No podría estar más de acuerdo en que cada mexicano debería tener acceso a estudios universitarios gratuitos. El problema es cómo lograrlo. Me da la impresión de que por el momento, sólo existen buenas intenciones por parte de los legisladores.
De todas maneras, me tomo la libertad que me otorga El Semanario para comentar lo que haría si fuera mi responsabilidad poner en marcha el proyecto.
1.- Formaría un grupo de alrededor de 15 personas de la ANUIES, UAM, IPN y UNAM para buscar una solución práctica para crear la Universidad Universal (UU).
2.- En mi opinión lo fundamental sería fortalecer e incrementar el sistema de tecnológicos, donde existe mayor demanda laboral para los egresados. ¡Y los bachilleratos técnicos! No todo mundo quiere realizar estudios universitarios. Debería haber una diversidad de nuevas carreras cortas, con la opción de prolongarlas y tomar cursos de actualización continua.
Además, garantizar que las materias cursadas fueran validadas por el Sistema Nacional de Universidades de tal manera que los alumnos que lo desearon pudiesen continuar consolidando su educación superior. Los tecnológicos deberían, como lo han hecho, trabajar en colaboración con la industria y las microempresas y actualizar sus programas de forma sistemática.
3.- Impulsaría la creación de nuevos campus en todo el país tanto de las universidades antes citadas como las que propusiera la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior), que no competirían con las universidades existentes, sino ofrecerían más opciones de educación superior. Fortalecería las universidades estatales; recordando que una universidad debe generar y ofrecer conocimiento universal, pertinente, de calidad y actualizado –de allí su nombre–. Es necesario garantizar que se mantenga la autonomía universitaria en todos los planteles.
4.- Obligaría que hubiera exámenes de admisión a las universidades, tanto de aptitud como de conocimiento. No serían excluyentes, sino para asegurar que los alumnos tengan capacidades necesarias para las carreras elegidas y tener acceso a cursos remediales con la finalidad de obtener el nivel académico necesario que requiere la educación superior.
5.- Que la UU ofreciera cursos a distancia. A corto plazo aprovecharía los cursos gratuitos que ya existen a distancia de las mejores universidades norteamericanas que los iniciaron: Harvard, MIT y Stanford, instituciones que crearon los MOOCS (Massive Online Open Courses).
Sin embargo, la mayoría de los alumnos del mundo que los cursan no logran acreditarlos porque no dominan bien el inglés y, sobre todo, porque su nivel de conocimientos del bachillerato no es suficiente para comprender los contenidos y por lo tanto les resulta imposible aprobarlos. De ahí que proponga que se den cursos en inglés a distancia a varios niveles para que las personas sean capaces de seguir estos cursos y recibir la mejor educación internacional posible. De manera paralela, sugeriría que se ofrezcan cursos propedéuticos para las materias básicas que ofrecen los MOOCS, subtitulados en español, de tal suerte que los alumnos tuvieran la preparación suficiente para seguir esos cursos.
6.- Además, elaboraría la parte medular de este proyecto que sería organizar a las universidades mexicanas para que elaboraran entre todos, los cursos a distancia de todas las materias básicas factibles de ser estudiadas en línea, impartidas por los grandes maestros nacionales, sobre todo de las carreras cuyos egresados tienen mayor demanda laboral. De tal suerte que no sólo cualquier persona pudiera recibir una formación universitaria de altísima calidad, sino principalmente para que mientras se construyan las nuevas universidades, los aspirantes pudiesen comenzar a estudiar las materias de la especialidad que desean dominar.
La mayor parte de las carreras requieren instalaciones especiales: cocinas para chefs, hospitales universitarios para médicos, laboratorios para carreras técnicas, ingenierías y ciencias; espacios para artistas plásticos, músicos, etc.
Si pudiésemos ofrecer cursos de calidad a distancia en español, no sólo se beneficiaría nuestra nación sino todo el mundo de habla hispana, la tercera lengua más hablada del mundo; posicionaría a México como líder en educación a distancia latinoamericana –debo comentar que mi modesto curso a distancia tiene alumnos de varios países latinoamericanos; ni de lejos le llega a los MOOCS estadounidenses, es más bien divulgativo–.
Un elemento fundamental para que funcione la UU son los cursos en línea de alta calidad y de todas las materias del bachillerato, para que los jóvenes accedan a la educación superior con la formación necesaria y en cualquier momento puedan repasar algún tema que les quedó poco claro o confuso.
7.- Vendría la parte más difícil, convencer a las autoridades que en la UU es factible formar profesionistas bien capacitados siempre y cuando se cuente con el presupuesto suficiente. Que vale la pena invertir en educación de calidad aunque sus resultados no sean evidentes en un sexenio. Que haya cobertura de Internet eficiente y centros de enseñanza virtual en todo el país. Y apoyar con becas y seguro médico para que los alumnos más pobres puedan sobrevivir dignamente durante sus estudios universitarios.
¡Sí se puede contar con una Universidad Universal (UU)! Lo importante es comenzar, avanzar de manera gradual, evaluar cada proyecto y cuidar la calidad académica y ¡la autonomía!