Con frentes de batalla abiertos en Asia, Europa y América, la guerra comercial pone a Estados Unidos contra el mundo y ya hay algunas víctimas por el aumento de precios en bienes y productos, pero sin duda el efecto negativo lo verán en alguna medida los consumidores finales.
Ciudad de México.- China ha denominado a esto como la “mayor guerra comercial en la historia económica” y a pesar de los riesgos que esto pueda atraer, el gobierno de Estados Unidos continúa con su postura de imponer aranceles a importaciones procedentes de sus principales socios comerciales.
Corea del sur, Japón, China, Unión Europea, México y Canadá, son algunos de los países que han entablado un intercambio de medidas arancelarias con Estados Unidos, frenando el tan codiciado libre mercado y creando un ambiente de tensión mundial.
Los costos económicos directos de esto son enormes y tan solo con China, suman 34 mil millones de dólares pero podrían llegar hasta 50 mil millones, lo que pone en riesgo la estabilidad económica mundial.
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Las primeras víctimas
A pesar de que aún es temprano para contabilizar los daños generados por este enfrentamiento, que para algunos especialistas es apenas “una importante confrontación comercial global”, tal como lo señaló Michelle Meyer, analista de Bank of America Merrill Lynch, ya se perfilan las primeras víctimas.
Por un lado están las empresas, ya que según cifras de CNNMoney, “el costo de las nuevas tarifas” ha provocado que “aproximadamente mil 300 productos individuales de repente se volvieron más caros”.
Esto va desde alimentos agrícolas, carnes, mariscos y bebidas alcohólicas, hasta comida para mascotas, autos, dispositivos médicos y otros productos más sofisticados como reactores nucleares, lanzadores satelitales, aviones y transbordadores.
En ese sentido, las empresas productoras de estos productos son los principales afectados hasta este momento, quienes analizan asumir estos costos sin aumentar sus precios de ventas, pero en la medida en que el escenario pueda empeorar, esto se trasladará al consumidor final.
Según Expansión, “los impuestos adicionales se propagarán a través de las cadenas de suministro, lo que obligará a las empresas a decidir si toman el golpe financiero por su cuenta o lo transmiten a los consumidores”, pero “si la demanda disminuye, los trabajos estarán en peligro”.
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Recesión económica el riesgo latente
Pero otro de los efectos que podría arrastrar esta guerra comercial, se encuentra una desaceleración económica en Estados Unidos, que de manera directa afectaría a México y por lo tanto, la reacción en cadena se desataría de manera global.
Según la perspectiva de Michelle Meyer, “una importante confrontación comercial global probablemente empujaría a Estados Unidos y al resto del mundo al borde de una recesión”.
Sobre todo por el hecho de que los inversionistas han caído en un estado de desconfianza y han asumido hasta cierto punto una posición cautelosa para concretar sus proyectos, algo que en una medida importante es la señal de que el ánimo ha decaído y las cosas pueden empeorar.
Así, según un informe de Bank of America Merrill Lynch, “la confianza ya está disminuyendo entre los ejecutivos de negocios que depende en gran medida de las exportaciones” y en ese mismo sentido, el Índice de Clima Empresarial del Instituto de Investigaciones Económicas de Alemania (IFO), señaló que la confianza se fue a la baja en junio, “liderado por un fuerte descenso entre las empresas involucradas en el comercio mundial”.
De esta manera, la guerra comercial ha puesto a Estados Unidos y a Donald Trump contra el mundo y las consecuencias comienzan a ser más visibles cada día.
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