Según un reporte emitido por la compañía financiera JP Morgan, México es el país al que más afectaría el nuevo sistema impositivo propuesto por el partido republicano, tras la elección de Donald Trump a la Casa Blanca.
Ciudad de México.- Un paquete de normas impositivas sobre el comercio que mantiene México y los Estados Unidos sería más perjudicial que disolver el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pues cerca del 82% de las exportaciones mexicanas tienen como destino al país del norte.
De acuerdo a Nur Cristiani, estratega de renta variable de la firma JP Morgan Chase & Co, la verdadera amenaza para México no está en la desaparición del TLCAN, sino en una reforma al sistema impositivo norteamericano que eximiría las exportaciones de impuestos, pero gravaría las importaciones.
El pasaje a un llamado “sistema de flujo de caja” basado en el destino significaría que las empresas no tendrían que pagar impuestos por bienes que exportaran, pero no podrían deducir los costos en que incurrieron al importar, escribió Cristiani en el reporte.
De esta manera, los costos de transporte e impuestos aduaneros serían incorporados al monto de las mercancías importadas, por lo que sin importar si el TLCAN sigue en pie, las importaciones a Estados Unidos se verían inhibidas.
Sin embargo, la amenaza que representa el acabar con el TLCAN no se descarta. California, Arizona y Texas tienen como destino principal de sus exportaciones a México; además, nuestro país es el segundo mayor mercado para otros 20 estados de la unión americana, mientras que Texas, California y Michigan reciben el 61% de las exportaciones mexicanas, según datos de HSBC Global Connections,
Aproximadamente 6 millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio con México, y cada minuto cruza por la frontera cerca de 1 millón de dólares. Estados Unidos es el principal receptor de bienes de transporte y autopartes de México, mientras que el 25% de los equipos eléctricos que reciben son por parte de México.