La embajada de Francia se deslinda del proyecto de Santa Lucía a pesar de lo dicho por AMLO y aclaró que su relación en el tema fue sólo como mediador entre el gobierno entrante y la empresa que desarrolló el estudio.
Ciudad de México.- Una nueva polémica ha surgido en torno a la decisión que ha tomado el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) a favor de modificar la base aérea de Santa Lucía.
Esto debido a que AMLO señaló que recibió información por parte de Francia que confirmaba la viabilidad del plan Santa Lucía, con lo que ratificó en su momento que era la mejor opción para modernizar el sistema de transporte aéreo del país aprovechando también la terminal actual y el de Toluca.
“Le pedimos al gobierno francés que nos ayudara para que una empresa de prestigio nos presentara un dictamen sobre este asunto. El sábado me visitó el canciller del gobierno francés y me entregó una carta del presidente de Francia, el presidente (Emmanuel) Macron”, según fueron las palabras de López Obrador.
Según AMLO, en esa misiva el mandatario francés le dijo que “la rapidez con la que hemos respondido a sus solicitudes, en especial en el ámbito aéreo, da muestra de hasta qué punto queremos que la intensificación de la relación franco-mexicana sea prioritaria, relación que deseo sea ejemplar”
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El gobierno francés se deslinda
Sin embargo, la embajada de Francia marcó su distancia con estas declaraciones, ya que aseguró que solo fueron la vía para que el gobierno entrante y la empresa Navblue se pusieran en contacto para realizar el estudio presentado por el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
“El contacto de una empresa privada, especializada en seguridad aérea, se transmitió a las autoridades de transición, a petición de ellas mismas”, aclaró la embajada francesa y aseguró que ellos no tuvieron ninguna injerencia en la decisión tomada por el equipo de transición.
“Esta empresa fue solicitada directamente por las autoridades de transición para que realizara un estudio técnico” y agregó que posterior a ello, “la empresa fue solicitada directamente por las autoridades de transición para que elaborara un estudio técnico, circunscrito al tema del espacio aéreo”.
Dada esta situación, los representantes del gobierno francés aseguran que “sobre este proyecto, como en cualquier otro relativo a infraestructuras, corresponde a México tomar sus propias decisiones“.
Pero sí subrayó que el estudio presentado por la empresa especializada especificaba que para conocer la viabilidad total del proyecto de Santa Lucía, “muchos otros parámetros se debían tomar en consideración” y no solo el que corresponde al espacio aéreo, según información que retoma Expansión.
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El dictamen de la discordia
Según el estudio de Navblue, filial del fabricante Airbus, y presentado por Jiménez Espriú, la opción de Santa Lucía permitirá aumentar la capacidad aérea de la Ciudad de México y solucionar el problema de saturación del actual aeropuerto capitalino.
Este informe sostiene que la operación conjunta aumentaría la capacidad de 130 a 140 vuelos por hora, en contraste con los 60 vuelos por hora que puede operar el actual aeropuerto capitalino.
Pero aunque reconoce que no hay impedimento técnico para que ambas terminales aéreas operen de manera simultánea, “será necesario modificar el espacio aéreo, modernizar los sistemas de aproximación y brindar capacitación a controladores aéreos”.
Además de la implementación de tecnología de última generación para estas operaciones y otras especificaciones que solo corresponden a la viabilidad del espacio aéreo, sin contemplar otros aspectos como estudios de terrenos, impactos sociales y ecológicos y la necesidad de infraestructura pública para hacer viable a este proyecto.