La guerra comercial con Estados Uniods por acero y aluminio puede beneficiar a México, ya que es una oportunidad para fortalecer el mercado interno, implementar medidas que protejan a la industria nacional y tratar de colocar esos productos en otros mercados internacionales.
Ciudad de México.- La medida impuesta por Estados Unidos de nuevos aranceles a las importaciones mexicanas de acero y aluminio fueron muy mal vistas por todos los sectores, incluso el gobierno federal inicio una demanda en la Organización Mundial de Comercio (OMC) contra la administración Trump; pero las cosas pueden tener un lado positivo.
Una de ellas es la necesidad de implementar medidas para proteger tanto a la industria como al mercado nacional, de una posible invasión de acero y aluminio con precios bajos y condiciones desleales, por lo que de entrada las autoridades ya ampliaron los impuestos especiales contra estos metales que procedan de países con los que México no tiene acuerdos comerciales.
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Medidas correctas en momento justo
Así, el hecho de que el gobierno mexicano haya aumentado las “salvaguardas” con impuestos especiales para proteger a la industria nacional, ha sido muy bien visto por todo el sector siderúrgico, ante la amenaza que representan los productos chinos o rusos, que han entrado a México con precios muy bajos.
“Esta medida es estratégica y positiva para mitigar la avalancha de importaciones desleales de productos de acero procedentes de países sin tratado comercial, que buscarán colocarse en el país ante el cierre del mercado estadounidense”, señaló la Cámara Nacional de la Industria del Acero (Canacero).
En ese sentido, la protección a la industria siderúrgica representa la oportunidad para que pueda mantener los niveles de producción, los empleos generados y las inversiones en territorio nacional.
“Para la industria nacional, es un alivio contar con este tipo de protección, ya que permite que el mercado interno tenga competitividad respecto a las importaciones de países como China, las cuales son vendidas a un costo muy bajo”, señala un análisis de la consultora Deloitte.
Promover el consumo interno
Según la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio (Canalum), el sector siderúrgico genera de manera directa a cerca de 200 mil empleos, en 2017 produjo 29.7 millones de toneladas y México se ubica en la posición 13 a nivel mundial en la lista de productores.
Pero en Latinoamérica, México ocupa el segundo lugar como productor de acero crudo, con un 31 por ciento de la producción total de la región, lo que implica que este sector industrial se puede aprovechar a nivel interno.
En ese sentido, los aranceles de Estados Unidos deben de motivar al gobierno federal a crear una política de consumo interno que reduzca los efectos negativos de estas medidas, además de que se le dé un mayor dinamismo a las cadenas de valor que genera esta industria a nivel nacional.
Tal como lo afirma José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), “el gobierno tendrá que promover que los aceros que van enfrentar problemas en Estados Unidos, se puedan consumir en el país”, con una “política industrial que incentiven el consumo de lo Hecho en México”.
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