El mercado de segunda mano se aprovecha de la similitud para engañar a los compradores con dispositivos parecidos, pero que no están a la altura de los originales. ¿Cómo evitarlo?
Ciudad de México.-Se parecen pero no son ni de lejos el mismo. Por lo regular los teléfonos chinos intentar engañar a la gente haciéndoles creer que se trata de un dispositivo original. Esto es algo que pasa con todos y cada uno de los smartphones de gama alta.
El mercado de segunda mano se aprovecha de esta similitud para intentar engañar a los compradores con dispositivos parecidos, pero que no están ni remotamente a la altura de los originales. Más allá de las especificaciones técnicas se podrá descubrir que se trata de un clon falso poniendo atención a los detalles.
El tacto es distinto, la calidad de la pantalla deja que desear, no se siente tan fluido como un tope de gama, el brillo no suele ser tan alto y en general un dispositivo de gama alta no debería generar ninguna duda sobre su autenticidad.
Y es que si los feléfonos chinos tienen tanta mala fama no se debe a los Xiaomi, Oppo o Jiayu, sino a estas copias que no tienen nada que ver con los fabricantes de verdad.
En general, comprar un dispositivo Android no debería tener más problemas que los inherentes al precio. Sin embargo, en la búsqueda de la mejor oferta se tiende a navegar por decenas de sitios con tal de ahorrar unos cuantos pesos que suponen la diferencia entre una buena compra y un capricho excesivo.
Por tanto lo primero que se debe tomar en cuenta es el sentido común. Un Galaxy S4 no se encontrará en 3 mil pesos, un Note3 no estará en 2 mil. También hay que fijarse un poco en la historia de porqué se vende y cuando, los S5 y M8 acaban de salir, venderlos en menos de un par de semanas no es muy común.
No fiarse de la caja original ni de la factura. Las dos cosas son fáciles de conseguir y no tienen porque pertenecer al dispositivo que te están intentando vender. Muchas veces los estafadores son muy amables e intentan por todos los métodos convencerte de su veracidad.
Otro tema son los accesorios, muchos de ellos imitaciones también (que son más fáciles de clonar aún que los móviles). Tampoco fiarse de las especificaciones que puedan mostrar programas como AnTuTu, y es que a pesar de que ese programa marque una cosa, el resultado real puede ser muy distinto. Incluso se han llegado a ver AnTuTu que marcaban un chip Qualcomm, cuando en realidad estos clones chinos tienen un MediaTek.
Para diferenciarlos nada mejor que mirar detalles como el número de serie, parecido pero no igual. Y en caso de dudas buscar en Internet información de ese modelo. Otro detalle es que estas copias no tienen el nombre impreso en la carcasa del teléfono, un detalle importante pero que suele pasar desapercibido cuando se tiene en mano y parece tan real.
Si compañeros y familiares son conscientes de este mercado, empezarán a dejar de lado la compra de estos teléfonos que por muy bonitos que sean, ni son igual de buenos ni generan recursos a las personas indicadas. La mejor forma de combatir este mercado es evitando la compra.
El Semanario Sin Límites, con información de medios
