La inflación y los impuestos

En mi artículo de la semana pasada comenté que debemos ser cuidadosos con el manejo de los costos cuando vivimos en inflación. Cuando ésta es baja, los incrementos de los precios son moderados y vivir con ello no es complicado, como lo ha sido desde ya hace muchos años.

Si hablamos de porcentajes bajos, el interés compuesto pasa casi de manera imperceptible, pero a medida que el número crece nos damos cuenta que es exponencial y de repente incontrolable.

Ahora bien, si nos referimos a los diferentes sectores de la economía de un país, la tendencia es hablar de los promedios, pero me parece que para tomar decisiones correctas hay que sectorizar y es entonces cuando podemos observar que en algunos rubros la inflación es muy fácil que nos descapitalice. Entiendo que no es fácil sectorizar, pero el hecho de no estar midiendo lo que está pasando con los precios en nuestro negocio nos puede dar sorpresas muy desagradables.

Al analizar lo que está sucediendo con los impuestos, vemos que afortunadamente la autoridad reconoce para el 2018 el efecto de la inflación en los ingresos de las personas físicas y hace la modificación como lo muestro en las siguientes tablas de tarifas:

Este ajuste debería hacerse todos los años y no de manera discrecional, el año pasado hubo gente que salió afectada con el cambio de nivel y lo único que estaba pasando con su aumento de sueldo era un no reconocimiento de la inflación.

Esta modificación que se ha hecho para el 2018 lo que hará es que la gente tenga más dinero disponible y aumente el consumo, es bueno para todos.

De la misma forma, me parece que la autoridad debería reconocer a la inflación para el pago del impuesto sobre la renta, pues es injusto pagar impuestos sobre utilidades que se generan de manera ficticia. En términos prácticos, ¡el gobierno nos puede descapitalizar!

Afortunadamente ya lo están reconociendo implícitamente al haber modificado las tablas para las personas físicas, y si a esto aunamos la reciente modificación de impuestos en Estados Unidos, más se justifica que al pagar los impuestos como personas morales les descontemos la inflación; por eso, nos convertiría en un país más competitivo, ¡es buen momento para hacerlo!

Entiendo que pudiera parecer que esto baje la recaudación, pero este ajuste hará que los recursos disponibles que tengan las empresas sean mayores, la inversión crezca y el pastel para la recaudación en un largo plazo logre ser más grande, lo cual nos beneficiará a todos.