Cristal Geopolítico

“Aquarius” y “Cero Tolerancia”, tragedia migratoria

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Detrás de cada hondureña, libio, salvadoreño, afgana, maliense, colombiano, sirio, guatemalteca, kosovar o mexicano que emigra hacia Estados Unidos o costas europeas, está su urgencia por dejar atrás la ingobernabilidad e inseguridad en sus países de origen y que amenaza su vida. Si es cierta la premisa de que todos los gobiernos son responsables del éxodo masivo de sus ciudadanos, habría que atribuirles la mayor oleada migratoria de la historia que atestigua este siglo XXI.

Hoy, desde el río Suchiate al mar Mediterráneo, tanto los Estados “expulsores”, los de “acogida” y de asilo de migrantes, evaden los intereses de sus nacionales y dirimen su responsabilidad en la arena mediática y foros políticos. La violencia multifuncional es la constante en Estados fallidos donde la democracia ya ni siquiera es utopía y en regiones enteras cooptadas por las redes trasnacionales delictivas.

Hombres y mujeres huyen de la Libia inviable políticamente, tras la eliminación de Muammar el Khadafi con apoyo de la OTAN; escapan del Triángulo Norte de Centroamérica, donde Guatemala, Honduras y El Salvador son enclave estratégico para la trata de personas, tráfico de drogas y armas. Personas de todas edades escapan de la sequía y falta de alimento en el Cuerno de África, así como del desencanto político en el este europeo y la balcanización de Afganistán y Siria.

Ante la ineptitud e insensibilidad de los políticos, la sociedad civil sale en auxilio de los migrantes. Así ha sucedido con la odisea del buque Aquarius de la ONG francesa SOS Méditerranée, que desde 2006 ha realizado 140 misiones de rescate y salvamento a cientos de inmigrantes de Nigeria, Sudán, Pakistán, Irak, Libia y Afganistán.

embarcación migrantes
Barco “Aquarius” (2012).

La reciente travesía del Aquarius fue epicentro de una crisis política en Europa, tras el rechazo de Malta e Italia a acoger a 629 inmigrantes rescatados ante costas Libia. Ante la situación de emergencia, Valencia (España) recibía a esos olvidados de la tierra (como los llamó Franz Fanon), y les concedía el estatus de refugiados.

Ese peregrinaje del Aquarius y la imposición de la estrategia anti-inmigrante Cero Tolerancia del Gobierno de Donald John Trump, exhiben el hipócrita discurso del mundo industrializado de defensa a los derechos humanos de los migrantes. Estados Unidos ‒la superpotencia militar y económica mundial‒, arrebata los hijos a padres inmigrantes para desanimar a otros a viajar a ese país. Sólo entre el 19 de abril y el 31 de mayo la política de Cero Tolerancia, denunciada como “cruel e inhumana” por abogados y senadores demócratas, ha separado por la fuerza a casi 1,995 menores de 18 años de sus familiares adultos. Esa cifra, que admite el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), es el primer saldo de la xenofobia declarada del Gobierno de Donald John Trump.

Adicionalmente, esa política de Cero Tolerancia impuesta por los “halcones” del gobierno de Donald John Trump contra la inmigración indocumentada, exhibe la perversión de un sistema que se beneficia de la mano de obra barata migrante y, a la par, separa a los menores de sus familias.

día mundial del inmigrante

Europa ‒la antes llamada ‘humanitaria’ y ‘culta’‒, blinda sus fronteras y paga a terceros países, como Turquía, para alojar temporalmente a los inmigrantes. Las antiguas potencias coloniales y sedes del capitalismo corporativo contemporáneo evaden su responsabilidad en las causas político-económicas del éxodo forzado de millones de personas.

Esa visión, no sólo ha endurecido la tradicional política de asilo, sino que apunta a desvanecerla. Hace más de siete años que la migración cruza transversalmente la agenda política de países opuestos a recibir más inmigrantes, como España, Francia, Italia, Grecia, Alemania, Austria, Hungría, Suecia, Dinamarca y Holanda. Por ello será decisiva la Cumbre de Líderes Europeos del 28 y 29 de junio, que debatirá la modificación al Reglamento de Dublín, sobre el sistema de asilo.

México, importante expulsor global de migrantes y tradicional receptor de los miles de desposeídos centroamericanos, es el país más peligroso en su tránsito hacia Estados Unidos. Así lo evidencia el rastro letal que han dejado en todo el país los impunes homicidas de inmigrantes o el sistemático crimen de género que perpetran agentes migratorios y elementos de seguridad locales contra las migrantes.

La bestia México
“La Bestia” (tren).

Tampoco es válido cerrar los ojos a la articulada práctica de secuestro, extorsiones y discriminación que se inflige a esos inmigrantes en territorio mexicano. De ahí la importancia del compromiso, asumido por el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, en Ciudad del Vaticano, de firmar a final del año el Pacto Mundial de Naciones Unidas sobre protección de migrantes y refugiados.

El actual juego geopolítico global, anticipa que la migratoria es una crisis que no mejorará sino que cada vez empeorará. Su eventual solución requiere soluciones urgentes y sostenibles, donde los Estados recuperen su razón de ser al garantizar la vida y bienestar de sus habitantes y los países de tránsito y destino de migrantes se comprometan a proteger la dignidad de todas las personas en movimiento. ¿Un reto nada fácil, verdad?

