Los ensayos de la Fase III de la vacuna contra el COVID-19, desarrollada por Pfizer y BioNTech, que se realizan en Estados Unidos, reportaron la muerte de seis voluntarios, aunque se descarta que tengan que ver con la aplicación de este antídoto.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), publicó documentos, donde informó lo anterior. Cuatro de las muertes reportadas, fueron en personas a las que se aplicó el placebo, siendo sólo dos a las que sí se les aplicó la vacuna, ambos mayores de 55 años.
A pesar de las interpretaciones en redes sociales, la alerta mundial y la incertidumbre de muchas personas, la FDA insistió en que la vacuna es segura y eficaz y que estos seis decesos no tienen relación alguna con ella.
De los dos fallecidos que recibieron la vacuna, explicaron, uno murió por un paro cardíaco, 62 días después de recibir la segunda dosis. El otro, falleció de por arteriosclerosis, tres días después de la primera dosis.
Por otro lado, Reino Unido, primero en iniciar el programa masivo de vacunación a su población, recomendó que la vacuna de Pfizer y BioNTech, no fuera aplicada en personas con historial clínico de alergias graves, tras la reacción grave de dos personas tras vacunarse.
Sputnik V, CoronaVac y otras vacunas, que se encuentran aplicándose o realizando pruebas, no han reportado ningún efecto adverso.
En México, la vacuna de Pfizer y BioNTech está por llegar este mes, con 250 mil dosis, que se aplicarán primero en el sector salud y luego en mayores de 80 años. Se espera recibir otros 15 millones de dosis el primer cuatrimestre del próximo año, así como 35 millones de la vacuna china creada por CanSino Biologics.