La Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de un comunicado, informó que se encuentra trabajando en un futuro regreso a clases presenciales de forma segura y prudente.
En este sentido, la SEP indicó que en las entidades federativas que se encuentren en semáforo verde trabajarán en una educación mixta entre presencial y mixta, mientras los estados que estén en semáforo amarillo pueden abrir sus Centro Comunitarios de Aprendizaje siempre y cuando cuenten con mecanismos de impartición a distancia.
De igual forma, la dependencia puntualizó que el 11 de enero se retornarán a las actividades educativas de nivel básico de forma virtual en más 230 mil centro públicos y privados y donde esperan a más de 25 millones de alumnos.
También retomarán las clases los estudiantes del nivel Medio Superior del Sistema Educativo Nacional vía online, pero los subsecretarios serán los encargados de determinar los métodos de estudios que impartirán los profesores.
Por otra parte, en el comunicado especificaron que se mantendrá el Programa de Aprende en Casa III con el apoyo de las televisora públicas y privadas del país.
¿Es seguro regresar a clases en México?
Al momento de redactar esta nota, en México se han confirmado más de un millón y medio de casos de coronavirus y 133 mil 204 muertes, cifra que nos hace el país con el mayor índice de mortalidad en todo el mundo.
En un estudio realizado por el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), entre otros institutos demográficos y de salud nacionales, indican que el sector de la población más afectada por la emergencia sanitaria del COVID-19 fue el grupo de edad entre 45 a 64 años con un a mortalidad del 62.6%.
El dato se contextualiza al saber que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el promedio de edad de los educadores del país es de 40 años, es decir, que se podría poner en riesgo la vida de maestros quienes son el grupo de mayor riesgo en México.
Otros países de la región como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Ecuador han realizado, en los últimos meses, un regreso paulatino a clases presenciales, pero con cupo limitado de estudiantes y con modalidades mixtas entre impartición a distancia y en las aulas.
La Unicef, a través de un informe, indicó que en América Latina más 137 millones de estudiantes no han podido regresar a clases presenciales y se estima que se perdieron cerca de 170 días de aprendizaje producto de la pandemia de COVID-19.