Entro al recinto de manera abrupta y me sorprendo al encontrar una serie de cajitas de madera, tipo joyeritos, cerrados y cuidadosamente dispuestos sobre unos pedestales alineados a lo largo de las paredes del lugar. El fuerte olor a humedad que se desprende de los muros antiguos y el intenso frío de la mañana, entorpecen mis sentidos. Todo es silencio. En este momento, soy la única visitante en los alrededores. Tentada por la curiosidad, mi niña interior sucumbe de inmediato al impulso natural de abrir una de las cajas y desvendar su contenido, no sin antes buscar la mirada aprobatoria del vigilante encargado del salón. ¡Las cajas son para abrirse! Mis manos ansiosas buscan el deleite del contacto con la primera pieza a mi alcance, lisa y bien labrada. Procedo a abrirla. De súbito, un sobresalto. Mis ojos miran el forro de terciopelo azul que cubre su fondo. ¡La caja está vacía! Al instante capto la imagen de una tarjeta postal pegada a la parte interior de la tapa al mismo tiempo que un fuerte sonido retumba en el espacio y en mis oídos. “…todo para su mascota, páááááááseleeeeeeeeeee, tenemos todo para su perrito, su gatito, ropa, zapato, pechera, páááááááseleeeeeeeeeee …”. ¡El grito de una pregonera! Abro la siguiente cajita, que ahora reproduce la voz de un vendedor de bolsas. Atrapada en una especie de frenesí curioso, voy abriendo todas las tapas, que poco a poco inundan el lugar con la oferta de toda clase de productos, desde toallas, refrescos y arreglos de navidad, hasta calcetines. Voces de hombres y mujeres, todas sonando al mismo tiempo y formando un contrapunto cacofónico que a la vez entreteje un entramado sonoro de carácter textural. Con un pase de magia, de pronto me encuentro inmersa, de lleno, en el paisaje sonoro de las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México que acabo de cruzar hace apenas unos minutos. ¡Una delicia!
Coro Informal (2016) de Félix Blume (Francia, 1984) y Daniel Godínez Nivón (México, 1985) [Fragmento]
La obra Coro Informal (2016) de Félix Blume (Francia, 1984) y Daniel Godínez Nivón (México, 1985) forma parte de la exposición “Modos de oír. Prácticas de arte y sonido en México”, que actualmente se lleva a cabo en el Ex Teresa Arte Actual.[1] Aunque se podría decir que Coro Informal se aproxima conceptualmente de la icónica Box with the Sound of its Own Making (1961) de Robert Morris (E.U.A., 1931-2018) en la que una caja de madera proyecta los mismos sonidos –grabados y amplificados‒ generados durante su propio proceso de construcción, es la obra musical Le Cris de París (c. 1530) de Clément Janequin (Francia, 1485-1558) la que detona el proceso creativo de Blume y Godínez Nivón. En su famosa obra polifónica a 4 voces, Janequin inmortalizó a principio del siglo XVI los “gritos” de los vendedores ambulantes que ejercían sus actividades en las calles de la capital francesa, mediante la utilización de 42 pregones. Cabe mencionar que la tradición de los pregoneros franceses, iniciada en la Edad Media, continuó durante varios siglos hasta decaer con la Primera Guerra Mundial. En una reapropiación contemporánea de esta idea, Blume, artista sonoro e ingeniero de sonido, realiza un minucioso trabajo de captura de las voces de los pregoneros de la bulliciosa Calle de Moneda. A través de grabaciones individuales llevadas a cabo en un espacio confinado, cada “canto” es registrado de manera descontextualizada del entorno urbano en el que originalmente conviven de manera simultánea. En una propuesta de creación colaborativa, Coro Informal se complementa con la representación de estos pregoneros a través de las ilustraciones del artista visual Godínez Nivón. Las tarjetas anexadas al interior de las tapas de estos cofrecitos sónicos sirven como un registro visual de estos individuos. Y, por si fuera poco, cada postal incluye un pequeñísimo pentagrama con la transcripción musical de la línea melódica de su respectiva tonadilla.
Cada una de estas “cajitas gritonas” encierra a un vendedor, o a una vendedora. A un integrante más de este coro de capitalinos que, día tras día, tratan de sobrevivir mediante el comercio informal callejero. Las singularidades de cada pregón ‒tesitura, color, ritmo, cadencia‒ se combinan con el mensaje que hace referencia a cada mercancía en particular, y son registradas y depositadas en los diferentes estuches de madera. Cabe al espectador, peatón empoderado, despertar o no a cada uno de estos personajes voceadores; traer hacia dentro del espacio museístico, un tramo completo o apenas una parte de las resonancias de la vía pública. La sala puede permanecer en silencio o se podrá reconstruir el paisaje sonoro de la ciudad en diversos órdenes, de manera parcial o total, creando distintos planos sónicos, dependiendo del número de cajas accionadas. La obra de Blume y Godínez Nivón logra capturar de manera poética estas marcas sonoras del centro de la ciudad, elevándolas a la categoría de música en su sentido más canónico. Cada cajita encierra verdaderas joyas que invitan a ser develadas de manera lúdica e infinitamente placentera.
De pronto me doy cuenta que, desde hace ya un buen rato, la pequeña sala del Ex Teresa está escandalosamente saturada por las 10 cajitas que he activado simultáneamente. Repentinamente, la imagen del vigilante entra en mi campo visual. Desconcertado, me pregunta gesticulando con las manos: ¿ya? Reprimo una sonrisa traviesa y con la cabeza le confirmo que sí. Amablemente procede a cerrar las piezas, una tras otra, como quien ya fue testigo de esta misma escena demasiadas veces durante los últimos días…
Coro Informal (2016) de Félix Blume (Francia, 1984) y Daniel Godínez Nivón (México, 1985)
Notas:
[1] “Modos de oír. Prácticas de arte y sonido en México” se lleva a cabo en el Ex Teresa Arte Actual y en el Laboratorio Arte Alameda, ambos recintos del Instituto Nacional de Bellas Artes. La exposición estará hasta el 31 de marzo de 2019 y contará con actividades paralelas.