El Banco de México (Banxico) se mostró con reservas sobre el crecimiento de la economía mexicana, pues además de no aumentar la tasa de interés, señaló que el crecimiento para este año será menor.
Ciudad de México .- En primera instancia, en su documento titulado “Minuta de la reunión de la Junta de Gobierno”, resaltó que la tasa de interés no subiría de su posición actual que es de 7.75 por ciento.
Lo anterior “considerando el comportamiento reciente de la economía, en particular, que la naturaleza de los choques que han afectado recientemente a la inflación es de carácter transitorio, y que la tendencia esperada de la inflación subyacente continúa siendo descendente”.
Así pues la Junta de Gobierno de Banxico señaló que mantendrá una postura monetaria prudente y continuará dando un seguimiento especial al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como a la evolución de las condiciones de holgura en la economía.
En cuanto a los riesgos para la economía mexicana, Banxico señaló que existen factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, la política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia de esta a su objetivo de tres por ciento.
“Así como para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazos para que estas alcancen dicha meta”, agregó.
Como uno de los factores externos, el banco central mexicano dijo que la economía de Estados Unidos aceleró su ritmo de crecimiento durante el segundo trimestre del año, mientras que las economías de la zona del euro, Japón y Reino Unido se expandieron a una tasa menor a la anticipada, detalló.
Por otra parte, resaltó que, aunque la demanda interna ha mostrado buen crecimiento, el comercio internacional se desaceleró y la confianza de los negocios empezó a reflejar los efectos de la incertidumbre asociada a la imposición de medidas arancelarias.
“Esta incertidumbre ha aumentado los riesgos para la economía global, tanto en el corto plazo como, en mayor medida, en el mediano plazo. A lo anterior se suma el riesgo de un apretamiento repentino en las condiciones financieras y de un escalamiento en las tensiones geopolíticas”, dijo.
Por otro lado, indicó que en el segundo trimestre de 2018 la actividad económica en México presentó una contracción.
“Esto contrasta con la reactivación que se había observado en el último trimestre de 2017 y el primero de 2018 y reflejó, en parte, la reversión del dinamismo que había mostrado la inversión, especialmente en el rubro de construcción, y un debilitamiento de las exportaciones. En cambio, el consumo privado mantuvo una tendencia positiva”, informó.
De acuerdo con el documento, los miembros de la Junta de Gobierno del banco central coincidieron en que la inflación general anual aumentó al registrar una tasa anual de 4.85 por ciento en la primera quincena de julio, después de que en mayo y junio se situara en tasas de 4.51 y 4.65 por ciento respectivamente.
Asimismo, los miembros señalaron que el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación conserva un sesgo alcista.
En cuanto a los riesgos a la baja, resaltó que una sobresale una posible apreciación de la moneda nacional en caso de que se logre un resultado favorable de las negociaciones del TLCAN.