El pasado 1 de diciembre en su mensaje a la Nación el presidente Enrique Peña Nieto estableció sus primeras acciones en protección social. Además en el Pacto por México se identifican los compromisos en este tema. En esta nota me gustaría analizar estas acciones y compromisos en el marco de las tendencias globales de protección social. El tema de la salud en específico me gustaría analizarlo en otra oportunidad.
Es difícil en este breve espacio describir hacia donde están evolucionando los sistemas de protección social, pero en forma resumida se tienen básicamente cuatro tendencias. Primero, se establece un piso mínimo de protección social universal, el cual está articulado con programas de la seguridad social para los trabajadores y éste articulado a programas voluntarios financiados de forma privada por las familias. Este modelo fue acuñado por la OIT y por la OMS como la escalera de la protección social. Los tres estratos están articulados para, entre otros aspectos, minimizar las distorsiones del mercado laboral.
Segundo, se cubren todos los riesgos que enfrentan las familias a lo largo del ciclo de vida de sus miembros. Aquí es útil identificar que los programas que cubren los riesgos son de salud, pensiones, familia y empleo. Se hace especial énfasis en los niños pequeños pues se ha demostrado que es la inversión social más rentable.
Tercero, se evita incrementar impuestos a la nómina pues se reconoce que es fundamental contener la brecha salarial (lo que cuesta un trabajador para el empresario menos lo que se lleva el trabajador a su bolsillo); en este sentido los impuestos al consumo juegan un mayor papel en financiar la protección social.
Cuarto, el diseño de los beneficios y la administración se hace centrada en la persona. Esto significa que en la operación se consolidan procesos comunes, se desagregan procesos específicos para los cuales estar cerca de los ciudadanos es importante y se busca una sola ventanilla de atención al público. Este modelo tiene como esqueleto fundamental una base de datos única que registra las aportaciones, los beneficios y todos los contactos de los beneficiarios con el sistema.
Las primeras acciones del presidente fueron proponer en el 2013 el establecimiento de un seguro de vida para jefas de familia que le otorgue un beneficio a los huérfanos hasta los 18 años de edad y la extensión del programa 70 y más a las personas de los 65 a los 69 años, llevar a cabo una Cruzada Nacional contra el Hambre y avanzar, si los legisladores lo respaldan, al sistema de Seguridad Social Universal.
El Pacto por México incluye como su primer punto la Seguridad Social Universal, que incluye las dos primeras acciones mencionadas en el párrafo anterior y las siguientes: acceso universal a los servicios de salud, teniendo como ejes la portabilidad y convergencia; establecer una cuota social para personas mayores de 18 años para el financiamiento de la pensión del piso básico (me imagino en una cuenta individual); y un seguro de desempleo.
Las acciones y compromisos contribuyen a establecer el piso de protección social, y a cubrir riesgos que actualmente no lo están, en particular el de desempleo. En este sentido se avanza en la primera tendencia y segunda tendencia. Un pendiente por la contundente evidencia de la importancia del desarrollo infantil temprano, es el apoyo a niños preescolares en situación de desventaja. Además será fundamental que se revise cómo se articularán los beneficios del piso de protección social con los de la seguridad social, situación que si se resuelve con el pre-fondeo de las pensiones a través de la cuota social, pero cuyo efecto veremos por lo menos en 47 años.
Con la información que tenemos no sabemos los detalles respecto a la forma de financiar los beneficios más allá de los del piso básico, que supongo será con ingresos generales, y de la organización. En mi opinión es fundamental en este aspecto que se avance en la reorganización del sistema en el cual no existan agencias especializadas en cierto tipo de población (seguridad social vs. Secretaría de Desarrollo Social) sino agencias por proceso con enfoque centrado en el ciudadano.
En este sentido el hecho que la Secretaría de Desarrollo Social se encargue de programa de seguro de vida para jefas de familia (seguro similar al seguro de vida de la seguridad social y por lo tanto que puede ser manejado por ésta) no abona a la tendencia mundial.
Ojalá que cuando se avance en la Seguridad Social Universal no sólo se definan beneficios y fuentes de financiamiento, sino que se revise la organización del sistema. En mi opinión Seguridad Social Universal, además de los beneficios, significa un sistema centrado en el ciudadano, lo cual es incompatible con la organización actual.
