El calendario político de Estados Unidos presiona la modernización del TLCAN, ya que mayo es el límite para que el Congreso de ese país pueda aprobar un acuerdo general, algo que abiertamente ha manifestado Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, es uno de los factores que más preocupa a su gobierno; mientras que para México, el hecho de la llegada de un nuevo presidente también condiciona esta agenda de negociación.
Ciudad de México.- Las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte siguen empantanadas en los temas polémicos que han frenado este proceso, las reglas de origen del sector automotriz y la cláusula sunset propuestas por la administración de Donald Trump, no convencen a nadie y además de esto, ahora se suma una presión más: el calendario político.
Y es que Robert Lighthizer aseguró que su gobierno espera llegar a un acuerdo de modernización lo más rápido posible, ya que solo cuentan con 15 días para presentarlo y que pueda ser ratificado por el Congreso de su país, el cual cuenta con mayoría republicana en estos momentos.
En ese sentido, el representante de la Casa Blanca afirmó que le gustaría concluir las negociaciones en “una o dos semanas y si no, entonces comienzas a tener un problema”, dijo Lighthizer.
En declaraciones que retoma El Economista, el funcionario estadounidense considera que de no alcanzar un acuerdo preliminar sobre la modernización del TLCAN en ese plazo, “se estará en un terreno delicado para que sea aprobado por actual Congreso de su país”.
Esto te puede interesar: TLCAN, TLCUEM, CPTPP, el comercio internacional de México con el mundo
Elecciones en México también presionan
Por su parte, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, también reconoció que las elecciones presidenciales son un factor que presiona las negociaciones, ya que lo ideal sería concluir esto antes de la llegada del nuevo presidente y agilizar este proceso.
Esto debido a que “el nuevo presidente de México sería recibido con una incertidumbre para enfrentar una nueva relación con Estados Unidos”, según explicó el funcionario mexicano y desde su perspectiva, la “curva de asimilación de la experiencia” de las negociaciones de la nueva administración puede ser larga y detener aún más las negociaciones.
Finalmente, Guajardo aseguró que ya trabaja junto con la industria automotriz para crear una propuesta sobre las reglas de origen para este sector y tratar de avanzar en este tema, luego de que Estados Unidos presentara ajustes que pretenden aumentar a 75 por ciento el contenido regional y además, el 70 por ciento del acero y del aluminio tiene que ser procedente de Norteamérica.