La UNAM es un asunto nacional

Lectura: 4 minutos

Por mi raza hablará el espíritu.

José Vasconcelos.

La Universidad Nacional Autónoma de México es nuestra Alma Mater, núcleo del conocimiento, la ciencia y la cultura como ejes del desarrollo de la sociedad mexicana.

La UNAM, de profunda raigambre en nuestra evolución histórica, hoy en día imparte 83 programas de posgrado y especialización, 122 licenciaturas y 35 carreras técnico-profesionales. Está integrada por 15 facultades, 5 unidades interdisciplinarias, 5 facultades de estudios profesionales (las FES) y 3 escuelas nacionales (Música, Trabajo Social y Enfermería y Obstetricia); 14 planteles de bachillerato (9 preparatorias y 5 CCH en la zona metropolitana de la ciudad de México). Alberga a 48 institutos y centros de investigación; cuenta, además, con instalaciones en los Canadá, Costa Rica, China, España, Estados Unidos, Francia e Inglaterra. Dispone de 26 museos y resguarda 6 millones de volúmenes en la Biblioteca Nacional. En sus espacios culturales se realizan más de 15 mil eventos al año con la participación de casi 3 millones de personas. De ella han surgido los únicos tres premios Nobel que distinguen al país: García Robles, Molina y Paz.

Por sus dimensiones, es la universidad más grande de Latinoamérica. Conforme a los criterios del QS Top Universities, desde 2012 hasta la fecha se mueve entre los primeros cuatro lugares en la región; en la globalidad, se sitúa en el lugar 122 de 959 instituciones de estudios superiores. Es la primera del país, sobre cualquier casa de estudios pública o privada.

La UNAM cumple su responsabilidad social de formar profesionistas, investigar y proponer soluciones acerca de las condiciones y problemas nacionales, así como extender los beneficios de la cultura con base en una sólida estructura de valores.

Desde su creación como Real y Pontificia en 1551 y su inauguración en 1553, la Universidad ha sido capaz de actualizarse conforme a las distintas circunstancias políticas, sociales y económicas, así como a los avances del conocimiento universal. Con la Independencia de México adquiere el carácter Nacional y sufre las vicisitudes de un convulso siglo XIX. Se consolida durante el Porfiriato por iniciativa de Justo Sierra, con el apoyo de las investigaciones realizadas en Europa por Ezequiel A. Chávez, en un proceso que se extendió desde 1881 hasta 1910. El resultado fue el establecimiento de la Universidad Nacional de México, dependiente de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes. En 1929, el gobierno reconoce la Autonomía, en respuesta a la toma de conciencia de la comunidad universitaria acerca de la necesaria libertad de pensamiento y expresión.

UNAM 1929
UNAM, 1929.

La Autonomía dota a la UNAM de autoridad moral para ser considerada como la conciencia de la Nación. La libertad de cátedra y la objetividad de sus opiniones han sido y son guía de las decisiones nacionales, tanto en el gobierno como en los sectores social y privado, a través de la formación de cuadros profesionales, investigación aplicada, asistencia técnica y consultoría.

En nuestros campus universitarios coexisten, conviven, se respetan 350 mil alumnos distribuidos en los niveles medio superior, superior y de postgrado; 40 mil docentes (diez por ciento de ellos incorporados al Sistema Nacional de Investigadores); 27 mil trabajadores y funcionarios, agrupados en organizaciones que protegen sus intereses.

Como parte del sistema nacional y global, la UNAM está constantemente expuesta a elementos perturbadores de su cometido esencial. Los acontecimientos actuales han evidenciado la intromisión y crecimiento de fenómenos presentes en el contexto de la sociedad, a los cuales debe atenderse con visión que supere la inmediatez, sin descuidar la prevención general contra el delito, la atención y recuperación de quienes sufren sus consecuencias, incluso en sus entornos familiares. Si la litis se centra en la violencia inherente al narcomenudeo, cara visible del macroproblema social, se diluye la perspectiva de fondo y por lo tanto el planteamiento de soluciones pertinentes.

UNAM 1968
UNAM, 1968.

La UNAM es sinónimo de capacidad de análisis, de razonamiento, de construcción de posibles soluciones y puesta en marcha de acciones efectivas, a partir de la toma de conciencia de ser una comunidad, justamente universitaria, con aptitudes para mejorar constantemente en todos los aspectos, con responsabilidad compartida: alumnos, maestros, investigadores, empleados, autoridades internas y externas, proveedores y prestadores de servicios. Todo aquel que viva de y para la UNAM, implica que viva de y para el país.

La frontera entre tolerancia e indiferencia se dibuja con cenizas.

Ante los cuestionamientos actuales que enfrenta la UNAM, se impone emprender una acción comunitaria que demuestre su dignidad. Cumplir a cabalidad la esencia universitaria fundada en los valores de respeto, colaboración, responsabilidad sin atender a distractores o tentaciones de cualquier índole.

Manifestar enérgicamente que los universitarios estamos orgullosos de pertenecer a nuestra institución, privilegio que debemos evidenciar a través de diversos actos: desde lo particular a lo general; persona a persona, organización de coloquios y diálogos por facultad o escuela; convocatorias a manifestaciones dentro de los recintos universitarios, en la vía pública y, de ser necesario, en la propia Plaza de la Constitución y en otros lugares de la República. Las críticas que han aparecido, entre líneas, buscan aprovechar el asunto deleznable de las drogas para poner en entredicho la fuerza de la educación pública superior, el desprestigio como estrategia de debilitamiento.

Hace falta encauzar la espontaneidad en las redes sociales para desfondar los rumores y la desinformación que generan desconfianza.

Conservar espacios en las propias instalaciones de la Universidad, caminar con libertad y confianza por sus pasillos, leer, meditar y discutir en sus espacios, hacer deporte y disfrutar de sus jardines, no abandonar las instalaciones. Está claro que los vacíos se pueden llenar por indeseables, por elementos disruptores.

Es importante que la UNAM no sólo sea noticia cuando se suscitan incidentes trágicos. Es preciso recuperar espacios en los medios de comunicación con noticias que ponderen logros, que den cuenta de los progresos alcanzados en los distintos ámbitos profesionales, científicos y culturales.

La Universidad Nacional y su prestigio son suficientemente fuertes para afrontar y resolver cualquier tipo de agresión al que nuestra institución y la sociedad mexicana están frecuentemente expuestas. Si algo distingue a México es la universidad pública. La UNAM es, sin duda alguna, un eje de la unidad nacional.

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x