La geopolítica juega al fútbol en Rusia

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En el ADN de los Estados está su aspiración de proyectar su influencia y poder. Para lograrlo en la muy compleja escena internacional, hoy los estrategas optan por la política suave (que Joseph Nye bautizó como softpower). La Federación de Rusia el país más extenso del planeta, potencia militar y jugador energético global, apuesta a ese poder suave con el futbol para lograr dos objetivos estratégicos. Uno, cambiar la correlación de fuerzas geopolíticas, y dos, situar a Rusia entre los cinco países más desarrollados del mundo.

Al ganar la sede de la XXI Copa Mundial de Fútbol de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), el país euroasiático y las aún superpotencias militares, dejan el ajedrez estratégico por el balompié. Y como observa el analista argentino Roberto Parrotino, ahí la FIFA “funge como un Estado supranacional”.

En este torneo, Rusia proyecta un rostro amable y de potencia emergente sin pretensiones, justo cuando crece la tirantez de Occidente por el conflicto en Siria. Además, cientos de millones de espectadores atrapados en un juego de 90 minutos, significan jugosos ingresos además de absorber y difundir la cultura y modo de vida rusos. Por tanto, hoy el Kremlin, como en su momento hicieron Estados Unidos, Surcorea, Alemania y otros, apela a los malabares de una pelota con diámetro de 22.29 centímetros y peso no mayor de 453 gramos, para conquistar mentes y espíritu de aficionados al soccer.

Con ese torneo, Rusia busca erradicar la hostil narrativa de los últimos meses y Putin se perfila como diplomático y audaz estadista, lo que justifica que por cinco años la revista Forbes mantuviera en el primer sitio en su lista de personas más poderosas del mundo.

“El fútbol es el primer imperio auténticamente global y, a diferencia de otros, se ha ido extendiendo por todo el planeta de manera pacífica y sin necesidad de imponerse”, estima el director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París, Pascal Boniface. Y en ello coinciden los 32 países cuyos equipos jugarán en Rusia; ese deporte que trasciende los contextos de guerra como de paz. Así, desde el 14 de junio y por 32 días, introducir el esférico en la zona de gol será objeto del deseo de las piernas, músculos y pensamiento estratégico de los futbolistas de cinco continentes.

A esa contienda llegan Estados Unidos y México, cuya relación pasa momentos difíciles por lances migratorios y comerciales en el contexto de inminente elección presidencial en nuestro país. Por América Latina va Argentina, potencia futbolística que vive intensas protestas antigubernamentales; el otrora gigante del balompié Brasil, hoy en recesión y cuya impugnada clase política no convence al electorado para votar en octubre por un nuevo Ejecutivo. También llega Colombia, rica en biodiversidad y carbón de envidiable ubicación geográfica, que elegirá en segunda vuelta a su presidente. Con ellos van los poderosos atletas de Chile, Costa Rica, Honduras y Uruguay.

Europa aporta la mayor cifra de futbolista a este torneo. Van: el equipo de la Inglaterra del Brexit, de la España que ha cesado a Mariano Rajoy y que hoy gobierna el PSOE (Partido Socialista Obrero Español); así como Italia, que estrena gobierno heterogéneo sui generis (de populistas y conservadores). Con ellos va el equipo de una Alemania poderosa, paradigma del motor industrial europeo, al que sigue el conjunto de Ucrania que vuelve a escena tras su conflicto con Rusia. Los acompañan prestigiados jugadores de Francia, Polonia, República Checa, Dinamarca, Holanda, Polonia y Ucrania.

futbol

Sin duda, otro gran atractivo geopolítico en ese torneo es la escuadra de la República Islámica de Irán. Tras el retiro de Estados Unidos del Acuerdo Nuclear G5+1, la milenaria nación persa enfrenta la reedición de las sanciones en su contra. El fútbol mediterráneo lo representa Argelia, primer país que se independizó de Francia en los años 60 y uno de los más estables del Magreb. Y del dinámico bloque asiático, llegan Surcorea (que ha ganado atractivo internacional tras acercarse con Norcorea, su nación hermana), y el gigante tecnológico-industrial: Japón. Por África, único continente con crecimiento constante en los últimos años, estará el equipo de Nigeria la potencia petrolera y otros ricos recursos además de ser el país más poblado de la región.

También va Ghana, cuyo crecimiento atrae a inversionistas globales. Con ellos va el potente equipo de Camerún, un Estado que pese a su riquísima biodiversidad, pasa apuros para desarrollarse. Complementa el conjunto africano con Costa de Marfil, la potencia mundial productora de cacao que abastece a las fábricas de chocolate de Europa.

A Australia se le espera con curiosidad. Ese enorme estado de Oceanía con tradición de acogida a migrantes ha dado un giro en sus intereses y hoy veta la inmigración al tiempo que apuesta a situarse como primer exportador mundial de armas.

