Decenas de restauranteros emitieron el grito desesperado “Ya no podemos más” a las autoridades del Estado y Ciudad de México (CDMX). Esto, luego de que el semáforo rojo continuó con el cierre de establecimientos y, por ende, incrementó el número de comercios que fueron a la quiebra dejando sin empleo a miles de personas.
Por medio de una carta abierta, la industria restaurantera pidió auxilio a Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la capital del país, y Alfredo del Mazo Maza, gobernador del Estado de México. La petición principal consiste en que los restaurantes sean considerados una actividad esencial a fin de poder continuar operando.
“Les pedimos que la industria restaurantera sea considerada actividad esencial y se nos permita regresar a trabajar. Si algo queda claro es que o abrimos o morimos”, advirtió la industria.
De acuerdo con el gremio restaurantero, en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se han cerrado un total de 13 mil 500 establecimientos. En este sentido, advirtió que los integrantes del sector permanecen en peligro de desaparecer.
La asociación puso de manifiesto que tan solo el Estado de México ya sufrió la pérdida de 10 mil unidades. Dicha situación, dejó sin empleo a más 50 mil trabajadores del área.
Y es que los restauranteros pusieron de manifiesto que a diferencia del principio del 2020, ahora no cuentan con ahorros suficientes para seguir adelante. Incluso, resaltaron la inversión que hicieron en sus locales a fin de contar con todas medidas de protección ante el virus SARS-CoV-2.
Restaurantes no son fuente de contagio
Una de las grandes razones que dio la industria restaurantera para seguir laborando, consiste en que no se considera una fuente de contagio de COVID-19. Aseguró que estudios internacionales han demostrado que con las medidas sanitarias y el foro reducido no se puede propagar tan fácilmente la enfermedad.
Los firmantes pusieron de manifiesto que las fiestas, eventos privados y el comercio informal, son quienes han expandido el coronavirus. Bajo este argumento, afirmaron que no se puede seguir castigando a quienes trabajan en la formalidad.
Por si fuera poco, los integrantes del sector señalaron que a casi un año del inicio de la emergencia sanitaria, no han sido beneficiados con ningún apoyo. Ante esto, expresaron que la mejor manifestación de ayuda sería el que se les dieran las condiciones para seguir en marcha.