En entrevista para El semanario, el cineasta Nicolás Echeverría nos habló acerca de su nuevo documental eco de la montaña, el cuál se logró posicionar en el Festival Internacional de Berlín, siendo la película inaugural de la nueva sección Native que se dedica a las temáticas indígenas de América. Aunado a eso, también se hizo un hincapié cuando habló acerca del financiamiento de las películas en México y su experiencia intentando que sus proyectos sean llevados a la pantalla grande.
Ciudad de México.- Respecto a la visión de los documentales y el gran debate acerca de la objetividad, el cual se ha vuelto un tema tabú, el cineasta Nicolás Echeverría declaró: “en realidad yo no creo en la objetividad del cine documental (…) yo creo mucho más en documental de autor en donde cada director y cada documentalista tiene una versión muy especial (…) ya que está alterando de alguna manera el orden y las cosas de lo que está fotografiando con la sólo presencia (…) y claro el sueño de todos los documentalistas es ser invisibles y no existir, pero es imposible”.
En especial, la producción de Eco de la Montaña tuvo una difícil interposición debido al lugar en donde se llevó a cabo su filmación, ya que fue en Zacatecas, Jalisco y Nayarit, las cuales son zonas muy afectadas por el narcotráfico y respecto a ello el cineasta detalló su travesía: “tuve que cruzar toda la sierra en una camioneta por diez horas con un miedo espantoso de encontrarme por ahí con el crimen organizado, a parte tuve que caminar del último pueblito en Santa Lucía diez horas para llegar a su rancho”, sin embargo, la experiencia culminó en un producto que le valió regresar al Festival de Berlín 24 años después de haberlo hecho la primera vez con su cinta Cabeza de vaca, pero no sólo se trató de su regreso, sino de uno muy exitoso por el recibimiento de la audiencia y siendo la película que inauguró la nueva sección Native del Berlinale.
Las claves y experiencia personal de Nicolás Echeverría para financiamiento de producciones cinematográficas.
En experiencia personal del cineasta, por sus intentos de conseguir financiamiento para sus guiones, Echeverría aseguró que “siempre ha sido difícil y yo creo que una crítica que podemos pasar al sistema de ahora es que hemos dejado de ser una industria (…) y ahora cada película se vuelve una empresa individual”.
Contestando también al mito de que ya teniendo trayectoria, el conseguir financiamientos resulta más sencillo, el cineasta reveló “Cada vez que yo quiero hacer una película me cuesta muchísimo trabajo y no sólo me cuesta mucho trabajo, en la mayoría de los casos no puedo hacer las películas, no llego a hacerlas (…) no es fácil todavía realizar un película en este país”.
Con esta declaración de Echeverría nos remitimos a las estadísticas, donde el mayor número de financiamientos de parte del Imcine los consiguen las óperas primas, sobre todo considerando sus convocatorias que tienen ese mismo objetivo y dando como resultado que el hacer la primera película resulte relativamente más fácil que hacer una segunda, tercera o las siguientes.
Pero pese a la dificultad de conseguir un financiamiento, si es posible hacer una película en este país, esto incluso se ha demostrado con un incremento en el número de producciones, los cuales según el Anuario estadístico de cine mexicano 2014 del Imcine, las producciones de dicho año llegaron a 130 películas, lo cual representó una de las cifras más altas en la historia de México, sólo siendo superada por 135 películas producidas en 1959.
Hablando de las formas en que se puede conseguir dichos financiamientos, Echeverría identificó dos opciones, en primera estancia está el Imcine “prácticamente el único canal es Imcine” agregó “casi todo el cine que se produce en este país, documentales y ficción pasa a través de Imcine”, para la segunda opción el cineasta identifica algo más aventurado e independiente “ahora ya con el advenimiento de las cámaras digitales (…) ya hay muchos cineastas que realizan películas a título individual” por lo que las barreras para hacer una producción en este país no se limitan a los financiamientos.
Ya resuelta la problemática de los financiamientos, se llega a un tema que ha sido el gran enigma para generaciones pasadas, presentes y seguramente futuras, y es ¿se puede vivir haciendo cine?, a lo que Echeverría contestó muy jocoso “Pues ya me hubiera muerto yo”, sin embargo, los problemas vienen en la difusión a los cuales se deben prestar atención “yo creo que otra de las cosas que habría que apuntar en este país es que debería haber mucho más contacto con los documentales y la difusión”, para ello el cineasta finalizó sugiriendo un modelo de apoyo entre instituciones “Tenemos televisoras, tenemos el canal 22, el canal 11 que podrían hacer un apoyo definitivo para hacer documental en México (…) además son del estado, el canal 22 es de Conaculta y está vinculado con Imcine, entonces yo creo que es importante estrechar esos vínculos.
Por Karen H. Lara.