Vemos pues que el uso de eventos deportivos con fines geopolíticos no es nuevo. En los últimos años, los estados que organizaron esa gesta estaban en su cúspide geopolítica (Brasil 2014 y Sudáfrica 2010), a los que hoy se suma Rusia este 2018, todos miembros del bloque BRICS de economías emergentes y prometedores actores del siglo XXI. ¡Por muchos goles, sin autogoles ni penaltis geoestratégicos!

Softpower para un mundo feliz

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Ustedes, ellas, nosotros y ellos aspiramos a ser felices. Y en el umbral de la segunda década del siglo XXI, alcanzar la felicidad pasa por una visión geopolítica que identifique las nuevas claves del poder global. Sin duda, hoy esas claves apuntan a los más estratégicos avances científico-tecnológicos y los Estados deben asumirlo. Gran parte de esos hallazgos y creaciones buscan mejorar la salud humana. Poder político y biología no son tan lejanos, como no lo son las relaciones sociopolíticas de las corporaciones con la sociedad. Para vincularlos, basta aplicar el llamado “poder suave” o softpower.

Más salud, menos dolor y mayor bienestar garantizará la supervivencia con un enfoque multidisciplinario. Por tanto, se cumple la utopía de ser feliz. La noción de felicidad ha evolucionado en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) de la Lengua que la definía como el “estado de ánimo que se complace por la posesión de un bien”. En 2006 enmendó esa definición a: “Satisfacción, gusto, contento” y recientemente, la RAE renovó el significado a: “Estado de grata satisfacción espiritual y física”.

La felicidad, así como la ciencia y la tecnología tienen nuevos paradigmas; en las últimas décadas ha cambiado todo lo que se pensaba sobre el ser humano. Por tanto, no es ingenuo pensar en la grata satisfacción espiritual y física, para más de 7 mil millones de habitantes del planeta. Hoy ya se ha descifrado el genoma humano, se es capaz de reprogramar a una o varias células, se han hallado planetas similares a la Tierra y se han localizado nuevos materiales (como el grafeno, el más delgado del mundo).

La eterna juventud parece cercana. En marzo, investigadores de Boston liderados por David Sinclair, revelaron que habían encontrado la forma para revertir el envejecimiento en ratones. Con el tiempo, decaen los niveles de la molécula denominada NAD, necesaria para sobrevivir, y favorece enfermedades relacionadas con la edad. Hoy se puede mantener constante su producción.

Se produce con nanotecnología hasta desarrollar componentes de cómputo de tamaño molecular, de millonésimas de milímetro. Se exploran las posibilidades de las neurociencias y psicolingüística con el mismo ahínco con el que se incursiona en el espacio extraterrestre. Los laboratorios del mundo no cesan de buscar la eterna juventud y reparar tejidos y órganos dañados.

Es obvio que esos descubrimientos y su aplicación no son, en este momento, accesibles a todos. En una sociedad de clases, sólo una minoría se beneficia de ellos. Así lo anticipaba ya en 1932 el emblemático Un Mundo Feliz del británico Aldous Huxley. Ahí, ese científico-filósofo presentaba una sociedad dividida en castas: Alfas, Betas, Gammas, Deltas, según la terapia de “hipnopedia” a la que habían sido sometidos. No obstante, es imposible soslayar la importancia de lo que hoy se descubre en el mundo.

¿Cómo no asombrarse por la posibilidad de transferir recuerdos de un ser vivo a otro gracias a las neurociencias? Pues la Universidad de California logró trasplantar la memoria de un caracol marino a otros, cuyas células y procesos moleculares se asemejan a los nuestros. Además de lo fantástico de transferir algo tan intangible como los recuerdos, ese logro vaticina tratamientos en males degenerativos como el Alzheimer o el estrés postraumático.

Huxley

De igual forma, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York han descubierto –o clasificado– un nuevo órgano. Se trata de un delgadísimo canal que conecta al sistema linfático. De confirmarse el hallazgo, tendría grandes implicaciones en la medicina moderna pues influiría en el enfoque de la dispersión del cáncer.

Entretanto, para las víctimas de migrañas la Administración de Drogas y Alimentos ha aprobado la primera droga diseñada para prevenir este mal. Y a la par, la Universidad de Washington ha anunciado la creación de la píldora de control natal para hombres; una combinación de hormonas conocida con las siglas DMAU (Dimethandrolone Undecanoate).

Los científicos mexicanos no son ajenos a esta búsqueda del mundo feliz. Investigadores del Instituto Politécnico Nacional, como el ingeniero Sergio Rico, han creado lluvia artificial para zonas de sequía y un cargador de teléfono al caminar. También, han inventado chocolate para bajar de peso, apps que miden niveles de glucosa y miden litros de gasolina para evitar robos y desarrollado la supercomputadora híbrida Xiuhcóatl –la primera en el país y el mundo, así como tinta indeleble para votar‒.

Investigadores de Instituto de Biotecnología Campus Morelia de la UNAM, realizan la secuenciación del genoma indígena para entender qué enfermedades afectan más a los mexicanos. De igual forma, en la Facultad de Psicología se ha creado el primer prototipo portátil de termografía que, sin ser invasivo, mide emociones. Tras los macrosismos de septiembre, otros universitarios construyeron en Puebla la primera casa con botellas de PET.

