OCDE vs. Hacienda, las predicciones inciertas para México

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Ante un escenario de incertidumbre por la pandemia del COVID-19, la OCDE decide incrementar proyección de caída económica para México, un escenario que para Gabriel Pérez Peral, experto en economía, podría empeorar en los próximos años si el Gobierno mexicano no adopta mecanismos antipandémicos que estimulen la confianza del consumidor e inyecte incentivos a las empresas.

“Difícilmente podemos destacar puntos positivos en la parte de la estrategia porque le están apostando a la inmunidad de rebaño, esto es que se contagien el mayor número de personas para que llegue el momento en el que se dé la inmunidad en el país. Esa es la apuesta del Gobierno,” consideró el Gabriel Pérez Peral, catedrático de la escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana en conversación con El Semanario.

Mientras la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presume que su proyección de una caída en 8 por ciento para la economía mexicana está basada en un análisis responsable y realista, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) decidió revisar a la baja su proyección de crecimiento para México a una contracción del 10.2 por ciento para el cierre del 2020.

La previsión del organismo emitida en junio pasado, consideró una caída del 7.5 por ciento, con base a los índices de recuperación que la economía mexicana había registrado en los primeros meses de reapertura económica bajo la llamada nueva normalidad; sin embargo, la contracción en su más reciente análisis publicado la segunda semana de septiembre decidió colocar a México entre los cinco países con más pérdidas significativas por la pandemia del COVID-19.

“Después de colapsar en la primera mitad del año, la producción económica se recuperó rápidamente tras la flexibilización de las medidas para frenar la pandemia de COVID-19 y la reanudación de la actividad. Las autoridades públicas reaccionaron rápida y masivamente para amortiguar el impacto inicial en los ingresos y el empleo. Pero la recuperación perdió fuerza durante el verano,” estimó la OCDE en su documento “Perspectivas económicas de la OCDE: Informe provisional, septiembre 2020.”

Para Gabriel Pérez del Peral, el castigo que la OCDE da a México está en línea al escaso margen fiscal y la agudización de la pandemia del COVID-19.

“Estos dos elementos están haciendo que la OCDE revise en forma muy importante la caída de la economía mexicana,” indicó, no sin dejar de mencionar la falta de apoyos por parte de las autoridades mexicanas hacia las empresas, concretamente hacia las Pyme, y hacia las familias, para mitigar la caída en la confianza del consumidor y la inversión.

“México no está haciendo las cosas bien por las cifras oficiales y no oficiales que, según estimaciones de la Universidad de Hopkins, la Universidad de Washington y del MIT, son por lo menos tres veces más las cifras que menciona el Gobierno mexicano. Entonces es, falta de espacios fiscales y el mal manejo que se está haciendo con la pandemia lo que nos hace pasar del 7.5 por ciento la caída al 10.2 por ciento,” señaló el experto en economía.

¿Una estrellita para la economía mexicana?

Al presentar el Paquete Económico 2021, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, estimó que las proyecciones económicas para el cierre del 2020 se apegan a una estimación responsable basada en un nulo crecimiento registrado en 2019, la caída en las actividades productivas en el segundo trimestre del año y las cifras de recuperación presentadas a partir de la reapertura escalonada.

La caída para Hacienda seria del 8 por ciento en 2020, con un rebote del 4.5 por ciento al 2021.

Si bien la OCDE coloca a México entre las cinco economías con peores pérdidas generadas por la pandemia. La recuperación del 3 por ciento para el PIB de México al 2021 vendría de una caída del 0.3 por ciento en su crecimiento al cierre del 2019 y una abrupta contracción de 10.2 puntos en 2020.

El crecimiento del 3 por ciento para México en 2021 estaría por arriba del registrado en Sudáfrica (1.4 por ciento desde una caída del 11.5) e incluso del 4.0 por ciento proyectado para Estados Unidos, a quién le adjudica una contracción del 3.8 por ciento para el 2020 y registró un crecimiento de 2.2 puntos en 2019.

Comparación entre los diferentes países del G20:

Sin embargo, para Gabriel Pérez las estimaciones de la OCDE se están quedando cortas y la caída de la economía mexicana para el 2020 estaría entre un 11 y 12 por ciento. Además el panorama se complica para México debido a que el Gobierno no ha querido incrementar el monto de deuda para adoptar una política contra cíclica e incluso ha caído en incongruencias en sus estimaciones de rebote.

