Y cuando pensábamos que todo era malas noticias para las empresas con el COVID-19, ahora vemos que también hay razones para estar optimistas y aprovechar oportunidades. La pandemia ha llegado para dejar una huella imborrable en la humanidad. Los negocios –y la vida en general– ya no serán los mismos a partir de ahora.
Al relajarse las restricciones del encerramiento en varios países del mundo, muchos esperan que, con mayores estándares de limpieza y distanciamiento social, los negocios continuarán en una nueva forma. Por ejemplo, muchos viajeros dudarán de viajar al extranjero, dado que los aeropuertos se consideran como centrales para la propagación del virus. Las nuevas condiciones forzarán la reconversión parcial o total de activos y oficinas.
La desaceleración de la actividad económica repercutirá en la producción y la rentabilidad de determinadas empresas. Las nuevas medidas sanitarias incrementarán los costos de transporte y disminuirán la agilidad con que se pueden llevar productos de un país a otro. Las empresas que dependen de los bienes intermedios deberán tener opciones de fuentes de abastecimiento.
Además, como indicó Carl-Henric Svanberg, presidente del Consejo de Volvo Group, después de cambiar la forma en que los ciudadanos viven, trabajan y viajan, y de interrumpir las cadenas de suministro mundiales, la crisis del COVID-19 ahora debe ser aprovechada como una oportunidad para proteger a Europa en el futuro y mejorar la vida de la mayor cantidad posible de ciudadanos de la UE. En este sentido, los países y regiones tenderán a cerrarse para protegerse y recuperarse; buscarán apoyo a lo local.
Las empresas que sean lo suficientemente ágiles para identificar y/o desarrollar proveedores locales o cercanos, y que tengan suficiente liquidez para sobrevivir a períodos de bajas ventas e ingresos, alcanzarán una ventaja competitiva. Como contraparte, existirá una gran ventaja para las empresas que logren identificar estas oportunidades de reconvertir activos y sustituir importaciones de países lejanos, debido a menores distancias y mejores condiciones de transporte.
De acuerdo con Felipe Sandoval, presidente de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial –FEMIA–, en el caso específico de la industria aeroespacial se espera una disminución de la producción con base en la reducción que están viviendo la mayor parte de los constructores como Boeing, Airbus, Embraer, entre otros: por lo tanto, el resto de la cadena productiva debe adecuar sus capacidades… Resaltó que las empresas OEM (fabricante de equipo original, en inglés: Original Equipment Manufacturer), que tenían una sola fuente de proveeduría en Asia, ahora van a buscar nuevos proveedores en México. Esto representa una oportunidad tremenda para la industria en México. Las empresas OEM buscarán una proveeduría dual que los proteja de crisis como ésta.
En el caso particular de México, tenemos la ventaja sobre la mayoría de los países por la cercanía y por estar en el mismo horario con Estados Unidos. En cuanto a las exportaciones a nuestro país vecino, se requerirán “certificaciones” para reanudar las cadenas de suministro. Es la oportunidad para las PyMEs de tener protocolos de seguridad claros, de acuerdo con estas exigencias. Los maquiladores de diferentes industrias y productos ya no pueden ser simples “tomadores de órdenes de compra”, ahora deben pensar en la forma de cumplir mejor las necesidades, no sólo de sus clientes, sino también del último consumidor, conforme a la tan mencionada “nueva normalidad”. Si no podemos cambiar el entorno macro del país, cambiemos el micro de nuestras empresas. Si queremos mantener la competitividad a nivel mundial, adoptemos y adaptemos, a nivel de empresa, las medidas que definan los demás países y empresas transnacionales.
En la reconversión de activos, buscar negocios que se han privilegiado por la pandemia, aquellos que cubren las necesidades básicas. Estos sectores requieren de gran variedad de suministros, en bienes y servicios. Por ejemplo, en el sector gasolinero, hay proveedores de sistemas y equipo que han solicitado a sus clientes evitar las compras de pánico, ¡las ventas están rebasando su capacidad de producción! En este sector, se están realizando inversiones para disminuir costos de operación, como la instalación de paneles solares. Además, buscan disminuir riesgos sanitarios con bombas de autoconsumo. También tienen la oportunidad para reducir los costos fijos mediante la contratación de maquiladores de servicios como, por ejemplo, para mantenimiento de equipo, pistas, imagen. O buscan usos suplementarios de sus activos para aumentar ingresos (anuncios, espacios publicitarios: se tiene cautivo al consumidor por algunos minutos). De lo anterior, se concluye que no es necesario pertenecer directamente al sector básico, se pueden ofrecer productos y servicios al mismo.
Para las PyMEs existe también una oportunidad para empezar negocios cooperativistas: cámaras, asociaciones y alianzas para influir, defenderse y lograr mejores condiciones de suministro con economías de escala, para cubrir las necesidades de las grandes empresas que ven entorpecidas sus cadenas de producción y distribución.
Las empresas deben analizar los espacios físicos que tienen disponibles y buscar usos alternativos para su maquinaria y equipo. Honeywell es uno de los fabricantes que se ha unido para apoyar las contingencias de la industria médica. Este reconocido fabricante de componentes aeronáuticos tiene como meta producir más de 20 millones de máscaras desechables N95 mensualmente para combatir el COVID-19 en Estados Unidos, además de continuar con su negocio principal. ¡Creatividad para extrapolar lo que hacen otras empresas, para aplicarlas a la nuestra!
¿Problemas de liquidez? Identificar mecanismos de financiamiento creativos. Por ejemplo, hacer líquidos los activos circulantes a través de esquemas ya ofrecidos por instituciones financieras, donde no se demandan mayores estudios de crédito, ya que los propios activos quedan como garantía. Ante esta época de pandemia donde el “efectivo es rey” (cash is king), es imperante tener opciones financieras que protejan la generación de efectivo.
En mi calidad de consultor y director/fundador de una PyME, actualmente me cuestiono y resuelvo, en forma constante, preguntas estratégicas: ¿Cómo sacar mejor provecho a mis activos? ¿Qué usos alternos les puedo dar? ¿Qué otros servicios puedo ofrecer? ¿Cómo me adapto a las nuevas necesidades del entorno? ¿Qué aprendizajes puedo obtener de otras industrias para aplicar a mi empresa?¡Creatividad e innovación dirigida son el nombre de la “nueva normalidad”!
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Excepcional artículo..!!