Son infinitos los nuevos desarrollos científico-tecnológicos para acercarnos a la felicidad. Es indispensable que quienes aspiran a dirigir el destino de México el próximo sexenio, entiendan que la mejor inversión en educación y salud es el conocimiento. ¡El softpower, pues!

Francia y México, con mayo como telón de fondo

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Pues, nada, que este 5 de mayo se conmemoran 156 años de la victoria del Ejército mexicano sobre las fuerzas de intervención francesas y los aliados de Napoleón III. Ese emperador light que abrigaba el sueño de extender su dominio en una América Latina y contrarrestar la influencia de los nacientes Estados Unidos.

Un año después de la Batalla de Puebla, y con unos 36 mil elementos europeos, se consumaba la ocupación que ya consigna la historia. Lo que poco se conoce es que los mexicanos no se resignaron a esa intervención.

Para actuar donde el mermado Ejército republicano ya no podía, se optó por un sistema de guerrillas, formado por cuerpos de procedencia civil y militar, que mantuvo la lucha contra la invasión francesa y el Segundo Imperio, refiere José Arturo Saavedra Casco.

La guerrilla hostigaba, cansaba, distraía y fastidiaba al ocupante. Interrumpía líneas de comunicación, rutas de abasto de dinero, armas, alimentos y vituallas de los ocupantes. Operaban en todo el país, con énfasis en la llamada Tierra Caliente, la Huasteca, y entre Xalapa y Puebla.

En mayo de 1864, Maximiliano de Habsburgo llegaba a México como emperador. Era la etapa álgida de la contraguerrilla francesa (mercenarios de todo el mundo) y sus excesos. El más despiadado sería Aquiles Charles Dupin (1863-1865), que incluso gobernó Tamaulipas, y al que Maximiliano repudió.

Aquiles Charles Dupin
Aquiles Charles Dupin

Otros crueles contraguerrilleros fueron el prusiano Natzmer —denunciado por el francés Pedro La Clau—, el suizo Stoeklin y Schekel, entre otros. Ellos y sus colegas, partirían de México abandonados por Napoleón III, y derrotados, bajo la feliz mirada del pueblo y los guerrilleros mexicanos. Vale la pena releer esa historia, ahora en mayo.

Hace 50 años, y también en mayo, los franceses nos regalaban la utopía. Era 1968, el cirujano sudafricano Christian Barnard hacía el primer trasplante de corazón; Norcorea capturaba al barco-espía, USS Pueblo, de Estados Unidos; Praga escenificaba una gran protesta antisoviética, y Martin Luther King era asesinado.

Francia vivía una pax de facto: obreros y policías chocaban en la fábrica Garnier (Redon), florecían las huelgas en Honfleur (Calvados) y en los liceos se protestaba por la falta de medios para estudiar. En ocho años, los estudiantes han pasado a ser de 200 mil a 600 mil; exigen más democracia (becas precarias y poca participación) y un futuro. El 22 de marzo, 142 estudiantes ocupaban la Sala de Consejo de la Facultad de Nanterre, son desalojados con violencia. Los apoyan colegas en Italia, España; todos protestan contra el autoritarismo. ¡El mayo francés comenzaba en marzo!

El movimiento estudiantil se multipolariza y se proclama antirracista, anticolonialista, feminista, ecologista, plural, crítico, contra los errores del socialismo real y anti-hegemónico, entre otros. Es el momento de ¡La imaginación al poder! del ¡Tomemos el cielo por asalto! del ¡Seamos realistas, pidamos lo imposible! o del ¡Prohibido prohibir!

Abolicion Francia

Los protagonistas del mayo francés son los sectores más politizados de su tiempo. Los observa todo el mundo, y también México. Es el momento en que tenderos de Grenoble, Cluses y Toulouse aceptan bonos de lucha estudiantiles; del paro de taxistas en apoyo a los jóvenes; cuando electricistas parisinos reinstalan la energía en barrios pobres; la Bolsa de Valores cerraba con gesto solidario; fábricas automotrices y de aviación van a la huelga general, y la Asamblea Nacional aprobaba la cuarta semana vacacional pagada.

El gobierno de Charles de Gaulle y los partidos políticos eran rebasados por la inédita fórmula: estudiantes-obreros-campesinos-burócratas-sociedad civil. Por primera vez, en 14 años, volvía a las calles francesas el desfile del 1° de Mayo y, mientras Estados Unidos y Vietnam iniciaban el diálogo de paz en París, florecían los debates políticos en la Sorbonne, y con ello, los pretextos para su clausura. Se atomizaban los comités estudiantiles en toda Francia, paraban trabajadores de bancos, de las Galerías Lafayette y de las tiendas Printemps.

La contraofensiva llegaría en junio: a la división sindical y esquiroles rompehuelgas sigue la represión. Banderas rojas aterciopelan el retorno a las máquinas en la fortaleza industrial de Seguin, en Billancourt, y bajo protesta regresan obreros de Renault, Peugeot, Citroën, Usindor, entre muchos otros. El movimiento, escindido, pierde energía, pero no su encanto. Medio siglo después, la cíclica efervescencia resurge en las calles parisinas, casi por las mismas razones y con distintos protagonistas. ¡Gracias, mayo del 68!

