Ante el poco avance que han tenido las mesas de trabajo y lo polémico que han sido las propuestas de Estados Unidos para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los sectores automotrices de los tres países proponen cambios para las reglas de origen y piden que los trabajos de desarrollo e investigación científica sean reconocidos como parte de los componentes de los vehículos.
Ciudad de México.- A pesar de que algunas informaciones aseguran que la sexta ronda de negociaciones del TLCAN va por buen camino, el tema principal a tratar en las mesas de trabajo es relacionado con las reglas de origen del sector automotriz, en donde Estados Unidos ha propuestos cambios con los cuales México y Canadá no están de acuerdo, por lo que las agrupaciones de este sector de los tres países intentan dar alternativas para solucionar estas discordancias.
Por una parte, la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA, por su sigla en inglés), ya hizo de manera oficial sus propuestas en donde considera que una manera de continuar con los beneficios conjuntos para las industrias de los tres países, es que se integren a estas reglas de origen el trabajo de investigación y desarrollo de innovaciones tecnológicas.
En una carta dirigida a Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, la MEMA pidió “reconocer desarrollos tecnológicos innovadores, proporcionando a los proveedores un marco para incluir los gastos de investigación y desarrollo, ingeniería, diseño y creación de software en los cálculos de contenido de valor regional (RVC)”.
Además, según información de El Economista, propone “conservar el cambio de tarifa para piezas de automóviles” cuando cuenta con componentes que provienen fuera de la región y “estandarizar las reglas de origen para piezas de automóviles de modo que se permita las opciones de cambio de tarifa o RVC sin cambio de tarifa requerido”.
Con esto, se podría implementar los cambios que propone la administración de Donald Trump en el sentido de aumentar de 62.5 a 85 por ciento los componentes regionales en los vehículos y que el 50 por ciento sean estadounidenses.
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¿Estados Unidos aceptará esta propuesta?
En realidad, no hay una respuesta oficial por parte de Estados Unidos sobre esta propuesta, pero los sectores automotrices de los tres países han trabajado en conjunto para tratar de encontrar soluciones y que al menos en su ramo, se logren acuerdos benéficos que le den vida al TLCAN.
Tal como lo señaló en su momento el profesor asociado en la Escuela de Administración Rotman, de la Universidad de Toronto, Walid Hejazi, “lo mejor para salvar el TLCAN es hacer entender a los estadunidenses que ellos perderán también si se terminan los beneficios del acuerdo”, y las asociaciones automotrices han tomado la iniciativa en ese sentido.
Por ello, Flavio Volpe, presidente de la Asociación de la Industria Manufacturera de Autopartes de Canadá, apoya la propuesta de la MEMA y aseguró que “esto posiblemente podría perfilar acuerdos sobre las reglas de origen del sector automotriz”.
Del lado mexicano, Óscar Albin, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), ve con buenos ojos esta propuesta de su contraparte estadounidense, aunque no está seguro que puede prosperar.
“No sabemos qué tan sensible puede estar Estados Unidos en aceptar algunas propuestas que no tengan que ver con materiales, por ejemplo, con investigación y desarrollo y los cambios de fórmulas”, comentó Albin.
Pero uno de los factores a destacar, tal como lo comentó Steve Handschuh, presidente y director general de MEMA, es que “la actualización del TLCAN para reconocer la investigación y el desarrollo de software, la ingeniería y el diseño, proporcionaría incentivos para que el trabajo continúe en los Estados Unidos”, que es lo que finalmente busca Donald Trump.
