El Senado pone presión para lograr un acuerdo pronto con el TLCAN y que pueda ser ratificado por la actual legislatura antes de que termine su periodo, ya que de otra forma, para los nuevos senadores tomaría mucho tiempo estudiar y analizar los documentos, los procesos y poder ratificar los cambios, algo que podría ser perjudicial para este acuerdo trilateral, que sigue en un periodo de negociación pero con mucha presión con un calendario político saturado.
Ciudad de México.- Cada vez hay más presión para las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) derivado de la agenda política, en donde las próximas elecciones presidenciales en México y la llegada de nuevos integrantes al Senado de la República, hacen que el proceso de modernización se pueda alargar más de lo esperado si no se resuelve de manera positiva en los próximos días.
De esta manera, tanto el Congreso de los Estados Unidos como la Cámara de Senadores en México, juegan un papel fundamental para que los resultados de las negociaciones puedan materializarse en el caso de llegar a acuerdos positivos, ya que si estos órganos políticos no ratifican estos logros, el nuevo TLCAN no podrá entrar en vigor.
Así, la actual legislatura de la Cámara de Senadores espera que sean ellos los que hagan esta labor, ya que son los que han seguido de cerca el proceso de negociación, están empapados del tema y conocen de fondo todos los cambios que se pueden producir.
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Los tiempos se agotan
Sin embargo, dado las complicaciones que aún se presentan en estas negociaciones, Héctor Larios Córdova, presidente de la Comisión de Comercio y Fomento Industrial de la Cámara Alta, considera que será el próximo Congreso el encargado de analizarlo y aprobarlo.
Esto debido a que “en el mejor de los escenarios si se cerrara la negociación a finales de mayo, las traducciones estarían hasta finales de junio y la firma en julio”, señaló el legislador, pero luego vendría un proceso en donde la Secretaría de Relaciones Exteriores tendría que revisar el documento y “en agosto se tendría que convocar a un periodo extraordinario y analizarlo y aprobarlo”, afirmó Larios en declaraciones para El Economista.
Esto considerando que los tiempos se ajusten y se pueda solicitar un periodo extraordinario en esta misma legislatura, pero si el proceso de las traducciones de los documentos se atrasa y alguno de los tres países está en desacuerdo con parte de la información, esto sería suficiente para que sea la próximo legislatura del Senado la que tenga que hacer el trabajo final de la ratificación del TLCAN 2.0.
No hay indicios de avances importantes
Sin embargo y a pesar de que Larios Córdova asegura que para los actuales miembros del Senado sería un proceso relativamente rápido la ratificación de los nuevos acuerdos dado el nivel de involucramiento que han alcanzado en este proceso, la realidad es que no hay indicios de que pueda haber un acuerdo pronto.
Con respecto a los avances en las negociaciones, Laura Rojas Hernández, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, señaló que “ya pasaron tres semanas, y ahora no podría decir si hay avances significativos o no” y según la legisladora, desde hace tres semanas no han recibido alguna actualización al respecto, lo que complica aún más el calendario.