Sistemas nerviosos y cuellos de botella planetarios

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En tiempos de operaciones punitivas relámpago y de pactos comerciales transcontinentales, urge ver el mapamundi con curiosa mirada geopolítica. Así descubriremos qué tienen en común las zonas geográficas remotas entre sí, y por qué atraen a estrategas globales. Entre otros, la frontera México-Estados Unidos, los Estrechos de Ormuz, del de Bering, el de Gibraltar, el de Bab Al Mandab (entre Yemen y Djibuti), el de Magallanes (que conecta el Atlántico y el Pacífico por Tierra del Fuego) y el de Yucatán, son centros neurálgicos del sistema-mundo contemporáneo.

Esos estrechos y fronteras son los llamados cuellos de botella planetarios, son los choke-points que conectan el sistema nervioso del sistema-mundo contemporáneo, y controlarlos es el objetivo de corporaciones trasnacionales y superpotencias. Ése es el gran juego geopolítico que hoy se libra en un inmenso tablero mundial.

En geopolítica marítima, choke-point alude a un punto de sofocamiento. Indica un paso obligado entre vías marítimas importantes. Son canales que pueden ser cerrados por adversarios y provocar el caos comercial y político. Esos puntos marítimos y terrestres son rutas vitales de mercancías, commodities, personas y, ¿por qué no decirlo?, de contrabando de toda clase de bienes y personas.

Puerto

Desde el siglo XVI, dominar los océanos marcó las relaciones de poder entre las grandes potencias y, 500 años después, la misión básica de las Armadas de las superpotencias sigue siendo el control marítimo. ¿La razón? Sus aguas navegan más del 70% de la producción petrolífera mundial y 60% de buques que transportan millones de contenedores. Controlar las rutas de acceso de los Estados ribereños otorga un poder inmenso. Los geopolitólogos advierten que potencias como Estados Unidos, Reino Unido y China rediseñan su estrategia naval porque, como nunca, los mares son muy disputados. Por décadas, Estados Unidos, Reino Unido y Francia garantizaron su supremacía marítima con Bases Navales. En nuestros días, esto se logra con sistemas estratégicos llamados Bases-Estación Navales Móviles (MOBS, en inglés), menos vulnerables y más fáciles de trasladar hacia y desde zonas de gran tensión. “Disponer de MOBS es la base de nuestra hegemonía”, reconocía, en noviembre, el teniente coronel James W. Hammond III, del Instituto Naval estadunidense.

Y así, vemos a las Armadas de países occidentales custodiando los más estratégicos choke-points del globo. El think tank británico Chatham House, enlista 14 choke-points clave. Algunos, pese a situarse en zonas de tensión política híper-candentes, se mantienen en relativa calma, pese a las cíclicas perturbaciones de los vecinos en la región. Un ejemplo es el Estrecho de Gibraltar que, en los últimos 15 años, no ha escenificado grandes conflictos, a pesar de los roces habituales entre Reino Unido y España.

La tensión entre China y Japón, por las deshabitadas islas Diaoyu (según Beijing) y Senkaku (según Tokio), ha escalado en años recientes. La posibilidad de que el control por ese choke-point ocasione más conflictos, se basa en el hallazgo de crudo, gas natural y metano, explica el exdirector de operaciones del Centro de Inteligencia Conjunta del Comando Estadounidense del Pacífico, Carl Schuster.

China ha ganado influencia en el océano Índico, lo que incomoda a Estados Unidos, que domina ese mar y el Pacífico desde la Segunda Guerra Mundial. Beijing logró que las Islas Seychelles permitan que sus barcos se reaprovisionen allí en su ruta hacia el Golfo de Adén, como parte de su apoyo contra piratas somalíes. Ese es un choke-point cuya evolución mantiene en vilo a Occidente.

No todos los puntos rojos planetarios son marítimos. La franja de 3,169 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos es un choke point donde se dan cita todos los tránsitos legales de personas y mercancías, así como todos los tráficos ilícitos (desde drogas y armas hasta tabaco e inmigrantes irregulares). En su contorno habitan casi 68 millones de estadounidenses y 20 millones de mexicanos.

Otros puntos neurálgicos son: el Canal de la Mancha, entre Calais (Francia) y Dover (Reino Unido), con su Eurotúnel; el Estrecho de Yucatán que con sus 217 kilómetros une al Mar Caribe con el Golfo de México y donde coinciden intereses geoestratégicos, Estados Unidos, Cuba y México. El paradigma de punto estratégico es el Estrecho de Ormuz, por ese angosto pasaje entre el Golfo de Omán y el Golfo Pérsico fluye más de la mitad del petróleo al mundo (17 millones de barriles diarios). El libre paso por Ormuz ha sido motivo de reyertas entre países vecinos, y Occidente teme que alguno decida bloquearlo.

Mapa
Choke-points del tránsito diario mundial de petróleo. Estimado en millones de barriles por día. Incluye petróleo crudo y líquidos derivados del petróleo. Basado en datos del 2016. Fuente: Administración de Información de Energía de EE. UU. (U.S. Energy Information Administration).

Más allá de Ormuz, los estrategas comienzan a pensar en nuevos puntos candentes planetarios. La mayoría considera los ciberataques como los choke-points digitales del futuro, pues son difíciles de rastrear y todo un desafío por dominar.

