Mucha incertidumbre hubo sobre la posible fuga de capitales de México si es que Andrés Manuel López Obrador ganaba las elecciones, pero de acuerdo al último reporte de la Cepal, las inversiones se mantendrán.
México .- De acuerdo al último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) el año pasado la inversión extranjera tuvo un pequeño retroceso, ello comparado con el año anterior, pero la poca esperanza de que aumentara en 2018 se veía fundamentada si es que AMLO, representante de la izquierda mexicana, ganaba las elecciones del pasado 1 de julio.
Lo anterior también basado en que varios empresarios habían dicho que retirarían sus empresas y por ende sus capitales, si él ganaba, pero la Cepal ha señalado que esto no ocurrirá, o al menos que las inversiones se mantendrían estables este año.
“En nuestras previsiones para México, se estima que el flujo de inversión extranjera directa se va a mantener estable. Es decir, va a ser similar al 2017. Eso sería como el piso y de ahí quizás incluso podría crecer”, dijo Alicia Bárcena a Reuters, secretaria ejecutiva de la Cepal.
La Cepal señala que el año pasado, México recibió 31 mil 726 millones de dólares en IED, un 8.8 por ciento menos que en 2016, aunque fue superior al promedio anual de 29 mil 640 millones recibidos en los últimos diez años.
“Creo que hay una expectativa de estabilidad, de que va a haber apertura al sector privado, que va a haber incentivos para la alianza pública-privada (…) Cambió la conversación entre los empresarios y el gobierno que va a entrar y creo eso es un factor muy importante”, agregó Bárcena.
Además, aclaró que la incertidumbre que existe en cuanto a las inversiones afecta a ciertos sectores, pero que otros seguirán mostrando un buen crecimiento, como son el aeroespacial y de equipos de transporte.
López Obrador ha prometido duplicar la inversión pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) durante su gestión, que arranca en diciembre, una meta que, de lograrla, podría “detonar” también la inversión privada, según Bárcena.
“Una de las metas es llevar la inversión pública de 2.2 por ciento a 4.0 por ciento del PIB, y eso sí se puede hacer bajando el gasto corriente y subiendo el gasto de capital. Y si hay indicaciones claras (de hacia dónde se van a dirigir las inversiones), ahí hay un indicador clave de adónde va a haber incentivos”, agregó.
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