Por ser uno de los mercados más poderosos del mundo, México busca conquistar el mercado chino pero ha perdido tiempo y oportunidades, que colocan a nuestro país en una posición de desventaja ante el gigante asiático.
Ciudad de México.- Su alta dependencia con Estados Unidos y con un desarrollo lento en el área tecnológica e industrial, México ha perdido mucho tiempo y oportunidades para consolidar una relación comercial de trascendencia con China.
Y ahora que han cambiado las condiciones en la relación con el gobierno de Donald Trump, se magnifica esta situación con respecto al potencial que representa el mercado chino, en donde México tiene poco acceso para colocar productos nacionales.
En ese sentido, la balanza comercial nacional con ese país es la de mayor déficit que cualquier otra, ya que según cifras de El Financiero, “las exportaciones mexicanas a China sumaron apenas 2 mil 772 millones de dólares a mayo de este año y las importaciones totalizaron 31 mil 993 millones”.
Esto a pesar de que según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER); “China es el segundo socio comercial, con intercambios cercanos a los 75 mil millones de dólares en 2016; la segunda fuente de nuestras importaciones y el tercer destino de nuestras exportaciones”; mientras que “México se mantiene como el primer socio comercial de China en América Latina”.
Una de las áreas en donde los beneficios han sido significativos para México, es el de las exportaciones de productos agropecuarios a China, ya que en los primeros 5 meses del año la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), reportó un aumento del 54 por ciento comparado con el mismo periodo de 2017.
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Importancia de China en el escenario global
Esta relación bilateral es de vital importancia para nuestro país, sobre todo ahora que se ha desatado una guerra comercial con Estados Unidos y por lo pujante de la economía y el mercado chino, que lo hace uno de los más poderosos del mundo.
Según el Banco Mundial (BM); la economía china crecerá 6.8 por ciento en 2018, tres veces más que lo pronosticado para México y de acuerdo a la Organización para la Cooperación y Desarrollos Económicos (OCDE), en 2030 la clase media china será la más grande del mundo y con un poder adquisitivo superior, lo que marcará las pautas del comercio internacional.
Oportunidades para México
Con estas proyecciones, el panorama para México es de oportunidades con respecto a la relación comercial con China, pero se debe atender ciertas exigencias que han sido la causa de que aún no exista un tratado de libre comercio con la nación asiática, a pesar del creciente intercambio comercial.
Por un lado, México debe aprovechar su posición actual en el escenario mundial y una de sus ventajas frente a China, “son los tratados de libre comercio que tiene con diferentes países, donde China no puede llegar por sus condiciones inequitativas y reglas propias establecidas”, señala Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China–México (Cechimex) de la UNAM.
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Pero a nivel local, nuestro país debe construir una estrategia comercial que intensifique la relación con el país asiático, que le ofrezca mejores condiciones de inversión y que sus empresas se queden en nuestro país con proyectos productivos a largo plazo.
Esto debido a que México apenas captó poco más de 3 mil millones de dólares de inversiones Chinas en entre los años 2000 y 2016, mientras que Brasil captó casi 55 mil millones, según cifras del Cechimex.
“Les podríamos vender casi cualquier cosa”, dice el coordinador de este instituto, pero es importante enfatizar que hace falta una política gubernamental que ayude a crear las condiciones propicias.
Para ello, “el gabinete del presidente electo debería empezar a reunirse con las cúpulas empresariales que tienen mayor injerencia, trascendencia, participación, conocimiento de China, para saber cuáles son las áreas de oportunidad que tenemos para con este socio comercial”, asegura Jorge Morones, vicepresidente de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China.
