Tras nueve meses de gestión se da cuenta a los mexicanos del estado que guarda la administración pública federal, por el Ejecutivo Federal.
En medio de un acalorado ambiente político y social, matizado por manifestaciones y expresiones vinculadas con las tan esperadas reformas educativa, financiera y las próximas fiscal y energética, el Presidente de la República mostró los cinco principales ejes en los que se ha enfocado su gobierno y lo más importante, concentró la atención en pensar y programar la agenda que tiene que cumplir y los retos que se vislumbran en los poco menos de 120 días que restan del año, en varios rubros, pero primordialmente en el legislativo.
Dicho informe muestra los avances que se lograron utilizando el diálogo entre las principales fuerzas políticas de nuestro país, como estrategia y fortaleza. El llamado Pacto por México, ha permitido la consolidación de compromisos a través del debate y de acuerdos constructivos, lo que permitió sacar adelante la reforma en Telecomunicaciones, presentar la Financiera y conciliar la Educativa.
Se ha mostrado la mejor voluntad de nuestra clase política para hacer de México un mejor país, a través de privilegiar el diálogo y la confrontación pacífica de ideas. A lo largo de estos meses, ciertos temas tensaron la relación entre las fuerzas políticas, como fue la víspera de las elecciones en meses pasados, y que en lugar de ocasionar la ruptura de la negociación política, dio pie a la firma de la adenda al pacto, lo que demostró que el dialogo ha sido la principal fortaleza en el gobierno.
No hay vencedores ni vencidos, sino la posibilidad de lograr la unidad dentro de la diversidad. Parece que después de dos sexenios, de confrontaciones, cerrazón y oposiciones, los mexicanos estamos siendo testigos de una época transformadora y que aspira a ser progresista. Tanto el Ejecutivo como el Legislativo, nos dan muestras de intereses comunes, que siendo parte de los Poderes de la Unión, lo común no atiende al interés individual o de grupo minúsculo, sino al general, es decir, al de la mayoría de todos los mexicanos. Esta obligada mancuerna, invita forzosamente a que se sume el Poder Judicial, para velar por el respeto de los logros alcanzados bajo el marco de la legalidad y la justicia.
Estamos en el camino de la recomposición de todo aquello que se trazó de manera incorrecta o, peor aún, que ni si quiera se hizo en años anteriores.
Espero que se tenga presente lo ya logrado, para que se continúe este esfuerzo que permita la construcción de acuerdos y consensos, lo que permitirá impulsar y lograr las reformas que el país aún necesita en muchos temas como lo son la corrupción, el sector energético, la materia fiscal y financiera.
El respeto y la negociación ante la diferencia de ideas que han demostrado los grupos políticos, también debe permear en la sociedad. Más allá de los desacuerdos que se pudieran tener, lo cierto es que nadie debe imponer su punto de vista a través de actitudes hostiles y violentas; por contrario, deben expresarse y comunicarse respetando los derechos humanos de toda la sociedad.
México hoy cuenta con instituciones fortalecidas que velarán siempre por la paz y el beneficio de todos; para cambiar de un estado de desesperanza y de complicados momentos, nuestro país necesita de ellas, pero también de nosotros como sociedad, de un comportamiento cívico y de respeto tanto a las pequeñas minorías, pero más aún, a las grandes mayorías.
Vamos por buen camino; fuimos informados de lo que ya sabíamos, puesto que no nos eran ajenos los acuerdos que se venían logrando. Del informe dado, saquemos conclusiones y dispongamos, todos, actitudes y aptitudes para lograr lo que hace falta.
