En respuesta a la querella comercial que Estados Unidos presentó esta semana ante la Organización Mundial de Comercio contra Canadá, México, Unión Europea, China y Turquía rechazando las medidas arancelarias de estos gobiernos, el gobierno canadiense reiteró la legitimidad de su represalia comercial.
Ottawa, Canadá .- La oficina de la principal negociadora comercial para el TLCAN, la canciller Chrystia Freeland, defendió las medidas comerciales canadienses impuestas a ciertas importaciones estadounidenses desde el 1 de julio en represalia a las estadounidenses argumentando que son acordes a los derechos de Canadá ante la OMC y el TLCAN.
Las represalias, por un monto de 16.6 mil millones de dólares estadounidenses, fueron medidas proporcionales “dólar por dólar” a las tarifas estadounidenses y es “absurdo” pensar que el acero y el aluminio canadienses puedan representar algún tipo de amenaza contra la seguridad de EUA, afirmó el vocero de la cancillería Adam Austen.
Las tarifas impuestas por Washington son “inaceptables e ilegales”, agregó.
En tanto, el nuevo gobierno conservador en Ontario envió a su ministro de Comercio a Washington, DC para tratar de convencer a los funcionarios republicanos de la importancia de mantener el flujo comercial entre ambos países por el bien de ambos ciudadanos.
El nuevo ministro de Desarrollo Económico y Comercio de Ontario, Jim Wilson, viajó a Washington, DC para formar parte de las audiencias del Departamento de Comercio en torno a la sección 232 para el sector automotriz.
Su participación fue el 19 de julio y en ella el nuevo funcionario comercial trató de “defender vigorosamente los empleos de loa canadienses y de los estadounidenses que dependen de nuestra relación comercial histórica”.
En la audiencia para evaluar si la industria automotriz canadiense representa un peligro para la seguridad de EUA, Wilson habló “en defensa de la industria automotriz de Ontario y de los beneficios económicos que ofrece tanto en Estados Unidos como en Canadá”.
En esta primera gira de trabajo a la capital estadounidense el ministro conservador estuvo acompañado por Dean French, jefe de gabinete del gobernador Doug Ford.
“Estados Unidos y Ontario comparten una relación económica única basada en un comercio justo y equilibrado, cadenas de suministro integradas y mercados complementarios”, enfatizó el ministro de Comercio de Ontario.
Pese a las diferencias con Ottawa en el tema de ayuda para la atender al creciente número de peticionarios de asilo que sigue llegando desde EUA, el gobierno de Ontario dijo que está del lado del gobierno federal para proteger los trabajos en la provincia contra el proteccionismo estadounidense.
“Está claro que Ontario no es un riesgo de seguridad nacional para Estados Unidos. De hecho, EUA y Ontario comparten muchos de los mismos objetivos: juntos podemos avanzar nuestras prioridades compartidas de crear empleos en ambos lados de la frontera mediante el desarrollo de entornos comerciales fuertes y competitivos que estimulen la innovación y el crecimiento” afirmó el gobierno provincial entrante.
Canadá y Estados Unidos enfrentan una de sus peores crisis comerciales y políticas a raíz de la imposición de tarifas al comercio de acero y aluminio, así como por el impasse en las negociaciones para modernizar el TLCAN.
El nuevo capítulo en esta guerra comercial es la amenaza estadounidense de imponer aranceles a las importaciones automotrices.
La industria automotriz canadiense ha advertido que las tarifas estadounidenses al sector serían devastadoras y afectarían 160 mil empleos canadienses.