Piedras preciosas: ambición y conflicto

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Hoy, como hace siglos, poseer gemas es un anhelo personal que ha trascendido hasta influir en políticas de Estado. Del utópico aventurero que buscaba tesoros en territorios inhóspitos, que construyó la narrativa colonial, hoy se impone la fría realidad: atesorar diamantes, esmeraldas, zafiros, rubíes, topacios, lapislázulis y jades está bajo el control de firmas multinacionales. Su extracción, corte, pulido y comercialización corre a cargo de centros del Primer Mundo, siempre políticamente correctos, con anuencia de gobiernos del Tercer Mundo, usufructuarios de las ricas vetas.

El 55 por ciento de los diamantes del mundo procede de diez países; siete son africanos, seis son subdesarrollados y sufren conflictos casi endémicos. El ingreso per cápita de Sierra Leona apenas suma los 440 dólares, y la expectativa de vida de su población es de sólo 50 años. En la guerra civil de Angola, en los años noventa, se decía: “El Gobierno tiene petróleo, pero la guerrilla, diamantes”. Los diamantes, ahí extraídos, como en Liberia, República Democrática del Congo y la República Centroafricana salen del continente para seducir a Occidente. Es un ciclo de conquista inverso al que vivió África hace 300 años.

Diamantes

La sangre, sudor y lágrimas de mineros y pobladores de las regiones diamantíferas en conflicto, despertaron el pudor occidental en 2003 cuando se creó el Proceso Kimberley —organismo que aspira evitar que grupos en pugna se financien con diamantes—. Son pocos sus logros, pues dependen de la voluntad y capacidad de esos frágiles países. A su vez, las firmas extractivas acallan críticas al afirmar que el sector es fuente de bienes, crea empleos y ofrece asistencia sanitaria a miles de personas.

Del corazón de Asia Central, en las minas de Badakshan brota, desde hace más de 6,500 años, el lapislázuli, que adorna la legendaria máscara del faraón Tutankamón y ha embellecido las más bellas mezquitas orientales y estancias palaciegas europeas. En este siglo XXI, y tras 17 años de presencia militar occidental, todos los actores políticos internos y con intereses externos del país se disputan el control del llamado “tesoro azul”.

¡No es para menos! ¡El lapislázuli es un negocio con beneficios de 25 millones de dólares anuales para traficantes asociados con fuerzas armadas extranjeras, talibanes y el gobierno! Y mientras Afganistán busca su gobernabilidad tras décadas de inestabilidad política, la ambición por esa exquisita piedra mantiene una red de contrabando que se alimenta por sobornos y reyertas locales. Así, el lapislázuli se trafica de Kabul a Peshawar en Pakistán y de ahí llega a exclusivos centros joyeros de Europa y Asia.

Hace tiempo que la explotación de lapislázulis, zafiros y rubíes afganos está en manos de expertos del Instituto Americano de Gemología (GIA) y del Servicio Geológico de Estados Unidos. Todos desvían la mirada ante el uso indiscriminado de explosivos para dar con la veta deseada, no importa que la descarga lance por el aire trozos de esmeraldas o berilios en el valle de Panshir. Se trata de extraer más lo más rápido posible.

Así lo avalaba, en 2015, el entonces presidente Hamid Karzai, al anunciar que Afganistán sería uno de los países más ricos porque el subsuelo guarda yacimientos minerales valorados en mil millones de dólares. En su respaldo, el director para Afganistán y Pakistán de la polémica Agencia para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID) declaraba en 2010: “En vez de tierra baldía, Afganistán es la veta madre de los recursos minerales. El desafío es cómo extraerlo y asegurar que beneficie a los afganos. Lo veremos en siete u ocho años”. El plazo ha concluido y el conflicto ha escalado, no la prosperidad.

Rubí gema

Colombia produce las esmeraldas de la más alta calidad mundial desde tiempos coloniales. Se afirma que los primeros narcotraficantes eran contrabandistas de esmeraldas que seguían rutas para sacar del país la hermosa piedra verde. La mayor zona productora es Boyacá, en las regiones de Chivor, Coscuez y Muzo. En los años 70, escenificó la primera guerra esmeraldera, que dejó casi 1,500 muertos, y la segunda guerra, entre 1985 y 1990, dejó 3,000 muertos.

Pese a su añejo conflicto armado, sólo en 2016 Colombia recibió más de 107 millones de dólares por exportar unos 279.000 quilates de esmeraldas. Estados Unidos compra el 60 por ciento y Asia el 40 por ciento (Hong Kong, India y Tailandia). En la víspera de la elección presidencial, el gobierno ha optado por atraer a más firmas extranjeras para extraer más esmeraldas. Así, mientras se profundiza la miseria en las zonas esmeraldíferas, multinacionales, como Gemfields Group Company, serán beneficiarias de esa nueva política.

