Escandaloso

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La maldición gitana sentencia para aquellos que se les desea un mal momento: “Permita Dios que te salga un toro bravo”. A Curro Díaz alguien se la debe de haber cantado pues la padeció con el toro Escandaloso de la ganadería de Montalvo, muy en el tipo de su ascendiente en Zalduendo, hoy en día ganadería española de don Alberto Baillères.

Ver acometer al caballo a Escandaloso, embistiendo con pujanza, para posteriormente ir con gran clase a la muleta, ésta vez con poca madona del torero, fue una gozada para quienes disfrutamos de la bravura en su máximo esplendor.

En el apartado (así se le llama en España a lo que le decimos “sorteo” en México) me encontré con José Luis Vázquez, matador de toros mexicano en el Retiro, y me hizo la observación de que por el tipo le parecía que el toro iba a ser de campeonato. Además, observó cómo en los corrales el toro se mantenía apartado del resto, lo cual de acuerdo a su vasta experiencia le era una buena señal; y no se equivocó, fue certero, faltando muchas corridas por lidiarse habría que recordar a Escandaloso para ser el toro más bravo del serial madrileño.

Lo de la maldición gitana por desgracia se le aplica a Curro Díaz, quien si bien dio algunos buenos muletazos aislados con la izquierda, fue nula la estructura, ligazón y mando de la faena; en pocas palabras, desperdició a un toro de campeonato que le hubiera permitido, de aprovecharlo, salir por la puerta grande. Así de crudo es el toreo y el torero de Linares fue despedido entre abucheos.

Los detalles completos del festejo los recogerá en las crónicas del 15 de mayo de 2017, lo mío es sólo un apunte.

Esa misma mañana, la del día del Santo Patrono de Madrid, San Isidro, tuve la oportunidad de charlar con el empresario de Las Ventas del Espíritu Santo, el francés Simón Casas; y entre otros conceptos con respecto a los toreros mexicanos, se refirió a que le hubiera gustado contratar a Luis David Adame, quien declinó (de acuerdo a su versión) confirmar este año su alternativa y mencionó a Sergio Flores como a alguien que le gustaría contar tal vez para la Feria de Otoño.

El empresario francés curtido en mil batallas, vende como pocos al toreo; ya veremos si como ronca, duerme, por el futuro del mismo. Ojalá y le funcione su propuesta, pues Madrid como nuestra Plaza México, son los bastiones del toreo y de la salud en resultados artísticos y en la taquilla de ambos sitios, en mucho depende el resto de los cosos taurinos.

Por supuesto, falta mucha feria en la que vendrán seguramente muchos aficionados mexicanos para acompañar a Joselito Adame en dos oportunidades más de posicionarse en donde lo merece, así como también a Leo Valadez, a quien le presagian un gran futuro en España, confirmándolo recientemente en Sevilla, donde es claro, por su sitio, que pronto le veremos como matador de toros.

Los que vendrán a Madrid ojalá y tengan la suerte de ver a Joselito como hace 45 años no sucede desde la salida en hombros de la Plaza de Las Ventas de Eloy Cavazos, y ver a Leo Valadez cruzar en hombros el umbral de Puerta Grande (que desde 1964, junto con Antonio Sánchez Porteño, no acontece en la categoría novilleril).

Parece tiempo de romper paradigmas, es justo y necesario.

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