Negociar con una pistola enfrente

Lectura: 2 minutos

Ahora resulta que el gobierno de Estados Unidos ve la situación crítica por la que atraviesa Venezuela como una amenaza para sus ciudadanos. Así ve también al terrorismo internacional que, según la administración de Trump, ya estaría operando desde México.

Haciéndose eco de las amenazas de invasión militar de Venezuela que había proferido Trump, el vicepresidente Mike Pence dijo a su paso por Colombia que su jefe no está dispuesto a “esperar mientras Venezuela colapsa hacia una dictadura” (…) y lo que estamos presenciando es que Venezuela está colapsando hacia una dictadura (…). “Un Estado fallido en Venezuela amenaza la seguridad y la prosperidad de todo nuestro hemisferio y al pueblo de Estados Unidos de América”.

Las palabras de Pence parecen la crónica de una invasión anunciada, si es que la comunidad internacional lo permite. Ni la cancillería de México, que se ha sumado a la orquestación del golpe de estado en Venezuela, ha podido avalar semejante atrocidad.

México tampoco está seguro ante la beligerancia del equipo Trump; llama la atención que casi no se ha hablado de ello, pero Trump le puso la espada de Damocles a nuestro país al vincular las actividades de los cárteles de la droga al terrorismo islámico.

Aunque el señalamiento de que los narcotraficantes en México están aliados al estado islámico es absurdo porque ¿qué interés pueden tener las tácticas y acciones del terrorismo de cualquier signo para el trasiego de drogas?, resulta que el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el entonces secretario seguridad y hoy jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, lo plantearon hace un mes sin asomo de duda.

Kelly testificó ante diputados de su país que los cárteles mexicanos “comparten lazos con redes terroristas” que les permitirían contrabandear no sólo drogas o personas, sino “bombas sucias”, y Tillerson aseguró que “claramente vemos estas conexiones de estas actividades (narcotráfico) con organizaciones terroristas, incluyendo el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS)”.

Creo, como lo señaló Raymundo Riva Palacio, que la presencia militar estadounidense existe en México desde hace varios años (El Financiero, 7 de agosto, 2017).

Por eso, desde que los temas ligados al terrorismo ocupan el primer lugar en la agenda de seguridad de Estados Unidos, México, por vecindad geográfica y por la presencia del narcotráfico, fue considerado parte de la seguridad nacional de Estados Unidos.

Sin duda, la condición que ha ligado a nuestro país con la seguridad estadounidense cambia cualitativamente si Estados Unidos ve, imagina, inventa o provoca que el terrorismo islámico opera desde nuestro territorio.

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x