De acuerdo con datos del World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional, publicado el 14 de octubre, el desempeño de la economía mundial en 2020, definitivamente será negativo, ya que se prevé que al final del año tendrá una caída de -4.53%.
De las 40 principales economías, sólo seis se estima que presentarán un símbolo positivo en su crecimiento al final del año 2020: Irán con 4.62%, Taiwán 4.09%, China y Vietnam con 3.33%, Suiza 0.43% e Irlanda con 0.25%.
Los otros 34 países registrarán retroceso, teniendo los tres el peor desempeño, Rusia con -25.83%, Egipto con -19.87% y México con -17.13%.
Esta situación dará como resultado que, al final de este año, México caerá un escalón como economía mundial pasando del 15º lugar, posición que ha ocupado desde el año 2009, al 16º en 2020.
Así, del 2001 al 2020, México se presenta como uno de los tres países que más bajo crecimiento registraron con 37%, sólo superado negativamente por Argentina con 28% y Japón con 14%.
Esto también se refleja, de una manera muy drástica, en la participación en la generación de riqueza, pues mientras la población sigue creciendo, la economía mexicana se ha reducido, ya que si en el año 2001 generábamos el 2.25% de todos los bienes y servicios que se producían en el mundo, para el 2020 sólo habremos producido el 1.24%, es decir, -1.01% menos, lo que significa una pérdida de -45%.
Por eso podemos ver que, si en el año 2001, el PIB per cápita mexicano ascendía a 7,544 USD, mismo que era superior al de 14 países del universo de 40 incluidos en este análisis, para el 2020 ascenderá a 8,069 USD, y ya sólo será superior a diez de ellos porque en este periodo habremos sido superados por China, Rusia, Polonia y Malasia.
También habría que señalar que si en el 1981, el PIB per cápita se ubicaba 42% por arriba del promedio del PIB per cápita mundial y, en el 2001 se mantenía 29% por arriba, para el año 2020 terminará -26% por abajo.
Comentarios
El bajo crecimiento de la economía mexicana en los 40 años más recientes ha sido generado por la carencia de una estrategia realista que incida positivamente en el desarrollo del país, en su lugar se ha aplicado un liberalismo dogmático que no ha permitido capitalizar los beneficios que normalmente genera el libre comercio como ha sucedido en otros países.
Si las reformas estructurales realizadas a finales de los años 80 y principios de los 90 generaron una economía muy competitiva que provocó gran dinamismo en la industria, en el comercio exterior y la captación de mayores flujos de inversión extranjera directa, la firma compulsiva de TLC’s con otros 52 países no ha permitido aprovechar las ventajas comparativas que tenemos en relación con nuestros socios del TLCAN. Y, por el contrario, atomizó nuestras reducidas fortalezas, situación que fue agravada por una desgravación unilateral totalmente ilógica, que creó una competencia desleal para la planta productiva nacional al hacerla trabajar con un marco sistémico nada competitivo.
En este sentido, hay que señalar que los beneficios de dichas reformas se fueron agotando y a partir del 2002 en que, otra vez habíamos llegado a ser la 8ª economía mundial, se inició una decadencia enorme que en el año 2009 nos situó en la 15ª posición como economía mundial, mediocridad en la que permanecimos hasta el 2019 y que, para finales del 2020, nos amenaza en situarnos en la 16ª posición.
No obstante, los países que más crecerán en el periodo 2001-2020 son China con 1,041%; Vietnam 732%; Nigeria 507%; India 425% y Rusia 346%. Merece especial referencia Indonesia, pues con 522% de crecimiento es el país que nos desplazó de la 15ª posición.
Al respecto, en el periodo 1981-2020, los ocho países que nos rebasaron son: India, Canadá, Corea, Rusia, Brasil, Australia, España y, como ya lo señalé en el párrafo anterior, Indonesia.
En este sentido, Australia, Canadá, España y Corea resultan países verdaderamente emblemáticos, pues con menos de la mitad de la población de México tienen un PIB total superior y, por tanto, un PIB per cápita muy superior al nuestro, es decir, resultan mucho más competitivos y productivos que nosotros.
Por lo que se refiere al PIB per cápita mexicano, pasaría de la 42ª posición en 1981, a la 76ª en 2020. Sin duda, enormes retrocesos que sólo reflejan decreciente generación de riqueza y la reducción de oportunidades para grandes núcleos de la población que, para satisfacer sus necesidades más básicas, sólo tienen como alternativas dedicarse a la economía informal, emigrar o, desgraciadamente, ingresar a las filas de la delincuencia.
Apuntes finales
El bajo crecimiento de la economía mexicana ha sido generado por problemas estructurales que nuestros teóricos no han podido ni sabido resolver, pues nunca han trabajado en la realidad y miran hacia modelos, teorías y dogmas orientados más hacia el exterior, utilizando a los TLC’s y la desgravación unilateral como instrumento y base de nuestra política de comercio exterior; sin pensar ni considerar la realidad mexicana y, en políticas públicas, que mejoren las condiciones de competitividad para que la planta productiva nacional pueda trabajar en un clima de confort, y sin pensar en una estrategia integral de promoción, con una reestructuración adecuada.
La situación, especialmente por la pandemia que estamos sufriendo, obliga a redoblar los esfuerzos y dejar a un lado las teorías exóticas, la simulación y la improvisación que ha caracterizado al fomento, al comercio exterior y a la promoción de las exportaciones y de la inversión extranjera directa.
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