México ha quedado en medio de lo que parece ser una reconfiguración del libre comercio mundial y ante la postura de proteccionismo que ha asumido Donald Trump, reducir dependencia es la clave para enfrentar guerra comercial con Estados Unidos.
Ciudad de México.- Contar con Estados Unidos como socio comercial antes parecía ser una ventaja única en el mercado mundial, pero ahora es una amenaza mayor luego de la incertidumbre que generan sus decisiones al abrir un frente de batalla con la imposición de aranceles a prácticamente todo el mundo.
Sin olvidar que Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones mexicanas y que prácticamente el 80 por ciento de los productos de origen nacional llegan a ese mercado, la relación se ha tornado complicada, llena de amenazas que obligan a México a estructurar nuevas estrategias para solventar esta situación inédita entre los otrora socios indiscutibles.
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Comprar a otros países
Por ello, “México debe pensar en darle la vuelta al proteccionismo de Estados Unidos” diversificando los mercados, vendiendo a otros países y sobre todo, comprando productos para sustituir las importaciones procedentes del vecino del norte.
Así lo considera Manuel Molano Ruiz, director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien considera que la diversificación de mercados no se trata solo de exportar a otras naciones o bloques comerciales, sino de sustituir las importaciones.
“México no logrará reducir la dependencia que tiene del mercado americano solo vendiendo sus productos a los europeos, sino cambiar la composición de su oferta, y una posibilidad es que en vez de comprarle ciertas cosas a Estados Unidos, se las compre a sus competidores”, señaló el directivo.
Incrementar relación comercial con Asia y Europa
Esta guerra comercial que ha comenzado por los diversos aranceles impuestos por Estados Unidos y las medidas espejo que han implementado los otros países, es una oportunidad para que México diversifique sus mercados en Asia y Europa, principalmente.
Tal como lo señaló en su momento Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), “es cierto que es una oportunidad ser vecinos de la economía más importante del mundo, pero no podemos quedar vulnerables teniendo el 80 por ciento de las exportaciones en ese mercado”.
Por lo que aseguró que la renovación del acuerdo comercial entre México y la Unión Europea (UE) “permitirá a la economía mexicana diversificar aún más sus mercados” y destacó el caso de España, Alemania y Francia, con quienes han aumentado las transacciones e inversiones.
Pero por otro lado está Asia, donde las economías de ese continente siguen creciendo y representan una buena oportunidad no solo para colocar los productos mexicanos en esos mercados, sino para comprarles cosas que antes solo se podía hacer a Estados Unidos.
“México debe comprar insumos de China, India o Bangladesh para producir autos, electrónicos, fármacos, hasta ropa, con menores costos, al eliminar barreras arancelarias a estos países, para luego exportar a Estados Unidos aún con arancel de 25 por ciento”, afirmó Molano Ruiz.
¿Qué deja para México la guerra comercial entre Estados Unidos y China?
Estados Unidos nos ha apuñalado por la espalda
Y es que las acciones y las actitudes que ha tomado el gobierno de Donald Trump, son consideradas como una traición a sus socios comerciales, por lo que los niveles de lealtad se han reducido a cuestiones prácticas.
“China subsidia el acero, pero no lo comprábamos porque era ‘mala onda’ con nuestro socio y nos parecía que esto comprometía la cadena de suministro de autos; en cambio, Trump nos impuso arancel al acero”, señaló el dirigente del IMCO, en declaraciones que retoma El Economsita.
Y agregó, “si Estados Unidos nos impone aranceles, ya no tiene sentido cuidar la espalda a un socio que te acuchilla por la espalda, cada vez que puede y quiere”, por lo que es el momento de que “México aproveche la voz influyente que tiene en los círculos comerciales para tener una postura contra el proteccionismo”.