El mundo moderno está viviendo a un ritmo desenfrenado en cuanto a producción y consumo de prendas de vestir, debido a que las marcas han encontrado el modelo ideal para satisfacer esta creciente demanda. Por eso, crear una conciencia de reciclaje de la ropa pude ser un nuevo nicho de mercado para emprendedores.
Ciudad de México.- Sin duda las ofertas de las tiendas son irresistibles y comprar una o dos prendas seguro no le afecta a nadie, pero esta acción se repite millones de veces, lo que en volumen genera que las personas desechen sus prendas “viejas” que todavía están en buen estado de manera constante, por lo que el reciclaje de la ropa pude ser un buen nuevo nicho de mercado para emprendedores.
El consumo de ropa nueva es muy alto en México, ya que según la consultora Kantar Worldpanel, el 72 por ciento de los mexicanos compraron por lo menos una prenda en lo que va de 2017, pero pueden gastar hasta 11 mil 200 pesos al año, dice Cotton Incorporated.
¿Pero te has puesto a pensar a dónde van toda la ropa que la gente no utiliza? La mayoría va a dar a la basura, en donde muy poca se rescata para ser reutilizada en otros procesos productivos o incluso para volver a ser utilizada.
Actualmente se está poniendo de moda entre las nuevas generaciones el reciclaje de la ropa para reutilizarla bajo un estilo “vintage” y hacer sus propios diseños o creaciones, lo que ha originado diversos proyectos emprendedores para ser los intermediarios entre estos consumidores y los que desechan sus prendas.
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Para muchos, esta es la manera de ahorrar un poco en sus gastos y poder tener un guardaropa único, que sale del estilo que imponen las marcas y que generan un prototipo similar en las personas.
Ayuda al medio ambiente
Además, con algún proyecto de reciclaje de ropa, puedes aportar tu granito de arena para el cuidado del medio ambiente, ya que según el sitio Entrepreneur, “la industria textil es la segunda más contaminante y provoca, al menos, un 20% de la contaminación acuífera”.
Si bien es cierto que la mayoría de las personas prefieren ir a los centros comerciales y comprar prendas de marcas reconocidas como un sinónimo de estatus social, esto también ha generado que las marcas se aprovechen para crear nuevas necesidades en los consumidores y lanzar nuevos modelos de manera casi inmediata, provocando el deseo de posesión en las personas.
Pero no todo es malo, ya que así como se benefician las grandes marcas, también los emprendedores pueden aprovechar este boom de consumo y crear un modelo innovador para darle un nuevo valor a la ropa que para muchos ya no sirve, pero que tiene aún una vida útil que puede ser aprovechada por alguien más.
Así, elimina el prejuicio social de que la ropa de segunda mano es mala y modifica las dinámicas del mercado, aprovechando los residuos que van dejando otros en el camino.