acuerdos que, incluso, se habían establecido en administraciones anteriores, mientras que por parte de los integrantes de la iniciativa privada hubo una reducción con en el cobro de las tarifas.
En este marco López Obrador indicó que en su gobierno nadie está “marginado ni vilipendiado” ya que gobierna para todas las clases sociales.
El espaldarazo del empresariado mexicano
Al término de la conferencia, el empresario Carlos Slim y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, coincidieron que en materia económica el país se mantiene estable y ven positivo lo que viene para los siguientes años.
“La inflación bajó de 4.8 a tres, eso es muy importante; segundo, este gobierno dio muestras de que su estrategia es mantener finanzas públicas sanas durante todo el sexenio. Con estas tasas de inflación bajas al que más benefician es al que menos tiene, pues sus aumentos salariales son en términos reales y no se los come la inflación”.
“Entonces tener esta inflación baja permite tener tasas de interés bajas, que también han bajado y eso ayuda al financiamiento de todas las obras”, afirmó Carlos Slim.
“Lo más importante es que casi se concluye este año con un gran acuerdo del sector empresarial e inversión privada con el gobierno federal para que haya grandes inversiones para echar a andar la economía y se de crecimiento. Lo positivo es lo que viene”, dijo por su parte Salazar Lomelín.