OCDE alerta sobre falta de capacitación tecnológica en los mexicanos.
Los avances tecnológicos han creado un mercado digitalizado al que miles de empresas en todo el mundo se han tenido que ir adecuando, impactándose sus procesos productivos y por consecuencia el sector laboral.
Los países que más se han visto afectados por este avance tecnológico son los que están en vías de desarrollo, en donde las fuerzas laborales no cuentan con las habilidades necesarias para hacer frente a la evolución digital que impacta los procesos de producción con nuevas innovaciones tecnológicas como la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas.
Un estudio reciente realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló que en México, el 50 por ciento de la fuerza laboral no se encuentra preparada para enfrentar el cambio tecnológico y la digitalización de sus trabajos.
En su análisis “Educación Superior en México: resultados y relevancia para el mercado laboral”, la OCDE señala que esta realidad apunta a que en los próximos años, el 15 por ciento de los empleados podrían ser desplazado por la tecnología, mientras que un 33 por ciento sufrirá trastornos muy importantes en sus centros de trabajo al estar subcalificados o sobrecaificados.
Los pronósticos de la OCDE para el mercado laboral el México en 2020 apuntan a un incremento en la complejidad de las vacantes de empleo, por lo que hizo un llamado a las instituciones universitarias, empresas y gobierno para trabajar en conjunto y mejorar la preparación de los trabajadores del futuro.
“Si la economía mexicana no aumenta la inversión en I+D (investigación, desarrollo e innovación), no ofrece incentivos y elimina los obstáculos para el crecimiento de las empresas, y no se enfoca en las industrias de tecnología avanzada, y en actividades de mayor valor agregado, seguirá siendo un proveedor de bienes intermedios y ensamblador del sector manufacturero de Estados Unidos”, señaló el organismo.
Ante ello, el mercado laboral en México no será capaz de emplear a los egresados de las universidades, por lo tanto, podrían enfrentar inactividad, desempleo, informalidad, sobre calificación y salarios muy bajos, reiteró el análisis.
Sí el nivel educativo se mantiene, no ayudará a impulsar la movilidad socioeconómica de los universitarios, mientras la inversión pública o privada que sea atraída no será rentable para las personas o la sociedad, advirtió.
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