Hoy: la educación en México
Durante el periodo denominado Porfiriato, el avance en materia de infraestructura ferroviaria y la instauración del positivismo de Comte como dogma de la educación nacional; fueron quizás, los actos más trascedentes para la transformación de México. Para dicha empresa, se designó a Gabino Barreda, legado que continuaría Justo Sierra. Tras el estallido de la Revolución, los ateneístas se dieron a la tarea de generar un cambio de paradigma; Antonio Caso, Alfonso Reyes y principalmente José Vasconcelos, concibieron la creación de la Universidad Nacional y la Secretaria de Educación Pública como un antídoto al positivismo.
Vasconcelos lego a este país una estructura educativa que logró sacar del analfabetismo a cientos de miles de niños, jóvenes y adultos. Plasmar en los muros de los edificios públicos aquellas formas que referían al Indostán, a la cultura griega y a la mexicanidad, marcaron la pauta de una nueva educación enfocada en el ser del hombre.
Es bajo este contexto de transformación de la educación nacional, que el Instituto de la Mexicanidad ha organizado la sexta jornada Ciencia, tecnología y educación del ciclo Hacer México. Con la participación de Gastón Melo (Ingeniero social y Director, Sistema de Información Logística) como moderador, y los panelistas Teresa Bracho (Consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación), Francisco Paoli (Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM) y Jorge Vega (Director de Asuntos Legales y Corporativos de Microsoft en México); se discutió la actualidad del panorama educativo del país.
La polémica versó sobre dos posturas que se contraponían, por una parte, se dijo que la escuela debe ser vista como la piedra angular de la educación. “Los sujetos deben desarrollar su capacidad de construcción colectiva dentro de la escuela, debemos de replantear la escuela como el centro del proceso educativo”. Sin embargo, Francisco Paoli contradijo esta postura, afirmando que la educación se debe centrar en las personas, que debe atender los gustos y necesidades de los sujetos. “La nueva pedagogía implica una mística, una mística similar a la que emprendió Vasconcelos. Es necesario desburocratizar la educación, debemos salir del estado de enajenación”.
Si bien, es cierto que el espacio, es decir la estructura física dedicada a la educación, es primordial para llevar a cabo un óptimo proceso de enseñanza-aprendizaje, replantear una pedagogía que apele al aspecto humano del hombre debería ser prioridad. Diseñar un currículo educativo que considere las condiciones de desigualdad que son evidentes en el país podría ser el comienzo de una verdadera Reforma Educativa.
Aunado a lo anterior, se hizo hincapié en el trasfondo de dicha reforma. “La reforma es primeramente una normativa para resolver los problemas laborales y luego la educación”. En este contexto, la ley pareciese ser solo un instrumento para homologar procesos burocráticos, ¿no sería más prudente generar una reforma que apele realmente a una formación integral del mexicano?
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La cuarta revolución industrial y la educación
La educación del siglo XX en México respondía a las necesidades de lo que el panelista Jorge Vega, denomino como la tercera Revolución Industrial. Sin embargo, nuestro contexto es un tanto diferente, en nuestra era vivimos una nueva mutación, nos adentramos en la cuarta Revolución Industrial, y por ende la educación debe interactuar con las herramientas digitales.
Jorge Vega, planteó la posibilidad de generar un programa educativo a través de las redes sociales, dijo que estas herramientas podrían resolver el problema de equidad educativa en nuestro país. Sin embargo, se le cuestionó sobre el riesgo latente de que el hombre llegue a un estado de tecnificación; a lo que el panelista respondió de manera ecuánime ante esa posibilidad, mencionó que no hay riesgo de que los hombres perdieran su esencia a través de los avances tecnológicos pues la humanidad es más que una herramienta tecnológica.
El proceso histórico de la educación desde la óptica de Gastón Melo
Desde la óptica de Gastón Melo, la educación es parte del proceso histórico del hombre. Este proceso debe incluir un nuevo modelo educativo que considere el uso de las nuevas tecnologías de la información. El Director del Sistema de Información Logística, es participe del uso de la TIC´s en el desarrolló pedagógico del mexicano. Sin embargo, antes de usar de manera enajenada estos instrumentos, se debe anteponer la moral y los valores humanos.
La educación es una cuestión de libertad, si bien, es cierto que el hombre nunca es en su totalidad un ser libre, el proceso de enseñanza-aprendizaje dota a los seres humanos de una autonomía de pensamiento. Gastón Melo, ve en la revolución educativa del siglo XXI una nueva oportunidad de transformar al país, es participe de que “lo humano siempre prevalece”.
Visión: para la educación de México
La segunda ponencia del día estuvo moderada por Carla Gómez (Consultora Internacional en Innovación para la Educación), y contó con la presencia de Paulo Blikstein (Professor of the Graduate School of Eucation), Jorge Buendía (Clubes de Ciencia México) y Manuel Durán (Coordinador Académico de El Ingenio). En este panel se habló de lo importante que es estimular la ciencia en los jóvenes que denotan interés.
Se habló de la educación como una simbiosis de contenido más interacción, es decir, el hombre debe interactuar con su entorno y las herramientas tecnológicas para llegar a un grado óptimo de desarrollo metacognitivo (aprender a aprender). Paralelamente, se mencionó el desarrollo de la educación e-learning a través de plataformas LMS, de mencionó que estas ofrecen una alternativa pedagógica, sin embargo, no es pertinente en niveles básicos de educación.
Aunado a lo anterior, Paulo Blikstein dijo que la Reforma Educativa tenía un rezago de al menos 20 años, pues otras naciones habían pensado la reestructuración de su sistema educativo con una visión de futuro a largo plazo. Los panelistas concluyeron que es de suma importancia vislumbrar la educación como un atributo del hombre, que se deben fomentar de manera paralela la ciencia y las humanidades.
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Conclusión
“Ninguna época ha sabido tantas y tan diversas cosas del hombre como la nuestra. Pero en verdad, nunca se ha sabido menos que es el hombre”. Estas palabras fueron pronunciadas por el filósofo alemán, Martin Heidegger; oración que denota la necesidad de una educación de lo humano.
México no ha tenido una verdadera reforma educativa en los últimos 90 años. La sociedad y el Estado creen que la implementación de la tecnología garantizará el éxito en el sistema educativo nacional; sin embargo, la realidad ha demostrado que la reestructuración de la educación no se encuentra en el uso de las TIC´s.
El Estado mexicano se ha olvidado de implementar una formación humana, de concebir la educación como un proceso armónico que dignifique al individuo. Es a través del proceso de enseñanza-aprendizaje que los hombres pueden alcanzar el estado más elevado de la libertad. La educación no es importante en un sentido lineal, es decir, su valides no radica en el proceso de ir avanzando en los estudios. La educación debe ser concebida como un proceso ascendente, como si subiéramos de forma platónica a un mundo eidético que solo es asequible a través de la virtud.
La enseñanza es una virtud que el hombre no debería burocratizar, el hombre indaga y cuestiona por el amor a la sabiduría, por eso que los antiguos griegos denominaron Filosofía. Antes de pensar en una reforma burocrática, se debería cuestionar el fin último de la educación de nuestro país, se debería de replantear el sentido humano de este proceso.
Carlos Ramírez