Buceando en Cozumel

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Hoy les quiero hablar del buceo. En otra ocasión escribí sobre las sensaciones que se viven al saltar de un avión y desplegar tu paracaídas. En el paracaidismo todo es vertiginoso, dependiendo de la altura a la que te lances, las emociones (particularmente) en la caída libre, se suceden súbitamente, no hay mucho tiempo, por ejemplo, para asimilar el miedo natural al dar un paso fuera del avión y sentir la fuerza del viento al caer a más de 200 kilómetros por hora.

En el buceo por el contrario, las cosas suceden como en cámara lenta, al bucear el tiempo y las cosas discurren lentamente, nada es súbito como en el paracaidismo.

Al igual que en el paracaidismo, donde las emociones inician cuando te estás equipando en tierra, en el buceo pasa lo mismo. Las emociones inician con la revisión de tu equipo en tierra, la planificación de la inmersión, la elección del lugar y de tu pareja (una regla de oro en el buceo es jamás hacerlo solo), la verificación de manómetros y, necesariamente, la comprobación de la cantidad de aire contenida en tu tanque.

Hecho lo anterior, particularmente cuando buceas en aguas abiertas (el mar, por ejemplo) hay que subir al bote que te llevará a tu destino. He buceado en diversos escenarios, en esteros, en cenotes, en lagunas, incluso en tanques contenedores de agua, pero hacerlo en las azules y cristalinas aguas de Cozumel es una de las experiencias más hermosas que uno puede vivir.

Debo decir que Cozumel es considerado como el segundo mejor lugar del mundo para bucear, contamos con unas barreras de arrecifes impresionantemente hermosas.

Buceo Cozumel

En mi última visita a Cozumel, buceé en diferentes lugares, sin embargo, la joya de la corona es sin duda Palancar. Palancar cuenta con todo, arrecifes, vida marina abundante, corales de diversos tamaños y colores, así como pasadizos o túneles que permiten pasar de un lado al otro del arrecife, lo que es impresionante, pues de un lado ves una planicie y del otro el azul profundo del océano. De hecho, al bucear en Palancar, debes mantenerte pegado al arrecife, ya que de no hacerlo así, las corrientes podrían arrastrarte hacia el mar profundo.

Del lado de la planicie es común, por ejemplo, ver a una tortuga gigante nadar junto a ti (como me sucedió), o ver pasar a un lado tuyo a un tiburón gata, que en mi caso se interesó por mi cámara de video.

Tuve oportunidad también de bucear en el barco hundido Felipe Xicoténcatl C-53, un barco que la marina de México donó y hundió en el año 2000, este barco de 50 metros de eslora y 12 metros de altura, se encuentra ubicado cerca de Chankanaab, en el Parque Marino de Puerto Morelos. A casi 18 años de su hundimiento, el barco cuenta actualmente con múltiples formaciones de coral.

Bucear fuera de él es una experiencia majestuosa, ver por ejemplo las formaciones coralinas en las propelas del barco es una imagen impresionante, como igual de impresionante es ver, en la parte superior del barco, peces barracuda, meros negros, peces ángeles o algún cangrejo que, aunque simpático, siempre está listo para pelear.

Por otra parte, es posible también bucear al interior del barco, lo que requiere un poco más de conocimientos y habilidades, puesto que es necesario que el buzo controle muy bien su flotabilidad. Ingresar al barco genera (o a mí me generó) una sensación de angustia y placer, ya que aunque sea de día, hay partes completamente obscuras del barco por las que es necesario pasar. Al bucear en el interior, es inevitable pensar que fue funcional, que por los recovecos que buceas caminó gente, que ahí hubo marinos que pasaron quizá meses conviviendo.

Por último, he de comentar que bucear en la noche es una experiencia sublime, mucha de la vida marina se activa por las noches, entonces al hacer buceo nocturno, puedes ver muchas especies que en el día están escondidas; pude ver pulpos y calamares, cangrejos gigantes, morenas (sí, esas que avientan descargas eléctricas si te quieren atacar), y con tan buena suerte que logré encontrar peces globo y peces sapo o rana. Como dije, muchas especies se activan por las noches y es cuando las podemos observar en su máxima plenitud. Así, al bucear por las noches, es impresionante ver la capacidad para mimetizarse con el entorno tanto de los peces rana (que se mimetizan con los corales), como de los pulpos que frente a tus propios ojos se mimetizan con el entorno y cambian de color de una manera impresionante.

En fin, el buceo es también una actividad apasionante, quizá en otra ocasión retome el tema respecto del buceo en cuevas o cavernas.

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