La pérdida de poder adquisitivo de los salarios afecta a las familias mexicanas y el hecho de poder acceder a los satisfactores mínimos de bienestar que coloque a las personas con la posibilidad de al menos adquirir la canasta básica de alimentos, parece cada vez más un lujo que muchos no se pueden dar, así lo señaló el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), elaborado en 2017 por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Ciudad de México.- Los índices de personas que cuentan con un ingreso laboral y que no les alcanza para estar por encima del línea de bienestar mínimo, sigue aumentando en México y ahora 4 de cada 10 empleados se encuentran en esta situación.
Según el Coneval, el valor promedio de la canasta alimentaria tuvo un incremento de 7.2 por ciento en 2017, pero en cambio, el ingreso laboral promedio aumentó solo 5.8 por ciento, lo que originó que el 41 por ciento de los empleados con un ingreso formal no puede acceder a estos satisfactores.
Esto desde el 40 por ciento que se registró en 2016, lo que significa que es “la mayor proporción de trabajadores con ingresos por debajo de la línea de bienestar mínimo desde 2015”, asegura este organismo.
Así, la fuerza de los salarios tuvo un descenso significativo en este mismo periodo, ya que pasó de mil 711.6 pesos por persona a mil 669.3 pesos, por lo que “la baja en el poder adquisitivo del ingreso laboral durante 2017 ha sido la más aguda en tres años, desde que al finalizar 2014 el ingreso real cayó 5.6 por ciento a tasa anual”, según cifras que retoma El Economista.
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Aumenta en Chiapas, Hidalgo y Guerrero
Y si bien el promedio nacional es de 40 por ciento, en algunas entidades esto rebasa la mitad de la población, acentuando los niveles de pobreza histórica que viven y limitando sus posibilidades de desarrollo.
Chiapas es la entidad con los registros más altos, ya que el 71.3 por ciento de la población con ingresos laborales no puede acceder a la línea mínima de bienestar; mientras que en Hidalgo, Morelos, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, se ubica en el 50 por ciento.
También en la Ciudad de México se ve está desigualdad, ya que según el ITLP en la capital el país la proporción de estas personas se ubicó en 37.9 por ciento de la población que recibe ingresos, pero lo grave de esto es que este aumento representó un “incremento de 6.8 puntos porcentuales durante el último año”, asegura el estudio, lo que la coloca como una donde mayor aumento hubo en este rubro.
En general, esta debacle del poder adquisitivo se debió al aumento de la inflación a niveles históricos, que en 2017 cerró con 6.77 por ciento, lo que generó aumento en los precios de los productos básicos y en esa misma medida, una disminución del poder adquisitivo de los salarios.
