Como bien dicen los expertos, con esta situación nadie gana y la guerra comercial ya afecta a productores de carne de cerdo y whiskey de Estados Unidos, que ven como los mercados internacionales les ponen aranceles y frenan sus ventas.
Ciudad de México.- Estados Unidos ha comenzado una guerra comercial que poco a poco comienza a escalar a proporciones globales, ya que todo apunta que los aranceles será el parámetro que comenzará a regir las relaciones con Donald Trump.
Como si fuera un berrinche infantil, el presidente estadounidense pretende cambiar las reglas del comercio internacional a su favor, pero utiliza una estrategia que para muchos es una crónica de una guerra anunciada donde todos pierden.
Sobre todo las pequeñas y medianas empresas de los Estados Unidos, quienes han visto cómo ha cambiado su panorama en cuestión de semanas y de tener literalmente el mundo al alcance de sus manos, ahora están preocupados por absorber pérdidas, reducir inventarios y sobrevivir a esto.
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Productores de carne de cerdo están afligidos
Y no es para menos, ya que uno de los sectores que más presión y afectaciones pueden sufrir es el de los productores de carne de cerdo, luego que México y China, sus principales mercado de exportación, impusieran aranceles a sus productos.
Tan solo nuestro país compró 840 mil toneladas de productos porcinos a Estados Unidos y luego de que el gobierno de ese país impusiera aranceles a las importaciones de acero y aluminio, México aplicó una medida espejo a la carne de cerdo estadounidense.
China por su parte también tomó la misma decisión y al igual que México, es uno de los destinos más importantes para los productores norteamericanos, por lo que el panorama se complica para ellos.
De acuerdo a Dermot Hayes, de la Universidad del Estado de Iowa, esta situación puede implicar pérdidas anuales para este sector de 2 mil 200 millones de dólares, además de que el Consejo Nacional de Productores de Cerdo, de los Estados Unidos, ya busca medidas para amortiguar los efectos negativos de la guerra comercial.
“En este momento ya tenemos una grave sangría”, dijo Jim Heimerl, presidente de este órgano empresarial y aseguró que en el caso de China, se complica aún más la situación ya que ellos consumen las vísceras y partes del cerdo que el mercado estadounidense prácticamente desecha.
“Ellos se llevan muchos productos que Estados Unidos no consume: corazones, pulmones, intestinos, estómagos y cabezas, algunos de los productos que no comemos aquí”, dijo Heimler.
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Industria del whiskey frena su expansión
Otro de los sectores que ya han mostrado su preocupación de manera pública son los productores de whiskey estadounidense, ya que una vez que la Unión Europea impuso aranceles a estas bebidas, se limita su acceso a un mercado que prometía mucho para ellos.
“Las destilerías estadounidenses grandes y pequeñas observan con temor la amenaza creciente de los aranceles europeos”, dice la agencia AP, ya que “los ingresos por exportación de bourbon, whiskey Tennessee y whiskey de centeno superaron los mil millones de dólares en 2017”.
Pero tan solo el mercado de Reino Unido, Alemania, Francia y España el año pasado representó ventas por 789 millones de dólares, según cifras del Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas de Estados Unidos.
Al igual que con la carne de cerdo, China, Canadá y México implementaron aranceles a estas bebidas, por lo que estas medidas provenientes de “nuestros principales socios comerciales amenaza con obstaculizar gravemente los aumentos de exportaciones que han beneficiado a nuestro sector y generado empleos en todo el país”, dijo este órgano empresarial.
Mientras tanto, “las pequeñas y medianas podrían ser más vulnerables ya que no tienen capacidad para acumular inventarios y tomar otras medidas para protegerse”, concluyó la agencia AP.