Internos de NASA y astrónomos aficionados lograron encontrar una “super tierra” a 226 años luz la cual se encuentra en la zona habitable
Utilizando información del telescopio espacial Kepler de la NASA, dos internos de NASA y un equipo de astrónomos aficionados han descubierto una nueva “Súper Tierra”.
Aproximadamente con el doble del tamaño de la Tierra y conocido como K2-2288Bb. el nuevo planeta está localizado entre la zona habitable, aumentando las esperanzas de que albergue. Se encuentra a 226 años luz de distancia en la constelación Taurus y podría ser rocoso o un planeta rico en gas similar a Neptuno, comentó la NASA. Su tamaño es raro entre los exoplanetas, planetas más allá de nuestro sistema solar.
“Es un descubrimiento muy emocionante dado al cómo fue descubierto, la temperatura de su órbita y debido a que planetas de este tamaño parecen ser relativamente poco comunes”, dijo Adina Feinstein, alumna graduada de la Universidad de Chicago, quien también es la autora líder del artículo que describe el nuevo planeta aceptado por The Astronomical Journal.
El planeta yace en un sistema estelar conocido como K2-288, el cual contiene un par de estrellas brillantes y oscuras separadas por aproximadamente 8.2 miles de millones de kilómetros, que es aproximadamente seis veces la distancia entre Saturno y el Sol.
La estrella más brillante es aproximadamente la mitad de masiva y grande en comparación del Sol, mientras que su compañero es alrededor de un tercio de la masa y tamaño del Sol, afirmó la NASA. El nuevo planeta, K2-288Bb, orbita la estrella más pequeña y tenue cada 31.3 días.
El descubrimiento fue hecho cuando, en el año 2017, Feinstein y Makennah Bristow, un pasante de la Universidad de Carolina del Norte Asheville, quien trabajaba como interno con Joshua Schlieder, un astrofísico del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, buscaron en los datos de Kepler evidencia de los tránsitos, la atenuación regular de una estrella cuando un planeta en órbita se mueve a lo largo de la cara de la estrella.
Examinando la información de la cuarta campaña de observación de la misión Kepler K2, el equipo observó dos probables tránsitos planetarios en el sistema. Sin embargo, los científicos requieren un tercer tránsito antes de anunciar el descubrimiento del posible planeta y no existió una tercera señal en las observaciones que revisaron. No obstante, más adelante resultó que el equipo de hecho no había analizado toda la información.
En el modo K2 de Kepler, que se llevó a cabo del 2014 al 2018, la aeronave espacial se auto reposicionó para apuntar a una nueva área del cielo al inicio de cada campaña de observación cada tres meses. Los astrónomos estaban inicialmente preocupados que este reposicionamiento pudiera causar errores sistemáticos en las mediciones, así que ignoraron los primeros días de dichas observaciones. Al reexaminar los datos, encontraron que necesitaban confirmar la información del exoplaneta.
Los datos analizados fueron publicados directamente en Exoplanet Explorers, un proyecto donde el público observa los datos recolectados de Kepler K2 para localizar nuevos planetas en tránsito.
En mayo del 2017, los voluntarios se dieron advirtieron de un tercer tránsito y comenzaron una emocionante discusión sobre cuál era entonces un candidato del tamaño de la tierra en el sistema, lo cual atrajo la atención de Feinstein y sus colegas.
“Así fue como lo perdimos y los ojos ciudadanos científicos fueron extremadamente valiosos para encontrarlo y señalárnoslo”, dijo Feinstein.
El equipo comenzó las observaciones de seguimiento utilizando el telescopio espacial Spitzer de la NASA, el telescopio Keck II en el Observatorio W. M. Keck y el telescopio infrarrojo de la NASA (estos últimos dos localizados en Hawaii), de igual forma examinaron la información de la misión Gaia de la ESA (Agencia Espacial Europea, por sus siglas en inglés).
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