Lo natural vs. anti-natural. La fecundación in vitro

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Me encanta la ciencia, me maravilla ver cómo es que el ser humano puede, y ha utilizado siempre su capacidad intelectual para cambiar el mundo y mejorar sus condiciones de vida.

Desde las primeras etapas de la existencia, el rasgo distintivo de los seres humanos ha sido, precisamente, el uso del intelecto, el desarrollo científico y la utilización de tecnología. Todo empezó con las primeras y rudimentarias herramientas que el hombre desarrolló, pequeños mazos, flechas, arcos, cuerdas, etcétera.

Es por eso que me sorprende cuando, con el argumento de lo “anti-natural”, algunas personas se oponen lo mismo a la reproducción humana asistida que a la igualdad intelectual de hombres y mujeres. Hace tiempo, al presentar un libro precisamente sobre reproducción humana asistida, ya para concluir mi presentación, después de haber hablado de los procesos y las implicaciones jurídico/sociales de la fecundación in vitro, alguien me increpó, diciéndome, “ya ve abogado, en qué problemas nos metemos por ir en contra de la naturaleza”.

Como lo mencioné, yo estaba por terminar mi exposición, de hecho mis interlocutores ya estaban por retirarse del auditorio en el que nos encontrábamos. No pude (como en muchas otras ocasiones) quedarme callado y les pedí que tomaran asiento nuevamente, pero que antes de hacerlo, bajo el argumento de lo antinatural, pedía que se apagara el clima, pues era antinatural, también les pedí que nos desnudáramos ya que no nacimos con las ropas que usábamos.

Recuerdo la expresión de incredulidad de quienes me escuchaban, luego continué diciendo que el argumento de lo anti-natural es una falacia, expliqué que el ser humano ha ido en contra de la naturaleza desde sus primeros orígenes. Quien me había cuestionado volvió a intervenir, insistiendo en que era claro cuándo las cosas estaban en el orden de lo natural y cuándo no, y que no debíamos contravenir eso.

Le expliqué, que de ser así, no volviera a tomar por ejemplo un antibiótico, que si su cuerpo era atacado por una bacteria, él debía dejar que las cosas tomaran su curso y que si dicha enfermedad le causaba la muerte, pues ni qué hacer, ya que medicarse era ir en contra de “lo natural”. Al igual que los teléfonos celulares, los autos, el agua entubada, las gafas, y un largo etcétera.

En fin, la anécdota es mucho más larga, pero la idea es la aquí plasmada y, por cierto, en relación a lo “no natural”, quisiera concluir con la siguiente historia fascinante.

Este 25 de julio del 2018, se cumplieron 40 años de un hito cuyas implicaciones científico/sociales han sido profundas, el nacimiento de Louise Brown (n. 1978), una niña británica, quien fue la primera persona nacida a partir de un procedimiento de fecundación in vitro. Su nacimiento, como era de esperarse para la época, estuvo rodeado de polémica debido, precisamente a la forma cómo fue concebida.

nacimiento de Louis Brown
Portada del ‘Evening News’, 27 de julio de 1978 (Foto: Evening News).

Al ser el primer caso derivado de la fecundación in vitro, la prensa lo bautizó como el nacimiento de la “primer bebé probeta”, lo que para muchos fue un gran triunfo de la ciencia, pero para otros, sin embargo, era un retroceso al considerar como “anti-natural” el procedimiento.

El nacimiento de Louise fue la culminación de un trabajo de ocho años llevado cabo por el médico y fisiólogo Robert Geoffrey Edwards y el ginecólogo Patrick Christopher Stepote, mediante el cual lograron por primera vez, la fertilización in vitro de un embrión humano.

Después de Louise Brown, algunas fechas relevantes en cuanto al surgimiento de nuevos “niños probeta” son:

  1. Julio de 1980: primer bebé probeta australiana;
  2. Mayo de 1981: primer bebé probeta francesa (de nombre Anadine);
  3. Diciembre de 1981: primer bebé probeta estadounidense;
  4. 1983: primer bebé probeta italiana;
  5. julio y septiembre de 1984: primera y segunda bebés probeta españolas (Anna y Lorena);
  6. 1984: primer bebé probeta australiana, nacida, además, a partir de embriones previamente criogenizados.
científico
Robert Edwards, Bourn Hall Clinic, Inglaterra, 1989 (Foto: Corbin O’Grady Studio /Biblioteca de fotografía científica).

Según algunas estimaciones, a lo largo de estos 40 años, han nacido más de seis millones de personas gracias a este método de reproducción asistida.

Corolario

Una mujer producto de lo “anti-natural” que todo indica, ha llevado una vida muy natural. Tan natural que en 2006 dio a luz a su primer hijo concebido de manera “natural”.

“Es pequeño, pero perfecto”. Éstas fueron las palabras de Louise Brown para describir a su hijo Cameron, quien nació poco antes de la Navidad de 2006 en el hospital St. Michael de Bristol, Inglaterra.

Referencias:

https://elpais.com/elpais/2018/07/25/album/1532508040_364385.html#foto_gal_1

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