En el entorno del diálogo por modernizar este acuerdo trilateral, los ánimos han ido de la confianza al desespero y de la decepción a la confrontación directa; pero inician otra vez las negociaciones del TLCAN ¿qué se espera de esta nueva fase?
Ciudad de México.- Pareciera que con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, la relación con Estados Unidos se destensó y Donald Trump ha mandado señales de querer colaborar nuevamente con México y dejar atrás los conflictos recientes.
Y uno de esos temas polémicos ha sido la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual luego de quedar suspendido desde mayo pasado, este día se retoman las negociaciones de manera formal y las expectativas siguen siendo muy altas para lograr acuerdos definitivos.
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México y Canadá defienden perfil trilateral
En ese sentido, se ha abierto una nueva posibilidad con respecto al futuro de las relaciones comerciales de los tres países miembros. Las dos ya conocidas siguen siendo acabar con el TLCAN o modernizarlo totalmente; pero ahora Trump ha planteado de manera formal llegar a acuerdos bilaterales con México y Canadá.
Al respecto, tanto el gobierno mexicano como el canadiense han rechazado esa opción, ya que como afirmó la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, durante su visita a México, cerrarán filas para mantener la condición actual de este tratado.
“Canadá cree mucho en el TLCAN como un acuerdo trilateral y eso es simplemente un statement de la realidad”, dijo Freeland.
Por su parte Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, señaló que “esta es una negociación trilateral” y no contemplan cambiar de postura en el inicio de las negociaciones.
¿Presiones de Trump para México y Canadá?
Pero el hecho de que Trump haya planteado públicamente en una carta enviada a López Obrador, que las negociaciones deben tener resultados positivos “rápidos” o se saldrá del TLCAN, además de poner sobre la mesa un acuerdo bilateral con México, puede ser otra medida de presión muy al estilo del mandatario estadounidense.
De acuerdo a la visión de Luis Foncerrada, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), esta situación puede tener una doble intención por parte de Estados Unidos, ya que considerar solo a México “puede ser más bien, una medida de Trump para castigar a Canadá, con el que ha tenido más diferencias”.
En ese sentido, los antecedentes recientes demuestran que las negociaciones no han sido nada fáciles, por lo que en esta ocasión no será la excepción y habrá seguramente muchas presiones y amenazas directas provenientes de Estados Unidos.
Sin embargo, México no pretende ceder ante esto ni cambiar su posición. “Como en toda negociación, el acuerdo tiene que ser un buen acuerdo para que podamos claramente respaldarlo y llegar en el corto plazo a una solución”, dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
Y agregó: “si las condiciones se dan en el corto plazo para encontrar un acuerdo que sea en el mejor interés de América del Norte y de México, estaremos sin duda comprometidos con lograrlo”.
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¿Resultados en un mes?
En esta ocasión y como en las negociaciones anteriores, algunos personajes involucrados en los trabajos han puesto algún límite de tiempo y ahora fue Jesús Seade, quién representará al nuevo gobierno en este proceso, quien dijo que esperan que se logre un avance definitivo en un plazo de treinta días.
“Ya llevamos mucho tiempo entre sombras y tenemos que encontrar la forma de empezar a mover esto hacia una verdadera negociación y cierre”, dijo Seade, por lo que “tenemos que llegar a un acuerdo en un mes”.
Finalmente, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, afirmó que el objetivo de su gobierno es “tener un acuerdo base, muy pronto. Esa es la primera prioridad”.
Sin embargo, el futuro para el TLCAN sigue siendo incierto y lleno de incertidumbre, ya que puede pasar cualquier cosa y los riesgos son muy altos.
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