La carrera electoral ya comenzó y con partidos que han conformado alianzas y coaliciones para consolidar sus proyectos, algunos de sus representantes ya han esbozado parte de sus planes más importantes en lo que tiene que ver con subsidios y de ayuda a los sectores más vulnerables, lo que sería su modelo a aplicar en caso de ganar la presidencia, pero algunas de estas propuestas de candidatos de programas sociales preocupan a empresarios.
Ciudad de México.- Al menos así lo expresó Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien en voz del grupo de empresarios que representa, señaló que algunas propuestas como subsidios o modificaciones los programas de apoyo social pueden dañar la competitividad y la estabilidad económica del país.
Sin decir nombres de candidatos o alianzas electorales, el líder empresarial aseguró que propuestas como las de subsidios e ingreso básico garantizado, que han sido mencionadas por candidatos presidenciales de la oposición, son las que mayor preocupación les genera.
“Cuando oímos hablar de subsidios exagerados, generales, sin enfoque de competitividad, nos preocupa. Cuando oímos hablar que el gobierno quiere regresar a hacer empresa, nos preocupa porque son entornos que ya superamos”, dijo Castañón.
Además, también mencionó el tema de un “ingreso básico universal” y expresó su desacuerdo con esta propuesta. “Cuando escuchamos proyectos de renta básica universal, nos preocupa”, aseguró el presidente del CCE.
Esto a pesar de que estas propuestas elaboradas y que abanderan los candidatos de oposición, están planteadas para “combatir la desigualdad” según aseguró Reuters, sin embargo y a pesar del rechazo a estas propuestas por parte del CCE, Castañón negó que estén apoyando a algún candidato y más bien ofreció “trabajar con quien gane la elección”.
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¿Es viable un ingreso básico universal?
Y a pesar de lo expresado por el líder empresarial, las brechas sociales y económicas en México no se reducen y según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) el 43.6 por ciento de los mexicanos vive en situación de pobreza, es decir, 53 millones 418 mil 151 de personas.
Esto a pesar de todos los programas sociales que se han implementado a lo largo de décadas en el país, por lo que instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha implementado programas pilotos con la aplicación de un ingreso básico universal (IBU) en naciones donde hay altos índices de pobreza.
Y para México, el FMI hizo pruebas en donde la población recibía un IBU igual a 25 por ciento de la mediana del ingreso per cápita (pc) mensual con base en cifras del 2014; algo así como 510 pesos y los resultados fueron muy positivos.
Así, con este modelo el costo fiscal del IBU sería de 3.5 por ciento del PIB, pero reduciría 6 puntos el Gini (coeficiente con el que se mide la desigualdad) y la pobreza 12 puntos porcentuales.
En ese sentido, a pesar del rechazo que ha expresado el sector empresarial a este tipo de propuestas, en la práctica podrían tener algún beneficio social, ya que como lo señala el FMI, “aunque cierto grado de desigualdad es inevitable en un sistema económico de mercado, la desigualdad excesiva puede erosionar la cohesión social, conducir a la polarización política y, en última instancia, reducir el crecimiento económico”.