La feroz dictadura de Myanmar (antigua Birmania, 1962-2011) se sostuvo con la venta de piedras preciosas en el mercado internacional. La industria del jade produce casi la mitad del Producto Interno Bruto del país (que ronda los 64,330 millones), casi 50 veces el gasto en salud de la dictadura militar. Según Global Witness la explotación en minas de jade sería el “mayor robo de recursos naturales de la historia”. Además, Myanmar produce el 80 por ciento de rubíes del mundo, entre ellos, el excelente “Sangre de Paloma”; una industria valuada en 31 mil millones de dólares.

“Armas Frankenstein”, guerra y paranoia

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Ya está listo el arsenal para las batallas de hoy, las guerras del mes siguiente y del año próximo, a librarse en ciudades, desiertos, océanos y selvas del planeta. La fórmula: armas-tecnología-poder se resuelve con las que he bautizado Armas Frankenstein, una extraordinaria fusión de modelos convencionales con sistemas robóticos, mecatrónicos y electrónicos. Ya no hay combate cara a cara. El nuevo arsenal aniquila a gran distancia más objetivos y rápido.

En su discurso de fin de mandato, el 17 de enero de 1961, el presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower advertía que los consejos de gobierno debían evitar “la influencia del complejo industrial-militar (CIM), que implica el riesgo de desarrollar un poder usurpado”. Sin embargo, el poder e influencia del CMI creció desde la guerra de Vietnam y se mantiene en los 55 conflictos armados activos que registra el Anuario 2017 del Instituto de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI).

Clara expresión de ello es el trabajo conjunto del CMI y centros de educación superior. Los laboratorios de la no muy pública Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA, en inglés) y prestigiadas Instituciones como el Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT). Todos producen Armas Frankenstein.

missile defense agency

A la intención de preservar la hegemonía estadounidense en el Pacífico, siguió la bomba nuclear. La paranoica ola anticomunista creó la perversa eficiencia del arsenal biológico y la bomba neutrónica en tiempos de Ronald Reagan. El amanecer del siglo XXI construyó un imaginario colectivo del miedo donde el mundo exterior es conflictivo y en perpetua inseguridad, con ciudadanos inmovilizados, analiza el politólogo Robinson Salazar.

Ese imaginario inspira el diseño de las Armas Frankenstein para cumplir el postulado del prusiano Carl von Clausewitz (1780-1831), de que ‘la guerra no es el objetivo, sino vencer’. Y eso se logra en la modalidad de guerra aérea, que dispone de satélites espías a los que se suma una legión de ubicuos minidrones con cargas letales. También se nutre de los indetectables cazas furtivos F-22 Raptor, casi invisibles, apoyados por sensibles radares distribuidos en todo el mundo y un universo de señales de radio de gran capacidad destructiva.

El producto más acabado es la poderosa Terminal de Defensa de Área a Gran Altitud (THAAD o Escudo Antimisiles de Estados Unidos). Un sistema de misiles instalado en Surcorea, destinado a interceptar misiles norcoreanos. Sin embargo, esas armas teledirigidas pueden alcanzar territorio ruso, de ahí que hace dos semanas el Kremlin presentara su misil intercontinental impulsado por energía nuclear casi imposibles de ser interceptados por el THAAD.

Hoy, la infantería terrestre dispone de un amplio repertorio en Armas Frankenstein. Ingenieros del MIT, de la Universidad de Harvard y la Universidad de Seúl, crearon el warrior-worm, un gusano robot de material super maleable que se contrae hasta pasar por orificios diminutos, que sobrevive a grandes impactos, cuya cámara térmica detecta blancos a gran distancia, es muy silencioso e ideal para tareas de reconocimiento.

 

También el Pentágono tiene sus propias Armas Frankenstein. Uno es el chita-robot que se desplaza a más de 20 kilómetros por hora; se diseñó ese felino electrónico para ayudar a los combatientes en un amplio rango de misiones. Esa fauna bélica se enriquece con el perro-robot Alfa que carga hasta 132 kilos de peso y recorre 40 kilómetros de pendientes sin repostar.

perro-robot Alfa

¿Qué país en desarrollo, luchador social, guerrilla o defensor de la soberanía de su patria puede enfrentar a un soldado invasor con overol blindado, casco con transmisión de video, geoposicionador satelital con reconocimiento de voz y provisto de un rifle calibre 5,56mm con lanzagranadas y mira laser? ¿Qué fuerza puede enfrentar el cañón estadunidense de plasma inducido por láser? La DARPA creó ese uniforme-inteligente ante la preocupación del Pentágono por el alto costo político que conllevaba la muerte de sus tropas en el frente de batalla.

Y como la guerra es negocio, los beneficiarios son contratistas como la Boston Dynamics, que provee al US Army cascos con sensores que graban y transmiten lo que sucede en el campo de batalla y, eventualmente, miden la gravedad de impactos en pleno combate. Otra favorecida es la Lockheed Martin, que fabrica misiles Aegis y aviones F-35, así como BAE Systems, creador del tanque de combate de futuro más rápido del mundo. Las firmas contratistas quieren el botín que representa el presupuesto militar de Estados Unidos (el mayor gasto militar con más del 40 por ciento del total global).

Hasta ahora, a la pregunta de ¿cómo enfrentar al arsenal Frankenstein? Vale responder con el ejemplo del líder vietnamita Ho Chi Minh, quien ordenó colgar bolsas con orina en árboles altos de la selva, para desorientar a las mortíferas bombas de napalm, guiadas por el calor humano. Ingenio contra el horror y la paranoia.

