La deconstrucción de la supremacía masculina

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Es necesario cambiar los esquemas perceptuales que se tienen sobre lo que significa ser hombre, ampliar estas limitadas fronteras permitirá la reconstrucción del entramado social y el cambio contextual significativo.

Ciudad de México.– La deconstrucción de la supremacía masculina ha significado muchas cosas desde hace mucho tiempo. Durante años se buscó con esto desarraigar los viejos sistemas patriarcales (el gobierno por hombre para hombres) que posicionaban a la mujer en un plano completamente desventajoso y le asignaba una serie de imposiciones que no la dotaban de opciones equitativas.

La forma en la que esta dinámica se fue desarrollando no está clara aún, y aunque existen muchas teorías, lo cierto es que plantear la pregunta ¿hacia dónde nos dirigimos? resulta mucho más relevante.

La deconstrucción de lo masculino ahora, más allá de una lucha por la incursión en el entramado social, radica en un cambio de perspectiva con respecto a ese entramado, un cambio en su construcción y sus significados. Un cambio de posibilidades en las prácticas que son comunes para los hombres. Los significados que se les obliga a cumplir, estos requerimientos, son también un tema relevante dentro del cambio hacia un feminismo del futuro.

Este movimiento sigue las bases del feminismo tradicional, cree que la subyugación de la mujer y de la tierra es una misma, de modo que, al tiempo que exista un solo ser que sea sometido a un orden impositvo, no existirá una completa supremacía del individuo sobre sus derechos.

A su vez, invita a trabajar bajo la premisa de liberar a los hombres de sus roles como protectores y depredadores; este puede ser quizás la mas fundamental de las acciones de cambio en el sistema tradicional de creencias impositoras bajo las que viven tanto hombres como mujeres.

Existen dentro de nuestro hablar cotidiano y en nuestras acciones diarias una serie de significación, esta suele pasar desapercibida porque se hace tan comúnmente, por parte de todos y todas, que no se cuestiona y solo se sigue. Los hombres y las mujeres siguen normas para vivir sus vidas, por eso se estipula que el hombre es el encargado de la manutención del hogar, la mujer debe cuidar/educar a los niños, el debe ser quien proteja porque no siente miedo, ella es por naturaleza mas débil que él pero de igual forma se le pedirá que mantenga un trabajo y el orden del hogar simultáneamente, ellos son rudos y juegan pesado, ellas deben esperar mientras que ellos están preparados para todo.

El seguir, promover y educar bajo estas bases perpetua el sistema obsoleto bajo el que se ha trabajado hasta ahora genera un profundo malestar cultural. Se exige una prueba por medio de los actos y pensamientos de las personas que demuestre su asignación como mujer o como hombre, las mujeres en sociedad suelen adscribirse a esta representación por su facultad de gestar y parir mas que por muchas otras cosas mientras que los hombres no tienen nada mas que su palabra, y sus acciones, para determinarse como tal.

Ellos son hombres porque no son mujeres, y eso expresa que deben de procurar no realizar acciones ‘propias de mujeres’.  Se suele pedir a los hombres que cumplan con ciertas características de poder y mandato, que adquieran fortaleza física y económica, que formen parte activa constante de su sistema social, se les excluye del mundo de las percepciones y afectos, de igual forma que a las mujeres cuando entran al ámbito publico, se les juzga por permanecer en el ámbito privado.

Ademas el sistema de significación masculino esta expuesto a la comprobación constante en tiempo real por parte de sus participantes, los hombres trabajan bajo un estresante y pleno control de sus características individuales; son juzgados por sus propios compañeros y obligados con esto a representar un rol: están obligados a hacer de hombres todo el tiempo.

El mas mínimo error en la forma de articular los movimientos que comprueban su reputación como masculinos, puede llevarlos a dejar en evidencia una brecha, un cuestionamiento con respecto a su persona. El ser masculino vive bajo constante presión debido a esto, y nada mejora el hecho de que además no se les enseña a lidiar con sus emociones y afectos, ‘porque eso es cosa de mujeres’, generando una serie de comportamientos destructivos, impulsivos y desorganizados que ademas del malestar provocado en sus personas, posiblemente también tiene consecuencias hacia su medio externo.

De momento parece un gran reto, llegar a insertarse en nuevos significados y sobre todo, lograr acercarlos a la práctica. La información y su propagación constante parece ser el medio para un primer acercamiento entre esta clase de perspectivas y la comunidad en general.

En la ciudad de Nueva York se realizó una serie de presentaciones artísticas que buscaban hacer llegar a la sociedad por medio de diversos medios de ataque a los sentidos, el conocimiento sobre la búsqueda de una sociedad que se vea a si misma como una sola especie. Este movimiento adapta el nombre de Future Feminism y se concentra principalmente en la puesta en escena de arte musical, pictográfico, interpretativo y cinematográfico, con perspectiva de equidad que exhiban la clase de sociedad en la que vivimos y marquen el camino hacia la que queremos llegar.

Este movimiento busca despertar el feminismo de la segunda ola; muchos piensan que su plan es ambicioso por la conjugación de un número elevado de propuestas, pero plantea puntos que resultan de alta relevancia para lograr un cambio significativo que una la brecha aun existente entre las mujeres y los hombres.

Por Diana Caballero.

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