Los niveles de estrés y las presiones se acumulan y eso es peligroso, por eso aprende a controlar tus enojos y cambia las emociones negativas.
Ciudad de México.- El ritmo de vida actual, aunado a las presiones en el trabajo, la casa e incluso las complicaciones económicas, pueden ser los detonantes para que tu estado de ánimo cambie, te vuelvas vulnerable y suba tu nivel de irritabilidad, por lo que aprende a controlar tus enojos y cambia las emociones negativas.
El primer paso es entender que a pesar de todo lo que pasa en el mundo exterior, nada tiene el poder de lastimarnos o irritarnos si nosotros no lo permitimos. Es decir, todo depende de la perspectiva desde donde lo queramos ver.
De esta manera, aprende a controlar tus enojos y cambia las emociones negativas por otras más agradables y una de las técnicas más útiles para lograrlo, es a través de ejercicios de relajación donde baje la tensión, aumente la calma y elimines esos pensamientos tormentosos.
“Los ejercicios de respiración son muy beneficiosos para relajarse en momentos de estrés y tensión, controlan el sistema nervioso y te ayudan a pensar de manera más objetiva”, señala el sitio Entrepreneur.
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Esto es de vital importancia, ya que en la medida en que acumulamos estos sentimientos y pensamientos negativos, vamos haciendo una especie de presión interna que se amontona y en cualquier momento tiene que explotar, por lo que liberarla de manera controlada es lo más sano.
Aprende a controlar tus enojos y cambia las emociones negativas, a través de pensamientos más racionales que ayuden a detectar las situaciones que detonan esto.
Es un ejercicio de autoconocimiento en donde se puede identificar poco a poco qué palabras, acciones o actitudes de los demás nos molestan, para que cada vez que aparezcan, lo asumamos de una manera consciente y seamos proactivos en nuestras manera de asimilarlo, dejando de lado las reacciones violentas.
Si se te hace muy complicado poderlo detectar, entonces básate en las reacciones y cambios que se producen en tu cuerpo, ya que según Entrepreneur, las manifestaciones más comunes de enojo e irritabilidad “son sudoración, enrojecimiento, palpitaciones rápidas, manos temblorosas, dolor de cabeza, rostro tenso, entre otras”.
Una vez que sientas esto, detente, piensa en esas sensaciones físicas, respira profundo de manera continua y analiza la situación, pero no sobre reacciones a estímulos externos, mejor intenta identificar qué te puso así y toma el control de tu persona y tu entorno.
