Si bien las acciones emprendidas por ambos países de imponer aranceles a importaciones de diversos productos es una medida inusual entre socios, la guerra comercial entre Estados Unidos y México tiene poco efecto a nivel económico, dicen analistas.
Ciudad de México.- Los aranceles impuestos al acero y aluminio mexicano por parte de Estados Unidos, fue vista como una declaración de “guerra” y México reaccionó de manera similar, al imponer nuevos impuestos a 71 productor provenientes del país vecino del norte.
Luego de que ha pasado la sorpresa inicial y se comienzan a dimensionar los verdaderos efectos de estas medidas, diversos analistas aseguran que no tendrán un impacto profundo en el desempeño económico de ambos países, pero sí se ensombrece más el panorama para las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
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Efectos negativos limitados
De acuerdo a Moody’s Investors Service el impacto económico y en la inflación que tendrán para México será “limitado” y no influirá en los niveles inflacionarios del país.
“Aunque los aranceles aplicados a las importaciones de Estados Unidos contribuirán a aumentos de precios de algunos productos, el efecto inflacionario menor no debería descarrilar la tendencia desinflacionaria en curso de los últimos meses”, subrayó la calificadora internacional.
Los aranceles al acero y aluminio impuestos por Estados Unidos a México tampoco tendrán un impacto negativo en la balanza comercial, ya que el monto de venta de estos productos es bajo con respecto a las importaciones que se realizan.
Así según Moody’s Investors Service, “los aranceles impuestos por Estados Unidos no afectarán de manera importante la economía de México, pues las exportaciones de acero representan únicamente 1.6 por ciento del total, mientras las de aluminio representan 0.3 por ciento”.
En el caso de las exportaciones de Estados Unidos hacia México, que en general alcanzan un monto de hasta 24 mil millones de dólares, “se verían afectadas por los nuevos aranceles mexicanos” de manera marginal, ya que apenas representan “un poco más de 0.1 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB)”, aseguró la consultora.
Afectan negociaciones del TLCAN
Sin embargo, esta situación sí puede tener un impacto negativo en las negociaciones del TLCAN, ya que los aranceles fueron utilizados en un primer momento como moneda de cambio para acelerar los acuerdos, además de una medida de presión utilizada por Donald Trump en contra de Canadá y México.
Según Claudia Icela Martínez Garcíal, especialista de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el verdadero peligro de los aranceles es el hecho de que no avancen las negociaciones del TLCAN.
“Si bien es cierto que el tratado no ha sacado a México de sus principales problemas, no podemos prescindir de él porque sería un impacto tremendo en términos económicos”, aseguró la académica.
Y en la medida en que el TLCAN se entrampé aún más en las negociaciones, existe el riego de que aumenten las medidas “de represalia de México, combinadas con medidas similares anunciadas por Canadá y la Unión Europea pudieran dar paso a barreras comerciales más importantes y disruptivas”, aseguró Moody’s en declaraciones que retoma Notimex.
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Impuestos a vehículos nuevos
Este escenario ya se puede vislumbrar, luego de que Guillermo Malpica, titular de la Oficina Comercial del TLCAN en Washington de la Secretaría de Economía, aseguró que Estados Unidos investiga la posibilidad de imponer aranceles a las importaciones de vehículos nuevos.
Aunque de ponerse en práctica esta medida tardaría al menos un año para su aplicación, el funcionario aseguró que “el gobierno estadunidense ya inició una investigación para imponer aranceles a la importación de autos nuevos”.
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