Contrario al panorama complicado que se podría esperar por las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la implementación de la reforma fiscal en Estados Unidos, las elecciones presidenciales en México y la resaca que va dejando la inflación tan alta, los banqueros no ven riesgos para la economía y esperan un mayor crecimiento para este año.
Ciudad de México.- Más allá de la incertidumbre que puede permear al ambiente, los miembros de la Asociación de Bancos de México (ABM) mantienen una postura muy positiva y ven elementos favorables para que la economía mexicana tenga un desempeño mejor de lo esperado, sobre todo por el impulso que le pueda dar el mayor dinamismo de Estados Unidos a nivel comercial.
“Esperamos un año bueno, porque la economía va bien y Estados Unidos en el corto plazo va a tener un muy buen comportamiento, en tanto el crecimiento de las manufacturas y de la exportación fue una parte importante del crecimiento del país y será más en este 2018; habrá incertidumbre, pero será un buen año y la banca va bien”, aseguró el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Marcos Martínez Gavica.
Y a pesar de las proyecciones aún inciertas que se hacen sobre los efectos que pueda tener la reforma fiscal de Estados Unidos sobre México, los banqueros tienen una visión diferente de esto y la consideran incluso como una buena oportunidad para la economía mexicana.
Así lo señaló en declaraciones que retoma Notimex, el vicepresidente de ABM, Emilio Romano, quien aseguró que esos cambios en las tasas de impuestos corporativos generarán una “reconversión industrial y de manufactura en el país vecino”, lo que originará una aceleración de su economía y por ende mayor demanda de productos mexicanos.
“Para México es de lo mejor que le puede pasar, ya que desde esa perspectiva una aceleración de la economía norteamericana sólo puede traernos buenas noticias para México”, afirmó Romano.
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Proyecciones de bancos internacionales
En ese sentido, las proyecciones de algunos bancos e instituciones internacionales sobre el desempeño que tendrá la economía nacional giran en ese mismo sentido, ya que recientemente Merrill Lynch elevó su pronóstico de crecimiento para México de 1.6 por ciento a 2 por ciento para este año.
Esto a pesar de que habrá datos negativos, ya que como asegura Carlos Capistrán, economista en jefe de Merrill Lynch, esperan que “el 2018 tenga una mejor demanda externa que el 2017, pero peor gasto doméstico. En otras palabras, mejores exportaciones, pero peor consumo interno e inversión”.
En esto también coincide el Fondo Monetario Internacional (FMI), quien también elevó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2018, sobre todo porque considera que México se beneficiará de una fuerte demanda de Estados Unidos y lo colocó en 2.3 por ciento desde el 1.9 por ciento inicial.
De esta manera, las proyecciones de los banqueros para la economía mexicana son positivas y de mayor crecimiento, esto a pesar de que la sensación en el entorno sigue siendo de preocupación e incertidumbre generalizada.