“La Secretaría de Hacienda está presentando un intervalo de decrecimiento del 7 al 10 por ciento, la media es de 8.5 y se publicó una caída del 8 por ciento. Hay una incongruencia en esas cifras. Por otro lado, inflaron los ingresos para el próximo año para que les diese las metas de recaudación y del rebote del 4.5 por ciento,” apuntó.

“El principal problema, derivado de lo que indica la OCDE, es que México no han querido incrementar el monto de deuda para hacer una política contra cíclica,” añadió.

A pesar de que en la parte del combate a la pandemia del COVID-19 le es difícil resaltar cuestiones positivas, en la parte económica hay indicios que destacar como la apertura económica, el incremento en los principales factores de los indicadores cíclicos del INEGI, la producción industrial, la generación de empleos al mes de agosto. 

“Lo positivo que podríamos decir es que se está abriendo paulatinamente la economía, pero también hay que voltear a otros lados. Entre más se abre la economía, sin tener controlada la pandemia, aumenta el número de contagios,” dijo.

El dominio de la Incertidumbre

Para la OCDE el panorama económico de México y el mundo está sumergido en una gran ola de incertidumbre y, ante un fenómeno impredecible como la propagación del nuevo coronavirus, las proyecciones buscan apegarse a una realidad poco optimista con la ausencia de una vacuna ampliamente disponible para finales del 2021 y un aumento esporádico en los brotes del SARS-CoV-2 que se enfrentarían con medidas de confinamiento como las adoptadas en México durante el segundo trimestre del año.

Para el Producto Interno Bruto mundial, la proyección de la OCDE se ubica en una caída del 4.5 por ciento para el cierre del 2020. El modelo presentado por el organismo con sede en París, Francia, muestra una recuperación en ‘V’ con su peor caída en el segundo trimestre del año y un repunte a partir del segundo semestre con un rebote que, en el mejor de los casos, podría alcanzar hasta un crecimiento del 5 por ciento en 2021.

Países como Australia, la zona del euro y Reino Unido han adoptado medidas de financiación de activos, mientras que otros países como Brasil, Indonesia, México, Rusia y Sudáfrica, han decidido cargar la estabilización económica a la política monetaria.

“Sin embargo, la elevada deuda pública y los pasivos contingentes, o una base impositiva baja, limitan el uso ulterior de la política fiscal para respaldar el crecimiento y los ingresos de los grupos vulnerables en algunas economías de mercados emergentes de gran tamaño, como Brasil, India, México y Sudáfrica,” advirtió la OCDE.

Para el organismo, varios son los factores en los que basa sus perspectivas de crecimiento económico como el comportamiento de la pandemia, el impacto que este efecto tenga sobre la confianza del consumidor y del productor y las iniciativas de los gobiernos a favor del empleo, la demanda así como la asistencia financiera a las empresas.

“Las perspectivas de crecimiento económico dependerán de varios factores, como la probabilidad de nuevas olas de infecciones y el efecto que tenga sobre la confianza de los consumidores y las empresas. Un tercer factor clave será la medida en que las iniciativas gubernamentales para preservar puestos de trabajo y ayudar a las empresas a estimular la demanda. La asistencia financiera y de otro tipo sin precedentes proporcionada por las autoridades debe continuar. Pero deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a las condiciones cambiantes y concentrarse más. Los formuladores de políticas deben convencer a la gente de que están trabajando para mejorar sus condiciones de vida y brindar oportunidades para todos,” refirió la OCDE en su análisis.

Sobre este aspecto, el experto en economía estima que sin estas medidas propuestas por la OCDE, México no tendría posibilidades para combatir la incertidumbre y aspirar a una recuperación económica en los próximos años.

“Es muy importante que, además de aplicar una política contra cíclica, que apoye a las Pymes y a las familias, México amplíe ese margen fiscal que tanto subrayó la OCDE contratando deuda,” ya que en caso de no ser así el país no tendrá la posibilidad de combatir la incertidumbre, fomentar la inversión privada y atraer capitales necesarios para el crecimiento y la generación de empleos.

“El gobierno no está generando confianza, por eso trae una caída en la inversión y por eso un crecimiento tan raquítico que hemos tenido en los primeros años de esta administración (…) Hubiese salido más barato a la larga contratar deuda desde marzo-abril y aplicar una política contra cíclica que lo que va a pasar en los próximos años, porque se va a retrasar mucho la recuperación,” estimó.

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