Los jóvenes en México se enfrentan a una situación complicada con respecto a su futuro, ya que los famosos millennials sí quieren ahorrar e invertir, pero no les alcanza para hacerlo y esto puede afectar su futuro y sus ingresos cuando se acerquen a la etapa del retiro laboral.
Ciudad de México.- Pareciera que trabajar más ya no es suficiente para tener un patrimonio propio, asegurar un retiro digno y tener ingresos para la época de la vejez, esa es la realidad a la que se enfrentan principalmente los jóvenes en México.
De acuerdo a Alejandra Macías, coautora del informe “Pensiones en México: 100 años de desigualdad”, las mejores expectativas de un joven es que reciba a la hora del retiro laboral, un ingreso cercano al 30 por ciento de su último salario, por lo que la especialista asegura que “a muchos el tiempo no les va a alcanzar para obtener una pensión justa”.
Sin embargo, eso no es una prioridad para la generación millennial. Según un estudio realizado por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), el 52 por ciento de los jóvenes encuestados asegura que su principal razón para “ahorrar pensando en el largo plazo”, es “para una emergencia”.
A esta prioridad le sigue comprar una casa o departamento con 25 por ciento; poner un negocio con 22 por ciento y hasta la cuarta posición, “prepararse para el retiro o jubilación” con 20 por ciento.
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Interesados en ahorrar pero no les alcanza
En este mismo estudio realizado por la Consar, los jóvenes entrevistados aseguraron que sí tienen la intención de ahorrar y a pesar de que el 63 por ciento aseguró que “lo más importante es prevenir y ahorrar, aunque sea poco a poco”; el 28 por ciento señaló que no lo hace por falta de interés, sino que “solo no me alcanza para ahorrar”.
Y es que según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay 30.6 millones de jóvenes de entre 15 a 29 años en el país, de los cuales, el famoso “bono demográfico” que le da un valor agregado a la economía nacional.
Sin embargo, su realidad laboral es muy complicada, ya que de acuerdo al Informe del Observatorio de Salarios 2018, solo el 31.9 por ciento de los jóvenes cuentan con las prestaciones mínimas de ley, mientras que el 50.6 por ciento “no tiene prestación alguna”.
En cuestión salarial, las cosas se complican aún más, ya que el 11.1 por ciento de los jóvenes con empleo formal tienen un salario que no supera los 2 mil 400 pesos; el 29.4 por ciento percibe entre 2 mil 401 y 4 mil 802 pesos y el 23.8 por ciento de 4 mil 803 pesos a los 7 mil 203, según cifras del Inegi.
De los que disfrutan ingresos mayores, se ubica un 13 por ciento que gana hasta 12 mil pesos y apenas un 4.4 por ciento, gana más de esta cifra; por lo que el l 52 por ciento de los jóvenes en el país sobrevive con un salario por debajo de la Línea de Bienestar.
Falta de recursos para un patrimonio propio
Estas condiciones no solo limitan la calidad de vida y el futuro de los jóvenes, sino también la posibilidad de contar con un patrimonio propio.
“Los bajos salarios que tienen los jóvenes es uno de los mayores problemas con el que se encuentran al momento de comprar una casa o departamento”, asegura Juan José Solórzano, cofundador de la plataforma inmobiliaria Tu Cantón.
Sin embargo, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, asegura que “todos estos datos dan cuenta de la necesidad apremiante” de que los jóvenes “cuente con una cultura financiera que permita organizar y planear sus finanzas personales”, definir presupuestos y establecer planes a corto y mediano plazo, con un plan estructurado y mucha dedicación para conseguirlo.
