Como parte de los proyectos que el nuevo gobierno someterá a consulta pública, la refinería de Dos Bocas también se puede cancelar si eso es lo que desea la sociedad, así lo afirmó Rocío Nahle, próxima secretaria de Energía.
Ciudad de México.- A pesar de que este proyecto ha sido presentado como uno de los ejes de desarrollo en materia energética para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, su futuro es incierto ya que todo se decidirá en la consulta nacional del 24 y 25 de noviembre.
Al igual que el proyecto de Santa Lucía, la nueva refinería ha sido criticada debido a que no cuenta con los estudios de impacto ecológico, por lo que grupos ambientalistas han expresado su rechazo, pero todo lo decidirá la sociedad.
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El plan B del nuevo gobierno
Así lo reconoció Rocío Nahle, la futura secretaría de Energía, quien aseguró que “si la gente dice que no, vamos a acatar lo que diga la gente“, esto con respecto a los resultados de la consulta, a pesar de que en el proyecto sexenal la nueva refinería juega un papel trascendental en la búsqueda de la autosuficiencia en temas energéticos.
Por lo tanto, en caso de que la refinería de Dos Bocas no se concrete, Nahle señaló en declaraciones que retoma El Financiero, que entonces tendrían que reajustar sus planes y tratar de fortalecer a la infraestructura existente con más inversiones.
“Tendríamos que invertir y llevar reconfiguraciones nuevamente a las actuales refinerías, las cuales en los últimos años lo único que se ha hecho es reconfigurar y reconfigurar y no hemos podido aumentar la producción”, aseguró.
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Los conflictos ecológicos
Pero con respecto al proyecto de Dos Bocas, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) presentó una denuncia ante la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente (ASEA) “contra Pemex o quien resulte responsable”, por no contar con los permisos necesarios.
Según explicó este organismo, la denuncia es por “haber realizado desmonte de vegetación en el municipio Paraíso, estado de Tabasco, sin contar con la autorización de cambio de uso de suelo forestal, ni con la autorización de impacto ambiental correspondientes, para el proyecto de construcción de la refinería Dos Bocas”.
De acuerdo a Gustavo Alanís Ortega, director general del Cemda, “lo que está en juego en este caso es la legalidad y el Estado de derecho, al no cumplir esta obra con aspectos tan esenciales como haber pasado el proyecto por el procedimiento de impacto ambiental”.
Sin embargo, Rocío Nahle aseguró que hasta el momento, solo se han realizado acciones de limpieza en el predio de 366 hectáreas, que es propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La próxima secretaria de Energía señaló que “Pemex está haciendo un desmonte, es lo único que se está haciendo” y aseguró que con respecto a las posibles daños ambientales producidos por esta obra, “hay estudios de impacto ambiental que se hicieron desde 1995, en el 2002, en el 2007 se hizo un hospital en Paraíso, Tabasco, en esa zona”, sin dar más detalles al respecto.
De esta manera, el proyecto insignia del nuevo gobierno en materia energética es aún un tema que puede ser que no se lleve a cabo y todo depende de la decisión de la sociedad.
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