Geopolítica con sabor a chocolate

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En su característico sabor amargo-cremoso o endulzado al gusto europeo, aderezado con frutas, adicionado con gotas de cognac o tequila y hasta con chile, el chocolate es la delicia prehispánica más cosmopolita del siglo XXI, apetecido por todas las clases sociales y paladares de todas edades. Sin embargo, este aporte de Mesoamérica al mundo y que hoy significa una industria que ronda los 99 mil millones de dólares, podría desaparecer antes de 2050 por la apatía de las nuevas generaciones de agricultores y el cambio climático.

La suma de ambos factores ya afecta a países cuya economía dependen de la producción de cacao (theobroma cacao): Costa de Marfil (38 por ciento) y Ghana (19), suman por sí solas la mitad del cultivo mundial de la semilla. Los siguen: Indonesia (13), Nigeria (5), Brasil (5), Camerún (5), Ecuador (4) y Malasia (1).

productores de cacao

Todos ellos producen el 90 por ciento de la semilla y la exportan a la industria y mercados europeos y estadounidense. En años recientes ha habido un cambio significativo, pues cada vez más el cacao viaja a China e India, las potencias emergentes y nuevos devoradores de chocolate, según estima la UNCTAD (United Nations Conference on Trade and Development).

La semilla que produce el chocolate fue bautizada por los mayas como Ka-Kaw (de ‘kakh’ fuego y ‘Haa’ agua). El cacao sirvió como moneda de cambio (tlacacáhuatl) en tiempos prehispánicos y en el virreinato, la adicción por el chocolate llegó a ser tal, que la Iglesia prohibió que las señoras consumieran en los templos la bebida, porque se distraían del ritual litúrgico.

cacao

Y aunque México reúne las condiciones climáticas para ser gran productor de cacao, apenas ocupa el onceavo lugar a nivel mundial. Sólo participa en el mercado mundial con 2 por ciento (27 mil toneladas anuales), que representan ingresos estimados en unos mil millones de pesos.

Las zonas de cultivo se concentran en Tabasco (66 por ciento), Chiapas (33), Guerrero y Veracruz, y generan empleos que bien pudieran ampliarse y así promover el desarrollo de esas entidades endémicamente atrasadas.

Proponerse producir cacao de mejor calidad para alcanzar mejores precios en el mercado externo, estimular el mercado interno y desarrollar una industria competitiva, bien pueden ser objetivos a corto plazo del sector agroindustrial mexicano. Más aún, hoy que la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte se hace más tortuosa con Estados Unidos.

A nivel planetario, esa modesta fruta cultivada en climas húmedos tropicales tiene su propio grupo de expertos y cabilderos: la Organización Internacional del Cacao (ICCO). En su órgano informativo, el Quarterly Bulletin of Cocoa Statistics 2016-2017, se revela que en los últimos 50 años crecieron la oferta y demanda mundial de cacao a un ritmo anual promedio de 2.5 por ciento.

productores en Ghana cacao

Eso significa que hoy, la población mundial va al alza en el planeta y come más chocolate. De ahí que en el ciclo pasado se produjeran 7,450 toneladas de cacao; cifra muy superior al ciclo 2015-2016. Estos resultados podrían cambiar drásticamente por las cada vez más fuertes variaciones climáticas.

Las lluvias e inundaciones inciden en la pérdida de zonas de cultivo por deslaves. Ciclos variables de humedad y calor propician el incremento de enfermedades (por hongos y bacterias) así como de plagas en las plantaciones. Por ello, el Panel Integubernamental sobre Cambio Climático prevé que en años próximos Costa de Marfil y Ghana perderán extensiones significativas de áreas de cultivo de cacao. Tal escenario sería catastrófico para los adictos al chocolate.

Otro factor negativo es el desinterés de las nuevas generaciones de agricultores en ese cultivo, pues no lo consideran una opción empresarial atractiva. ¡Claro que esa percepción está equivocada! Basta ver las cifras del mercado mundial del chocolate: Estados Unidos se mantiene como el mayor consumidor mundial con 20 por ciento del consumo, aunque los suizos son los mayores devoradores per cápita (11 kilos por persona).

Paradójicamente, un tercer factor negativo para la industria chocolatera es ¡el aumento en el suministro de cacao! El mercado hoy exige chocolates más puros, sin aditivos y de primera calidad, por lo que hay más demanda de cacao. Por ello, la agencia Bloomberg prevé que en la temporada 2017-2018 la producción aumente en 97 mil toneladas. Tal sobreoferta incidiría negativamente en el precio de la semilla, que hoy alcanza 2.5 mil dólares por tonelada. La única ocasión en que cotizó a 4 mil dólares fue en 1970, pero nunca más ha recuperado ese precio.

El adictivo chocolate también tiene efectos terapéuticos. La teobromina y epicatequina, flavonoides del cacao, hacen que esa pasta negra sin azúcar sea excelente protector cardiovascular, potencie el rendimiento deportivo y regule la presión arterial. En el México antiguo se usó como ungüento contra quemaduras y bebida tonificante. ¡Cultivemos cacao y consumamos chocolate!